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Corre la Voz: tejiendo paz y democracia en Cali
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El proyecto Corre La Voz nació para promover el voto informado de los jóvenes mediante contenidos y formatos que van desde un cine club hasta el uso de Instagram y Tik Tok y, de esta manera, formar en el ejercicio de la democracia en Colombia.
Conversamos con Laura Puerta, directora del proyecto, seleccionado en la categoría ‘Debate electoral’ en la primera convocatoria #PensarConOtros, de Grupo Sura, y con los miembros del cómite editorial de éste, sobre el origen, desarrollo, desafíos y aprendizajes en torno a Corre la Voz.
De las calles a los escenarios artísticos y académicos
Bajo el cálido sol de Cali, una ciudad marcada por la desigualdad y las contradicciones, un variado grupo de comunicadores y artistas, jóvenes y experimentados, se unió en busca de respuestas al Paro Nacional de 2021 que golpeó a la capital del Valle con fuerza. Estas preguntas resonaban en sus cabezas: ¿qué sigue después del paro?, ¿cómo los jóvenes podrían tener incidencia en el sistema político colombiano?, ¿cómo contribuir al cambio?.
Así nació el proyecto Corre La Voz, que buscaba fomentar el voto informado de los jóvenes entre los 18 y los 30 años durante las elecciones de Senado y Cámara de 2022, además de reflexionar sobre la democracia en Colombia, en un contexto de descontento social y aprovechando las poderosas herramientas de las redes sociales.
Laura Puerta, directora y vocera del proyecto Corre La Voz, nos relata cómo surgió la iniciativa. “Con un círculo de amigos, que ya exploraba la cultura política a través de un cine club, decidimos hacer algo. En medio del caos, surgió la necesidad de entender los fenómenos sociales a través del cine, convirtiéndose en un componente clave de Corre La Voz. Para entender los problemas estructurales de Cali, adicionalmente, decidimos organizar talleres, laboratorios y charlas, materializando el proyecto en contenido formativo que abordaba los elementos de la democracia”, dice.
El comité editorial de Corre la Voz: el valor del trabajo en equipo
Laura Puerta, de 33 años, es Comunicadora Social de la Universidad del Valle y especialista en proyectos educativos y culturales desde la creación metodológica y el liderazgo. En los últimos años ha trabajado con organizaciones de índole privada como fundaciones, ONG’s y proyectos de cooperación internacional, en distintas estrategias de transformación social desde la pedagogía. Se inició con el proyecto ‘Paz-Arte Calibra’, que buscaba transformar la convivencia entre dos instituciones educativas de la ciudad de Cali, juntando a sus estudiantes a través del arte y la comunicación. “Allí aprendí que el trabajo con los jóvenes pasa por escuchar sus realidades, anhelos y curiosidades”, comenta.
Laura también trabajó en el diseño de proyectos artísticos en el Museo La Tertulia con varios colegios de Cali, lo que le permitió reconocer la formalidad de los procesos pedagógicos en éstos y la estructura del sistema educativo. Posteriormente, hizo parte de la iniciativa de ciudad desde la Alcaldía de Cali (2016-2019) con ‘Mi Comunidad Es Escuela’, en donde lideró el proceso de transformación de las guías de los Proyectos Pedagógicos Transversales de Derechos Humanos y Democracia. Gracias a esta experiencia conoció de cerca la necesidad de fortalecer la formación política de la juventud, con miras a la transformación de sus realidades.
Actualmente, Laura lidera el proyecto ‘Vivo Mi Calle’, que busca apoyar a los adolescentes en el camino de empoderamiento y gestión comunitaria desde los principios de la ciudadanía activa, los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y el derecho a Ciudades Saludables. Esto le ha enseñado a planear estrategias didácticas informales que permiten la construcción de tejido social desde la curiosidad y la juventud. Precisamente, junto a estos jóvenes, la comunicadora vivió de cerca el Paro Nacional. Con ellos se generaron conversaciones en torno a la ‘olla comunitaria’, reflexionando sobre lo que estaba pasando en Cali y en Colombia en general, y proponiendo la palabra como alternativa.
Por su parte, Éricka Flórez, de 41 años, es psicóloga y dirige el espacio artístico ‘Lugar a dudas’, pues en los útlimos años se ha especializado en temas relacionados con el arte. Para la psicóloga, la experiencia del Paro Nacional en Cali fue una oportunidad para ver en acción los cambios que empiezan a suceder en una sociedad cuando la población se toma los medios de producción. “Fue muy impactante ver todo el movimiento que puede causar el uso de vías no oficiales de comunicación, y cómo la democratización de los medios produce otro tipo de sujetos”, comparte Éricka.
A ellas se les suma Alejandro Martín, de 48 años, quien estudió Matemáticas y Filosofía en la Universidad de Los Andes. Alejandro es curador de arte y, de hecho, estuvo al frente de la edición No. 44 del Salón Nacional de Artistas de Bogotá. También fue curador del Museo La Tertulia, en Cali.
Para Alejandro, la experiencia en La Tertulia constituyó una etapa fundamental en su vida, pues le permitió trabajar en la configuración de una institución y en todo un plan de relación con Cali. “Trabajamos en equipo para concebir un programa relevante y potente que, a través del arte, planteara temas y discusiones cruciales entre los ciudadanos. El diálogo entre el área de curaduría, que yo lideraba, y el área de educación, generó proyectos innovadores como ‘Colonia, Infancia y Museo + Escuela’, que plantearon el arte como herramienta de relación con niños y estudiantes, dándoles un lugar primordial como creadores y generadores de ideas”, subraya Martín.
Con respecto al comité editorial conformado para desarrollar y ejecutar el proyecto Corre La Voz, Laura Puerta contextualiza: “Somos amigos desde hace muchos años. Habíamos trabajado juntos en proyectos de exposición artística en el Museo La Tertulia y en ‘Lugar a Dudas’. En el momento del Paro Nacional, compartimos una serie de tertulias con otros amigos y, sobre todo, un cine club que nos impulsó a elaborar el proyecto Corre La Voz.
Por supuesto, también compartimos la angustia de lo que ocurrió en la ciudad: las noches atentos a las transmisiones en vivo por Facebook LIVE, viendo cómo se daban los enfrentamientos entre los jóvenes y la Policía, el abuso de la fuerza pública sobre los civiles, las marchas, los bloqueos en distintos puntos de la ciudad y las manifestaciones artísticas y comunitarias, que ayudaban a soportar pacíficamente y a gestar reflexiones a largo plazo”.
Así empieza a correr la voz
Laura, Érika y Alejandro se embarcaron en una travesía de discusión y formación colectiva. Convocaron a individuos y colectivos de todo el país para investigar, reflexionar y crear desde perspectivas curatoriales sobre paz y democracia.
“Nuestra vivencia como habitantes de Cali y la experiencia vicaria que vivimos a través de los otros, durante el Paro Nacional, nos alertó sobre la importancia de crear puentes comunicativos. Nosotros, como agentes culturales y trabajadores comunitarios, consideramos que tenemos un rol crucial allí para crear el clima para poder discutir
y pensar juntos”, cuenta Laura.
“Nuestro principio con Corre La Voz es el respeto por el que piensa distinto a nosotros. Queremos crear instancias de escucha que alimenten nuestro sentido crítico. Buscamos neutralizar la demagogia, los insultos, la polarización y los mensajes de odio”, agrega.
Los encuentros entre artistas y expertos en temas de paz y democracia le dieron vida a charlas masivas, talleres, laboratorios y contenidos para redes sociales. Desde el comité editorial no sólo buscaron seguir los ritmos y códigos de las redes sociales, sino también plantear preguntas y perspectivas territoriales desde participantes individuales o colectivos hacia el público objetivo.
“Nuestro producto más importante fue un video animado de dos minutos en el que mostramos cómo funciona el Congreso de la República. Este ha sido nuestro producto más compartido. Surgió como resultado de las clases con Mónica Pachón, politóloga que trabaja con la Universidad de los Andes y que se dedica a investigar la relación entre el Congreso y el Presidente. Con Mónica aprendimos mucho sobre las dinámicas entre los poderes. Mediante ilustraciones e imágenes mostramos que los debates en el Capitolio Nacional se parecen más a una pelea a gritos en la plaza pública de mercado que a un montón de griegos en una reunión aburrida, que era lo que nos imaginábamos que pasaba”, añade.
Escenarios de transformación
Corre la Voz abarca dos escenarios: el virtual, a través de Instagram (@correlavozcol), Facebook (Corre La Voz) y TikTok (@correlavozcol), y el presencial, mediante charlas, talleres y laboratorios. Su propuesta es un puente entre la cultura de paz y democracia y los intereses de los jóvenes, que se manifiesta en diversas producciones artísticas.
Laura explica que decidieron llegarle a su público objetivo mediante el arte, porque es un lenguaje con el que los jóvenes se conectan muy bien, y porque se acerca tanto en los escenarios virtuales como en los presenciales. En las redes sociales tuvo muy buena acogida el concurso de ‘memes’ en Instagram y los retos en TikTok.
Foto: Cortesía Corre La Voz.
Venciendo la apatía entre los jóvenes
Aunque es difícil saber si los jóvenes en Cali salieron a votar como consecuencia de la campaña informativa de Corre La Voz, es un hecho que muchos pidieron información a través de mensajes directos en las redes sociales, y compartieron los contenidos y multiplicaron su alcance de manera orgánica. También se generaron discusiones dentro de los comentarios, y los miembros del comité editorial recibieron muchas expresiones de gratitud de parte de los jóvenes, tanto en los espacios virtuales como en los presenciales.
“Tenía la intuición, pero ahora es una certeza muy clara en mi corazón, del poder del arte como canalizador y como vículo comunicativo para lograr que, como ciudadanía, nos involucremos en los procesos de la democracia. Es un escenario idóneo para hacer mediaciones y definitivo a la hora de conectar a las regiones”, señala la vocera de Corre La Voz.
Este fue su principal aprendizaje durante la primera etapa de Corre La Voz. Además, ratificó la efectividad de la metodología en la que un experto en temas políticos explica, acompaña y discute un tema en un escenario académico y, luego, desde el arte se piensa qué se puede hacer.
“Quedamos muy felices con los resultados porque honramos el nombre de la convocatoria. Pensamos conjuntamente con una gran colectividad. En este país es muy importante estar bien informados. Es vital el ejercicio informativo del periodismo, de la comunicación y del arte desde los territorios. Descentralizar este ejercicio es clave para que los jóvenes encuentren un espacio en la que su voz sea escuchada y recogida”, explica Laura Puerta.
Y agrega que gracias al apoyo obtenido en la convocatoria #PensarConOtros le pagaron por su trabajo a 23 artistas jóvenes, a quienes por lo general no se les reconocía el valor de su creatividad. Además, contrataron influencers, creadores de contenido, un ‘memero’, un community manager, músicos y consultores, con tarifas justas y uniformes.
Innovando a través del arte y la participación ciudadana
Corre La Voz se convirtió en un crisol de ideas, experiencias y voces. Desde la publicación semanal de cómics durante 8 semanas, hasta la creación de ‘memes’ y productos creativos, el proyecto utilizó diversas formas de expresión para llegar a los jóvenes.
Foto: cortesía Corre La Voz.
En su primera etapa (2021-2023), el proyecto logró un desarrollo inicial por medio de las redes sociales y aseguró financiación para cada uno de los roles. Ahora, en su segunda etapa, busca crear una plataforma web que consolide y expanda su contenido, así como invertir en la creación de piezas artísticas y talleres que reflexionen sobre la educación para la paz.
La voz seguirá corriendo a través de la creación de una corporación para construir alianzas, conseguir patrocinios y aplicar a convocatorias. “Soñamos –dice Laura– con crear una página web que sea como una especie de nave nodriza que recoja contenidos no sólo relacionados con el debate electoral, sino también con las políticas culturales y medioambientales, con voces de todos los territorios de Colombia. Queremos continuar con nuestra estrategia en redes sociales y consolidarnos como un medio informativo independiente”.
De la insatisfacción a la acción
Corre La Voz nos cuenta una historia de transformación en la que la insatisfacción se convierte en acción, y la desconfianza en la institucionalidad encuentra un espacio para construir puentes comunicativos. La iniciativa destaca la importancia de respetar las opiniones divergentes, neutralizar la demagogia y promover instancias de escucha que alimenten el sentido crítico. Estos elementos son fundamentales a la hora de construir una sociedad más democrática.
Corre la Voz no sólo se atrevió a preguntar qué venía después del Paro Nacional de 2021. Ahora también nos invita a reflexionar sobre cómo la participación ciudadana joven y la democracia pueden resaltarse a través del arte, la cultura y la formación colectiva. En Cali, este proyecto surge como una respuesta esperanzadora a la complejidad de la realidad, recordándonos que la voz de la juventud puede ser un poderoso instrumento de cambio.
Esta nota hace parte de la serie periodística “Pensar con otros” realizada en alianza por CAMBIO y Grupo SURA. Creemos que entre todos podemos aportar a la construcción y fortalecimiento de la ciudadanía y la democracia en Colombia.