
Crédito: Riopaila Castilla
Esta es la empresa colombiana que impulsa un modelo de sostenibilidad en la industria azucarera
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Con una historia que comenzó en 1918, Riopaila Castilla ha evolucionado a lo largo de las décadas y ha enfocado sus esfuerzos en consolidar una producción sostenible basada en el fortalecimiento de su cadena de valor, la innovación y una relación sólida con las comunidades.

Riopaila Castilla, empresa con más de un siglo de historia en Colombia, ha consolidado un modelo de negocio que combina el desarrollo económico y la sostenibilidad como propósitos esenciales de su operación. La compañía, con presencia agroindustrial en Valle del Cauca, Cauca, Risaralda y Vichada, ha dado pasos importantes para convertirse en un faro del crecimiento sostenible en la producción de azúcar.
En 2024, cerró el año con ingresos superiores a 1,65 billones de pesos y utilidades por encima de los 70.000 millones, lo que representó un crecimiento del 11 por ciento. Sin embargo, más allá de los sólidos resultados financieros, la compañía destaca por su compromiso con el desarrollo regional y la sostenibilidad ambiental y social, destinando más de 38.000 millones de pesos a este tipo de iniciativas solo en el último año.
Según Guillermo Carvajal, gerente de Asuntos Corporativos, la empresa enfrenta los desafíos climáticos y operativos con una visión estratégica. Por ejemplo, en materia operativa, la compañía ha optado por ampliar sus zonas de producción, incorporando más de 1.200 hectáreas con nuevos proveedores para aumentar su capacidad y abastecimiento de caña de azúcar.
Precisamente, uno de los objetivos a corto y mediano plazo es fortalecer su cadena de abastecimiento local. Para ello, la compañía se ha propuesto que el 25 % de sus compras de bienes, obras y servicios provengan de proveedores locales, impulsando así el desarrollo económico de las regiones donde opera mediante la generación de valor compartido y la gestión social.
En materia ambiental, sin duda, su bandera ha sido la economía circular. Desde Riopaila Castilla han tenido claro que para actuar ante los desafíos ambientales se requieren estrategias contundentes. Además de la producción de caña de azúcar, miel o jarabe, la compañía ha diversificado su oferta con productos como los combustibles renovables y abonos orgánicos provenientes de los residuos de su operación. Esto lo han logrado, por ejemplo, con el aprovechamiento del bagazo de caña, que mediante diferentes técnicas, es transformado en productos que van desde el papel hasta muebles.
En otro extremo, los bonos de carbono han surgido como una alternativa de compensación climática de la empresa. En alianza con la Fundación Cataruben y Ecopetrol, certificaron más de 11.000 bonos de carbono que equivalen al 17 por ciento de las 6.400 hectáreas que Riopaila Castilla tiene protegidas en el departamento de Vichada.
Según Carvajal, gracias a la certificación de estas labores de conservación y a la incursión en mercado de bonos de carbono, han fortalecido los beneficios ambientales de la operación de la compañía.

Mirando al futuro
Entre las apuestas de la compañía, que desde ya implementan y buscan seguir fortaleciendo, está la agricultura sostenible. El cambio climático, la crisis de biodiversidad y la disminución de agua corresponden retos enormes para la operación de Riopaila Castilla. En ese sentido, la transformación e innovación aplicada en prácticas tradicionales del sector han posibilitado el fortalecimiento de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN).
En términos de gestión del cambio climático, desde la compañía han trabajado por mitigar las fuentes con mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, el uso de carbón representa el 49 por ciento de sus emisiones, seguido por el tratamiento biológico de las lagunas residuales industriales con 15 por ciento y el uso de combustibles fósiles para la operación de la maquinaría que corresponde al 14 por ciento.
A través de una hoja de ruta con acciones a corto y mediano plazo, Riopaila Castilla se ha propuesto revertir parte de estos efectos y alcanzar la carbononeutralidad en sus operaciones para el año 2030. Además, la compañía se ha fijado como meta reducir en un 30 por ciento sus emisiones directas de gases de efecto invernadero durante este año.
