Educación inicial, un paso fundamental para garantizar paz y equidad
22 Mayo 2023

Educación inicial, un paso fundamental para garantizar paz y equidad

Crédito: Freepik

Garantizar que la atención integral de la primera infancia para los niños y niñas debería ser de acceso universal y gratuito, pero ¿es una prioridad del país?

Por: Contenido especial

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El acceso a la educación en la primera infancia es uno de los retos más grandes que enfrenta actualmente el Ministerio de Educación. El aprendizaje inicial es el pilar de procesos de formación posteriores debido a que, según estudios, se da en un periodo durante el cual hay un avance significativo que brinda una base sólida al infante para su neurodesarrollo y fortalece la arquitectura de su cerebro. 

A pesar de su importancia, el acceso no está garantizado. Según UNESCO, uno de cada cuatro niños de cinco años no ha recibido formación preescolar. En Colombia la variación entre el número de matriculados a preescolar frente a los matriculados en primaria es muy amplia. 

De acuerdo a un informe del Laboratorio en Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, en el 2020, 22 mil niños en edad preescolar dejaron de recibir educación y la inasistencia escolar en dicha población creció del 14,3 por ciento, en el 2019, al 26 por ciento en el 2021. También, según un informe del DANE, en 2021 hubo solo 850.134 niños cursando preescolar, frente a 4.135.432 en primaria. 

La desescolarización en la primera infancia desfavorece el desarrollo de competencias sociales, aumenta la brecha de desigualdad, y podría incluso estar relacionada con menores oportunidades a largo plazo.

“Si un menor no ha tenido una buena nutrición, desarrollo físico o emocional, tendrá dificultades en su vida adulta que lo afectarán en sus relaciones con otros, en el desempeño académico, en el mercado laboral”, afirma Luz Karime Abadía, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana.

La inversión en la educación de la primera infancia estaría relacionada con retornos que se evidenciarían en estadios posteriores de la vida del estudiante, obteniendo altos retornos sociales. “Garantizar un adecuado desarrollo integral a los menores implica adultos sanos y con las condiciones adecuadas. [...] Los estudiantes que reciben educación inicial obtienen mayores puntajes en pruebas de desempeño académico, lo que permitirá tener mejores oportunidades. El país se beneficia de tener adultos sanos, productivos, que puedan hacer aportes, en lugar de adultos dependientes de ayudas del Estado”, continúa Abadía.

Educación inicial, un paso fundamental para garantizar paz y equidad
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Según el viceministro de Educación, Oscar Sánchez Jaramillo, actualmente se están haciendo cambios estructurales que buscan responder a las necesidades y los retos que presenta el desarrollo de la primera infancia. “En Colombia esa responsabilidad la tenía el sistema educativo solamente a partir de los 5 años, con el grado de transición en el Sistema Público. Mientras que los niños atendidos por el sector privado tenían más educación preescolar, los niños del sector público solamente tenían atención a partir de [esa edad] el sistema educativo”, comenta. 

Los cambios en la inclusión de programas para la primera infancia se han, dado, de acuerdo a Sánchez, en consonancia con los descubrimientos que se han dado en materia de neurodesarrollo.

El plan educativo se da a partir de dos enfoques. Por una parte, se presenta el proyecto como parte de la Atención Integral a la Primera Infancia. Por otro lado, “se necesitan profesionales que sepan generar las interacciones que transforman el cerebro”, complementa el viceministro. 

El acceso a educación impartida por profesionales calificados marca una diferencia que se hace evidente más adelante en la vida del estudiante. “Gran parte de las brechas que tenemos hoy en día, por ejemplo, las brechas de bilingüismo [pueden surgir en la primera infancia]. Se marca una brecha en el acceso a la educación superior a las becas, a la formación de alto nivel y a la generación de conocimiento”, comenta al respecto Mario Hurtado, profesor de estudios sociales de la Universidad Pedagógica Nacional y consultor en educación.

Sin embargo, uno de los retos más grandes para el acceso a la educación preescolar en Colombia está en la desigualdad que hay entre centros urbanos y rurales. La tasa de inscripción es menor en sectores rurales, en gran medida, por un déficit en los docentes disponibles. La discrepancia entre el tipo de educación que reciben los niños enfatiza la inequidad. 

La estrategia de maestros itinerantes es una apuesta que busca contrarrestarla y que está siendo impulsada por el gobierno actual. “Se contratan maestros que puedan circular por varias veredas y que vayan un día a la semana, visiten a las familias, reúnan a las mamás con los niños, acompañen el proceso educativo y entrenen a las mamás. Así, ellas pueden mantener ese proceso educativo cuando no está presente la maestra”, comenta Sánchez sobre el proyecto.

Actualmente, el Ministerio de Educación busca ampliar la cobertura del sistema preescolar y establecer mediante ella los pilares de la paz. La combinación de educación y paz se transforma en el motor de la equidad y es motivo de cambio social. “La ausencia de oportunidades educativas es la fábrica de los guerreros. Es reproducir una y otra vez el conflicto armado. La educación es la herramienta fundamental para combatirlo”, concluye el viceministro.
 

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