$6.000 por canasta de cerveza y otros impuestos que los armados les cobran a los colombianos
23 Febrero 2023

$6.000 por canasta de cerveza y otros impuestos que los armados les cobran a los colombianos

Además del IVA y la inflación, en ciertas zonas del país los colombianos deben pagarles impuestos o multas a los grupos armados por cervezas, carne o por conducir con los vidrios arriba. El mundo al revés.

Por: Redacción Cambio

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Por fuera de algunos barrios privilegiados en el país, muchos colombianos deben pagar los impuestos que implican estar en zonas donde mandan los grupos ilegales, como si vivieran en un país dentro de otro país, con un sistema tributario doble.

Mientras el Gobierno sigue estudiando cómo van a ser los protocolos para la paz total y la nueva reforma tributaria ya fue aprobada por el Congreso, millones de colombianos deben sacar costos y hacer gimnasia financiera para moverse por las regiones y tener negocios esquivando balas, amenazas y, además, pagando el IVA y todos los impuestos normales de una nación.

Este es el caso, por ejemplo, de los habitantes de Tumaco, Nariño, que deben hacer cuentas cuando hacen mercado. Según fuentes de inteligencia consultadas por CAMBIO, por cada kilo de carne que venden los carniceros de la ciudad, deben separar 800 gramos de carne y 200 gramos de hueso para darle a las disidencias. 

Ilustración: Yamith Mariño
Ilustración: Yamith Mariño.

También en Tumaco, los tenderos no pueden equivocarse con la cantidad de cervezas que venden: por cada una, deben pagarle 6.000 pesos a las disidencias. 

Algo similar viven los vendedores de pipetas de gas natural en el Catatumbo, Norte de Santander. Allí, las disidencias cobran 10.000 pesos por cada cilindro vendido. 

Ilustración: Yamith Mariño
Ilustración: Yamith Mariño.

Los ganaderos han sido desde siempre un blanco fácil de estos impuestos de la economía ilegal que yace en las sombras de Colombia. En Arauca, el ELN cobra 50.000 pesos mensuales por el conocido "impuesto de guerra" por cada res que se tenga en una finca.

Ilustración: Yamith Mariño
Ilustración: Yamith Mariño.

Algo menos común ocurre con los pescadores deportivos que visitan el municipio de La Macarena, en el Meta, durante la temporada de verano. En ese tiempo, Caño Cristales, el mayor atractivo de la zona, se encuentra cerrado al público por falta de agua en el cauce del considerado como el río más hermoso del mundo.

Es así como los pobladores de la zona que trabajan con turismo intentan hacerse a un sustento con los pescadores deportivos que viajan para pescar en el río Guayabero. Fuentes de inteligencia le contaron a CAMBIO que los pescadores deben pagar una suerte de "licencia de pesca" de 50.000 pesos por día de pesca. 

Ilustración: Yamith Mariño
Ilustración: Yamith Mariño.

Incluso, en un punto del río Guayabero conocido como El Raudal, por el que las aguas pasan en medio de un cañón de rocas milenarias características de las formaciones del Escudo Guyanés, hay un aviso en una tabla de madera con letras a mano que dicen: "Prohibida la pesca con atarraya y anzuelo acá en las bocas del Raudal. Ojo. No responde. Farc EP", texto seguido del dibujo de una pequeña calavera.

"Vidrios abajo o plomo"

Pero las restricciones y permisos de tránsito no son sólo para los pescadores. En las vías terrestres que llevan a La Macarena es prohibido circular en vehículos blindados y con los vidrios polarizados. Cuando se transita por los cascos urbanos, es obligatorio llevar los vidrios abajo y no ir a una velocidad mayor a 20 km/h. 

Los grupos armados ilegales también actúan como autoridades de tránsito en muchas otras zonas del país. En las zonas de dominio guerrillero en el Cauca existen restricciones para la movilidad de vehículos. "Vidrios abajo o plomo", dice en un grafiti reconocido en el municipio de Corinto, Cauca, en la vía que va hacia el municipio de Miranda.

Ilustración: Yamith Mariño
Ilustración: Yamith Mariño.

Existen otros grafitis similares en el corregimiento de El Palo, donde la carretera se divide hacia el municipio de Toribío, pero esta restricción es común en muchos municipios, como Suárez, Santander de Quilichao, Caloto, El Tambo, por mencionar algunos.

Otra restricción que existe en muchos de estos lugares es que es permitido transitar por las vías principales, pero si alguien se equivoca en su camino y se interna hacia lo rural puede ser detenido por guerrilleros o milicianos, que le pedirán un permiso firmado por las juntas de acción comunal, de lo contrario lo retendrán hasta verificar que no pertenece a la Fuerza Pública u otro grupo armado.

En municipios como Bolívar, Sucre, parte de Almaguer y El Patía, donde opera el ELN, no se puede transitar después de las 6 p.m. , y en las horas permitidas es posible movilizarse en vehículos con los vidrios abajo y en motos sin casco.

Es tan normal la presencia y control de los grupos armados que se puede observar a guerrilleros uniformados patrullando en moto por estas zonas, donde la presencia estatal es completamente nula y la población civil debe manejar las leyes de un país dentro de otro.

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