Educación y tecnología: ¿motores de transformación social en Colombia?

Aunque ha habido avances en la lucha contra la desigualdad educativa, las brechas sociales y económicas persisten, especialmente en zonas rurales. En este escenario, las tecnologías emergentes se perfilan como herramientas clave para potenciar habilidades en el aula y reducir desigualdades.

Durante el foro, organizado por CAMBIO con el apoyo de Huawei Colombia y Meltec, se abordó la transformación digital en las escuelas, el papel de la educación superior en el cierre de brechas y los avances regionales en la implementación de tecnologías como la Inteligencia Artificial.

El evento contó con la presencia de la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Yesenia Olaya, y del ministro de Educación, José Daniel Rojas. Olaya afirmó que el presupuesto para ciencia es una “deuda histórica y un problema estructural”, y subrayó la urgencia de llevar infraestructura educativa a los territorios más alejados del país. “Encontramos jóvenes llenos de sueños que no pueden materializar por falta de condiciones educativas. Por eso hemos iniciado una política de territorialización”, expresó.

Desde el Ministerio de Ciencia se han impulsado políticas basadas en cinco misiones clave: transición energética, bioeconomía, soberanía sanitaria, derecho a la alimentación y ciencia para la paz.

Por su parte, Rojas señaló que, aunque el Ministerio de Educación cuenta con el mayor presupuesto, gran parte se destina al pago de nóminas, pensiones y cesantías, dejando poco margen para inversión. Coincidió en la importancia de la infraestructura, pero enfatizó que no basta con construir sedes universitarias; se deben crear espacios integrales para el saber. “Analizamos la pertinencia de cada territorio para ofrecer educación con calidad y dignidad”, aseguró.

El poder de la tecnología en la democratización del conocimiento

Durante el segundo segmento del foro, los expertos reflexionaron sobre el papel de la tecnología en la democratización del conocimiento. Con relación al auge de la Inteligencia Artificial, el exministro de las TIC, Mauricio Lizcano, señaló que su aplicación en la educación puede traer múltiples beneficios, entre ellos la personalización del aprendizaje, que —destacó— permite enfocarse en los talentos de niñas, niños y jóvenes, en lugar de sus debilidades. También resaltó que el docente sigue siendo el actor central de la educación y debe formarse y adaptarse a la ola de innovación tecnológica.

Por su parte, Sandra Milena Urrutia, también exministra de las TIC, afirmó que “la tecnología definitivamente tiene que ser un puente y no una barrera”. No obstante, advirtió que en el “mundo ideal es muy difícil tenerlo todo”, ya que, mientras en las ciudades se cuenta con acceso, ecosistemas digitales, habilidades y dispositivos, en las zonas rurales estas condiciones aún son limitadas.

Los expertos coincidieron en que, sin conectividad, no es posible una transformación digital real en la educación colombiana. María Victoria Ángulo, exministra de Educación, enfatizó que “tiene que ser una obsesión del Gobierno nacional y los gobiernos locales que logremos conectar eficazmente a los colegios”. Según señaló, al cierre del anterior gobierno, el 55 por ciento de los colegios contaban con conexión, pero aún existen más de 3.600 sedes donde ni siquiera hay servicio de electricidad.

Desde una perspectiva centrada en el aprendizaje, Horacio Álvarez Marinelli, economista en educación del Banco Mundial, sostuvo que “sin aprendizajes fundamentales no se reducirán las brechas”. Subrayó que los desafíos educativos deben abordarse desde la equidad, reconociendo que el aprendizaje se construye sobre un “andamiaje”, generalmente dado por el currículum. En este sentido, advirtió que Colombia es el único país de América Latina que no cuenta con un currículum nacional, ni con una política de textos escolares o dotación básica de útiles. “¿Cómo pensamos en tecnología de alto nivel si los niños no tienen con qué escribir?”, cuestionó.

Desde el sector privado, la apuesta se enfoca en impulsar el uso de Inteligencia Artificial como una herramienta clave. Un ejemplo es DeepSeek, la IA china que, en alianza con la nube de Huawei, se ha posicionado como un recurso fundamental para la programación. Pedro José Romero, oficial de Ciberseguridad y Privacidad de Huawei Colombia, destacó que estas herramientas abiertas pueden impactar positivamente el ecosistema educativo e hizo un llamado a padres y maestros para que se involucren activamente en esta transformación.

Educación superior: el motor transformador del mañana

En un tercer segmento, rectores de diferentes universidades y representantes del sector privado reflexionaron sobre el papel de la educación superior en la transformación social del país mediada por las tecnologías emergentes. El rector de la Universidad Externado de Colombia, Hernando Parra Nieto, fue uno de los que subrayó que la transformación en materia tecnológica no se puede desligar de la formación humana. 

“Creo en la educación presencial, pero eso no quiere decir que esté descartando la tecnología. Si el estudiante recibe una sólida formación en humanidades, puede usar cualquier herramienta que venga”, aseveró Parra, añadiendo que es urgente que los estudiantes se enamoren de la educación. El rector también expresó sus reparos frente a la financiación de la educación superior, señalando que la situación del Icetex es “grave” y “casi inconcebible en un gobierno que se dice progresista”.

Por su parte, Margarita Áñez Sampedro, rectora de la Fundación Universitaria Compensar, hizo un llamado a comprender el impacto de la tecnología en las distintas poblaciones del país. Además, resaltó la importancia de involucrar al sector empresarial para asegurar una inserción laboral efectiva de los nuevos talentos.

Otra reflexión destacada de los rectores fue la necesidad de que las comunidades académicas desarrollen las capacidades necesarias para adaptarse a estas herramientas. En palabras de Niky Murcia, rector de la Universidad de La Salle, “cuando hablamos de tecnología se nos olvida quiénes la usamos. Hay que hablar de cómo construimos unas comunidades académicas robustas”.

En esa misma línea, Harold Castilla, rector general de la Universidad Minuto de Dios, subrayó la importancia de una formación integral centrada en la persona. “Esa dimensión humanista de nuestra propuesta educativa es la clave”, afirmó, y añadió que es necesario equilibrar la incorporación de nuevas herramientas con su uso estratégico en los territorios.

Pablo Vera Salazar, rector de la Universidad del Magdalena, sostuvo que la tecnología debe mediar la educación sin ignorar las profundas brechas sociales del país. Desde su experiencia institucional, enfatizó: “donde haya un buen maestro, siempre va a haber gente con ganas de aprender”. Para él, la tecnología interpela tres aspectos fundamentales del aprendizaje: el qué, el cómo y el para qué.

Desde el sector privado, Adriana Correa, gerente general de Meltec, se refirió a las habilidades clave que demanda el mercado laboral en la era digital. Señaló que la educación superior atraviesa un momento decisivo para responder a estas exigencias, y mencionó competencias como la analítica de datos, el manejo de inteligencia artificial, la computación y el desarrollo básico de software como esenciales para mantenerse a la vanguardia.

Impacto en los territorios: hacia un mejor futuro para todos

En el último segmento del foro, expertos conversaron sobre los avances tecnológicos y las estrategias para cerrar brechas en distintas regiones del país, con énfasis en la educación rural.

En Antioquia, la apuesta se concentra en tres frentes: conectividad, formación de talento y dotación de dispositivos. Según el secretario de Educación del departamento, Mauricio Alviar Ramírez, también se ha enfocado en fortalecer los aprendizajes fundamentales, como la comprensión lectora, ante los retos que enfrentan las instituciones educativas en las pruebas estandarizadas.

En el Valle del Cauca, la continuidad de los planes de gobierno ha permitido consolidar una política educativa sostenida por casi una década. Ana Milena Ortiz, subsecretaria de Calidad Educativa, explicó que, con un 85,2 por ciento de instituciones rurales y rurales dispersas, el enfoque en la ruralidad ha sido esencial en el desarrollo del programa Valle Labs, que desde 2019 ha dotado a las escuelas con herramientas como drones, tableros, dispositivos móviles y formación tecnológica para docentes.

El director general del Sena, Jorge Eduardo Londoño Ulloa, enfatizó que enfrentar los desafíos de la ruralidad es clave para una verdadera transformación tecnológica. “La Colombia profunda ha sido relegada a unas particularidades que nosotros desde los centros urbanos no podemos identificar. El excesivo centralismo es uno de los grandes problemas”, señaló. Para cerrar las brechas urbano-rurales, propuso tres ejes: recuperar la confianza, abrir espacios de diálogo y brindar reconocimiento.

Finalmente, Dora Ligia Agudelo, secretaria de Educación de Risaralda, destacó la apuesta del departamento por fortalecer la educación rural, subrayando que “la infraestructura educativa, la conectividad real y los medios tecnológicos accesibles son aspectos fundamentales para garantizar el derecho a la educación en todos los territorios del país”.