Crédito: Alcaldía de Barranquilla
La estrategia de Barranquilla para impulsar el desarrollo social
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La Alcaldía de Barranquilla ha priorizado la ejecución de programas enfocados en generar bienestar social, a través de iniciativas en vivienda, educación, salud y mejoramiento de la malla vial para impulsar el desarrollo de la ciudad.
Barranquilla es una ciudad que, paralelo a la transformación urbana, también está transformando el tejido social mediante la implementación de proyectos que mejoran la calidad de vida de miles de sus habitantes, especialmente aquellos que más lo necesitan. Ejecutar obras de infraestructura con profundo sentido social permite cumplir con uno de los objetivos de su Plan de Desarrollo.
Entre los programas más destacados están los que abordan de manera directa las necesidades básicas de vivienda, educación, salud, mejora de vías y apoyo al emprendimiento, ubicando a la ciudad como referente de desarrollo social.
Acceso a vivienda digna
Uno de los programas más ambiciosos es el Programa de Mejoramientos de Vivienda Saludable, que tiene como objetivo dignificar las condiciones de 20.000 hogares barranquilleros “de la puerta pa’ dentro”.
En palabras del alcalde Alejandro Char, lo que motivó la ejecución de estas renovaciones, es que “los hogares se estaban destruyendo por dentro. Las cocinas estaban en muy mal estado y los baños tenían mala calidad, situaciones que golpeaban la salud de las familias”.
Es así como este programa, que inició en el año 2016, y que para este tercer mandato evolucionó, no solo busca renovar las estructuras físicas de las viviendas y las condiciones de vida de quienes las habitan, sino aportar seguridad, salubridad y ahorro. Los hogares intervenidos cuentan con un ambiente armonioso para el desarrollo familiar. Solo en este 2024 se calcula que más de 8 mil hogares, que equivalen al 35% del total, serán transformados.
Este programa, en el que se invertirán más de 500 mil millones de pesos, tiene el objetivo de mejorar espacios en sus estructuras básicas como paredes, techos y pisos; instalar nuevas redes hidrosanitarias y, por primera vez, cambiar las redes eléctricas para minimizar riesgos y contribuir al ahorro del consumo de energía. Asimismo, se entregarán neveras ahorradoras para que las familias alivien la carga de alta facturación.
Otro programa que ha tenido un impacto significativo en la vida de los barranquilleros es Mi Techo Propio, una iniciativa que facilita la financiación para la adquisición de vivienda nueva tipo VIS o VIP, otorgando un subsidio económico de hasta $46.500.000.
El programa inició con 265 mil millones de pesos otorgados por la Alcaldía y busca beneficiar a 10 mil familias en las que se devenguen hasta dos salarios mínimos . “En los subsidios tradicionales es necesario contar con un crédito hipotecario; en cambio, con el subsidio distrital se puede cumplir un cierre financiero mucho más accesible, con la suma de varios ingresos, sean ahorros propios, cesantías, leasing habitacional y también otros subsidios de vivienda”, comentó el mandatario distrital.
‘Mi Techo Propio’ ha sido un verdadero motor de cambio, haciendo posible el acceso a vivienda nueva y digna, mientras fortalece el tejido social y contribuye a la estabilidad económica de la ciudad.
La nueva cara de los barrios de la ciudad
‘Barrios a la Obra’ es la punta de lanza del proyecto de pavimentación social de Barranquilla, que desde el 2008 le viene mejorando la vida a sus habitantes. Ha contribuido en el desarrollo de los barrios del sur en los que, hasta que hace dos décadas, no existían vías de acceso. “Todo era barro y piedras y ni las ambulancias podían llegar a esos sectores”, detalló el secretario de Obras Públicas, Rafael Lafont.
A esto se suma la recuperación y transformación del espacio público, con más de 250 parques y más de nuevos 700 mil metros cuadrados de paisajismo y 135 mil árboles de distintas especies sembrados en las 5 localidades, fomentando una cultura ciudadana arraigada en el respeto por la naturaleza y la conservación del medioambiente.
En paralelo, otro de los grandes desafíos ha sido la intervención del temible arroyo de Rebolo, una permanente amenaza para la integridad de más de 320.000 personas en el suroriente de la ciudad que durante años representó un riesgo de insalubridad, con desechos a cielo abierto, aguas negras empozadas, inundaciones en cada temporada de lluvias y vidas arrastradas con su imponente caudal.
“Esa herida que ha permanecido por más de 100 años en el corazón del Suroriente, la sanaremos de una vez por todas a través de una intervención histórica. Construiremos un Gran parque lineal encima del arroyo, para transformar un lugar lleno de basuras, oscuro y peligroso, en uno lleno de luz con bellos espacios verdes, para la cultura, el deporte y el comercio; espacios dignos para que toda nuestra gente del Suroriente disfrute de este testimonio vivo de transformación y esperanza”, expresó el alcalde Alejandro Char acerca de esta obra que avanza con la instalación de vigas y vaciado de los primeros metros lineales de la placa que cerrará de una vez por todas la herida del arroyo de Rebolo.
Este proyecto beneficiará especialmente a los residentes de Rebolo, La Luz, Las Nieves, Montes, San Roque, La Chinita, entre otros.
Más allá de la infraestructura: Un cambio social sostenible
El compromiso de Barranquilla con el bienestar social ha formado ciudadanos más unidos en torno a los nuevos espacios. Esta transformación no solo marca un antes y un después, sino que también proyecta un futuro esperanzador para toda la región Caribe, que ve en esta ciudad un modelo a seguir en su propio camino hacia el desarrollo.
La ‘Puerta de Oro’ de Colombia ha protagonizado un resurgimiento urbano en las dos últimas décadas. Las grandes obras de infraestructura, como el Gran Malecón, la ampliación y construcción de nuevas vías, la recuperación de la malla vial con la efectiva operación tapahuecos, hacen de Barranquilla una ciudad más accesible, conectada y atractiva tanto para sus habitantes como para los inversores.
Políticas inclusivas y bienestar social
La infraestructura, la equidad y la inclusión social son pilares del Plan de Desarrollo. A través de programas como ‘IUB al Barrio’ se democratiza la formación universitaria llevándola más cerca de los hogares en sectores menos favorecidos, ofreciendo más de 2.000 cupos para formación técnica, tecnológica y profesional gratuita, y utilizando 10 colegios como subsedes de la universidad pública.
Igualmente, la política de bilingüismo, que se imparte en todas las escuelas oficiales y que beneficia a estudiantes y cuerpo docente, propende la formación integral de ciudadanos más competitivos para el mundo, con el aprendizaje de una lengua extranjera.
Asimismo, la dignificación de los vendedores del mercado público que antes trabajaban bajo la inclemencia del clima, y que se han reubicado en distintas plazas y galerías, cuentan con un gran espacio de más de 20 mil metros cuadrados en el nuevo y moderno ‘Gran Bazar’. En este mercado se invirtieron 36 mil millones de pesos para que centenares de vendedores ejerzan el comercio de sus productos en una forma más digna y segura.
El éxito de Barranquilla no se ha limitado a sus fronteras. El desarrollo de la ciudad ha tenido un efecto positivo en el caribe colombiano al convertirse en un modelo de gestión eficiente e inclusiva. Este modelo sirve de testimonio a las políticas que combaten la inequidad y promueven el desarrollo urbano, generando bienestar social, fortaleciendo la cohesión comunitaria y posicionándose como motor de desarrollo económico y social, capaz de generar prosperidad y oportunidades para todos.
Contenido elaborado con el apoyo de la Alcaldía de Barranquilla.