Comités Municipales de Reforma Agraria: un paso fundamental para la movilización campesina hacia el Pacto en Chicoral

La maratón de comités municipales permitió una movilización sin precedentes.

Crédito: ANT

18 Febrero 2025 02:02 pm

Comités Municipales de Reforma Agraria: un paso fundamental para la movilización campesina hacia el Pacto en Chicoral

Más de 6.000 campesinos se reunieron en sus territorios para impulsar la reforma agraria en todo el país, reafirmando el compromiso con la justicia social y el desarrollo rural bajo el liderazgo del Gobierno.

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Un hecho sin precedentes se vivió en el país el 14 y 15 de febrero, cuando más de 6.000 campesinas, campesinos y comunidades étnicas se unieron en una histórica maratón de Comités Municipales de Reforma Agraria. En un total de 214 municipios, distribuidos en 26 departamentos del país, las voces rurales fueron escuchadas en un esfuerzo conjunto entre el campesinado colombiano y la Agencia Nacional de Tierras (ANT), previo a la firma del Pacto por la Tierra y la Vida en Chicoral, Tolima, el próximo 21 y 22 de febrero.

Durante esos dos días, los Comités Municipales de Reforma Agraria, creados gracias a la Ley 160 de 1994, se consolidaron como el espacio clave para el diálogo y la concertación entre el Estado y las comunidades rurales.

Estos encuentros no solo reunió a campesinos, sino también a comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes tuvieron un papel protagónico en la presentación de sus demandas y soluciones.
Estos encuentros no solo reunió a campesinos, sino también a comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes tuvieron un papel protagónico en la presentación de sus demandas y soluciones. Foto: ANT

Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), destacó el papel crucial de estos comités como herramientas fundamentales para fortalecer el Nacional de Reforma Agraria. "Estos comités son el canal para que las personas que laboran el campo puedan hablarle al Gobierno. Buscamos que cada vez sean más robustos, que tengan escuelas de formación", indicó Harman, subrayando la importancia de esta iniciativa para garantizar los derechos de los campesinos.

El poder del diálogo

La maratón de comités municipales permitió una movilización sin precedentes en la que las comunidades rurales participaron activamente, planteando soluciones concretas para la adquisición de tierras y el aprovechamiento productivo. Desde Barrancabermeja, Santander, Harman expresó que esta es una de las formas más poderosas de organizar al campesinado: "Es un espacio amplio de unidad donde realmente podemos decir que estamos construyendo un proceso de gobierno popular", señaló el director de la ANT.

En cada uno de los 214 comités, los campesinos tuvieron la oportunidad de articular sus necesidades y propuestas, desde la compra y entrega de predios hasta el control social y la veeduría de los procesos. Un claro ejemplo de esta participación se vio en la Zona Bananera, en Magdalena, donde José Rafael Álvarez resaltó la importancia del proceso. "Con esta herramienta tenemos la posibilidad de garantizar soberanía alimentaria, dinamizar la economía y devolver la dignidad a los campesinos", expresó.

El rol de los comités municipales

Estos encuentros no solo reunió a campesinos, sino también a comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes tuvieron un papel protagónico en la presentación de sus demandas y soluciones. Esta inclusión es clave para garantizar que la reforma agraria no sea un proceso impuesto, sino una iniciativa liderada por quienes viven y trabajan en las zonas rurales del país. En San Jacinto, Bolívar, Hernando Chamorro, campesino de la región, destacó el empoderamiento que estos encuentros generan: "Estamos motivados a seguir luchando por el objetivo de conseguir tierras, cultivos, animales y alimentos frescos para todos", dijo.

Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras
Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras. Foto: ANT

Y con la firma del Pacto por la Tierra y la Vida prevista en Chicoral, Tolima, estos diálogos cobran un significado aún más profundo, pues serán la base de las políticas públicas del campo colombiano. La ANT proyecta conformar, al final de 2025, un total de 700 Comités Municipales de Reforma Agraria, lo que seguirá fortaleciendo la organización popular campesina y ampliando el alcance de la reforma en todo el país.

Este proceso está marcado por la esperanza de millones de campesinos y campesinas que, por fin, ven en el horizonte la posibilidad de una verdadera justicia social en el campo, con tierra para trabajar, dignidad para vivir y un futuro próspero para las generaciones venideras.

La maratón de Comités Municipales de Reforma Agraria es, sin duda, un hito histórico que marca el inicio de un nuevo capítulo en la historia del campo colombiano, un capítulo en el que los campesinos y el Gobierno caminarán juntos hacia un país más justo y equitativo para todos.

Un sueño hecho realidad

En octubre de 2024, la Agencia Nacional de Tierras entregó el predio Tuluá, en Caimito, Sucre, a 33 familias campesinas organizadas en tres asociaciones. Este terreno, que perteneció al político Musa Besaile, condenado por corrupción, ahora es la esperanza de las comunidades rurales que, después de años de espera, por fin tienen acceso a la tierra.

Estas familias ya celebran su primera cosecha de sandía y ajonjolí. La dedicación de los campesinos, como Olga Peralta, una de las líderes de la comunidad, se refleja en el esfuerzo conjunto para trabajar la tierra. Mientras las mujeres se encargan de los cuidados domésticos y la preparación de alimentos, los hombres cultivan y mantienen los sembradíos.

A tan solo cuatro meses de la entrega, las familias están cumpliendo con los compromisos adquiridos con la ANT, lo que les permitirá obtener la titularidad de los predios. La unidad entre los miembros de las tres asociaciones es clave para la prosperidad del proyecto, que busca extender la producción agrícola y garantizar la seguridad alimentaria para toda la comunidad.

Además, el proyecto avanza con la idea de formar una cooperativa agroindustrial, lo que permitirá a los campesinos crecer y ofrecer mejores condiciones a las futuras generaciones. La finca Tuluá, que ahora es sinónimo de trabajo y esperanza, ha devuelto la dignidad a los campesinos de Caimito, quienes ven en este proyecto un futuro lleno de oportunidades.

*Contenido elaborado con apoyo de la ANT.


 

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