
Crédito: EPM
Jepírachi EPM, el primer hito de la transición energética
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El parque eólico, que nació como un piloto de EPM para aprender sobre energías renovables y su desempeño en la Alta Guajira, deja lecciones que han servido a todos los desarrolladores.
Por: Contenido especial

Antes de que empezara el siglo XXI, temas como el cambio climático no figuraban en la agenda de prioridades de gobiernos, empresas o ciudadanos. Sin embargo, desde 1998 EPM entró en contacto con las comunidades Wayuu para construir el parque eólico Jepírachi, un piloto experimental para aprender sobre energías renovables y su desempeño en la Alta Guajira. Hoy, 25 años después, las lecciones que deja en materia técnica, social y ambiental son fundamentales para seguir avanzando en la senda de la transición energética.
Durante tres años EPM, con el acompañamiento de la Dirección de la Autoridad Nacional de Consulta Previa, entabló un amplio proceso de información, participación y diálogo intercultural con las comunidades de La Guajira. Fruto de ello, líderes y autoridades tradicionales acordaron medidas para el beneficio comunitario, en aspectos como acceso al agua, a la educación o la salud, entre otros. Finalmente, en 2002, las rancherías Arutkajuy, Kasiwoluin y Medialuna, reunidas en asamblea convocada por Corpoguajira, ratificaron los acuerdos pactados en la consulta previa y dieron vía al parque eólico Jepírachi.
Una vez seleccionado el sitio del parque eólico, con el criterio de minimizar los impactos en las actividades cotidianas y lugares sagrados de los indígenas y proteger la flora y la fauna, llegaron a Puerto Bolívar los primeros 10 aerogeneradores de Jepírachi, a finales de 2003.
En diciembre de ese año, con las pruebas de puesta en servicio de las máquinas 1 y 2 de Jepírachi, EPM le entregó al Sistema Interconectado Nacional (SIN) el primer kilovatio eólico generado en Colombia, un hito en la historia del sector. Después de la inauguración, el parque entraría en operación comercial, con sus 15 aerogeneradores, en abril de 2004.
Muy poco tiempo después de su entrada en operación, el proyecto empezó a generar beneficios más allá del sector eléctrico. Además de convertirse en un atractivo turístico de la región, el piloto despertó la atención de la academia, otros generadores de energía ávidos de incursionar en esa tecnología, autoridades interesadas en desarrollar la normatividad para parques eólicos y la comunidad internacional.
De hecho, Jepírachi fue la primera iniciativa colombiana para el Mecanismo de Desarrollo Limpio del protocolo de Kyoto y la primera inversión en energía eólica apoyada por bonos de carbono en América Latina. Esa experiencia eventualmente dio lugar a que el Banco Mundial creara el Fondo Comunitario del Carbono para apoyar proyectos de este tipo.
Durante la operación del piloto, EPM trabajó con la industria del Caribe y las universidades para consolidar un programa de ingeniería de desarrollo para la adaptación y reconversión de componentes críticos de los aerogeneradores de Jepírachi, para su fabricación en Colombia. Esto, sumado a la red de proveedores nacionales que entabló para el suministro de equipos y repuestos, permitió reducir la dependencia tecnológica del fabricante y la adaptación de los componentes para las condiciones de La Guajira.
De forma simultánea, la empresa trabajó, con aliados como el SENA, el ICBF, la Alcaldía de Uribia y la Gobernación de La Guajira, para mejorar las condiciones de vida de las comunidades en el área de influencia del parque. Así, no solo propendieron por la recuperación de actividades ancestrales propias de los Wayuu, sino también generaron oportunidades de empleo y capacidades para el desarrollo de proyectos productivos.
Jepírachi será recordado como la primera piedra que se puso en la construcción de la ruta de la transición energética: no solo porque fue un proyecto pionero con el que EPM le mostró al país, hace más de dos décadas, que la generación de energía con fuentes no convencionales era posible; también, porque dejó innumerables lecciones ambientales, técnicas, regulatorias y sociales que han permitido que hoy el país siga avanzando en ese camino.
