
La disputa por el control del puerto de Buenaventura entre los Shottas y los Espartanos.
Crédito: Colprensa
La tensa cuerda que sostiene los acuerdos entre Shottas y Espartanos
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El proceso de desmovilización de las dos bandas que generan temor en el puerto de Buenaventura está en crisis tras la ruptura de la tregua entre ellas. ¿Qué puede pasar?
Por: Javier Patiño C.

El proceso de paz entre los Shottas y Los Espartanos, las dos bandas que disputan el control de Buenaventura, Valle del Cauca, está en peligro luego de la ruptura de la tregua que se esperaba prolongar desde el pasado 5 de febrero.
Ante un posible aumento de la violencia, el único grupo que ha mostrado su disposición al cese de hostilidades son los Shottas, quienes se han comprometido a un cese al fuego unilateral. Sin embargo, han aclarado que defenderán “con firmeza” sus zonas de influencia si sus rivales los atacan.
El recrudecimiento del conflicto podría generar desplazamientos en varias zonas estratégicas del puerto, lo que ha llevado a diversas organizaciones a solicitar la intervención de la Oficina del Alto Comisionado para gestionar un nuevo acuerdo.
De acuerdo con el analista Andrés Saldarriaga, desde el inicio de los acercamientos con estas organizaciones no se han establecido reglas jurídicas claras, en especial respecto al levantamiento de las órdenes de captura de sus cabecillas. “Esto ha generado desconfianza en el proceso debido a la falta de compromiso del Gobierno nacional”, afirmó.
Un habitante de Buenaventura, quien habló con CAMBIO, aseguró que la confianza en el proceso se ha deteriorado tras la captura de líderes de ambas bandas, lo que ha incrementado los homicidios en las primeras semanas de 2025.
“La disputa territorial está en aumento, por lo que se espera una respuesta contundente por parte de las autoridades para proteger a los pobladores de Buenaventura, quienes pueden quedar atrapados en medio de los enfrentamientos”, advirtió.

Vigilancia y control en las calles
Jairo Libreros, profesor de defensa y seguridad nacional de la Universidad Externado de Colombia, señaló que en las calles se ha intensificado la vigilancia y el control del espacio público. “Desde diciembre hemos observado patrullajes de hombres y mujeres con pasamontañas y fusiles. Esta situación se va a incrementar porque cada una de estas bandas, así como otras dos estructuras criminales activas en Buenaventura, buscarán expandir su control no solo para garantizar su seguridad y vigilar el espacio público, sino también para controlar el comercio y los movimientos sociales. Esto les permitirá reaccionar ante cualquier amenaza que ponga en riesgo sus rentas ilegales”, explicó.
Según cifras oficiales, en enero de 2025 se registraron 17 homicidios relacionados con la disputa entre estas organizaciones, una cifra que podría aumentar en las próximas semanas debido a la persecución de personas acusadas de ser informantes.
¿Tendrá futuro el proceso?
El analista Saldarriaga sostiene que el gobierno del presidente Gustavo Petro ha puesto gran esfuerzo en llevar a cabo un proceso que no sea meramente político, buscando dar voz a los jóvenes que integran estas bandas y que ven en la violencia una forma de sobrevivir ante la exclusión social.
“Históricamente, Buenaventura ha sido un puerto fundamental para la economía del país, pero es también uno de los municipios con mayores índices de desempleo, analfabetismo y falta de oportunidades para los jóvenes”, agregó.
Por su parte, Libreros advirtió que podrían aumentar los casos de extorsión, muchos de los cuales no son denunciados, así como los homicidios. “Creo que podríamos ver un incremento de aproximadamente 15 puntos porcentuales en la tasa de homicidios. En febrero podríamos cerrar con al menos 25 asesinatos derivados de enfrentamientos entre Shottas y Espartanos”, estimó.
El experto también señaló que la falta de acuerdos afectará la percepción de seguridad en la ciudad. “Si no se llega a una nueva tregua, las consecuencias sociales y comerciales serán significativas”, concluyó.

Un tercer actor en la disputa
Libreros advierte que no se puede descartar la participación del Clan del Golfo, que ha iniciado acciones armadas para apoderarse de territorios y rentas ilegales en Buenaventura.
“No es un secreto que los combates en el Cañón de las Garrapatas, donde el Clan del Golfo ha intentado expulsar al ELN, le han permitido mejorar su control sobre rutas del narcotráfico y tráfico ilícito de armas. Su estrategia de expandirse hacia el centro del Valle ha avanzado en municipios como Andalucía, Tuluá, Trujillo, Río Frío y San Pedro, pero su principal objetivo sigue siendo Buenaventura”, explicó.
Las autoridades, tanto de Policía como de Ejército, han detectado esta estrategia y han realizado operaciones especiales que han resultado en la captura de algunos miembros de la organización. Sin embargo, siguen en alerta ante los movimientos del Clan del Golfo en su intento de controlar el puerto vallecaucano.
