La revolución de la banca digital
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Una de las grandes innovaciones que han surgido en el ecosistema de la tecnología financiera son los bancos digitales que, como su nombre lo indica, tienen toda su operación en línea y no cuentas con sucursales físicas. Por eso, hemos empezado a escuchar con insistencia nombre como Nubank, Lulo o Nequi… Y es solo el principio.
Por: Contenido especial
La expansión extremadamente acelerada de los bancos digitales – Nubank inició operaciones en Colombia en 2021 y al año siguiente colocó 565.000 tarjetas de crédito– se explica con dos argumentos: su operación que saca el máximo provecho de la tecnología y los beneficios que ofrecen a sus clientes, muchas veces en contravía de la banca tradicional.
Una característica de los bancos digitales es el crecimiento exponencial de su base de clientes. Para lograrlo, lanzan anzuelos realmente convincentes. Por ejemplo, Nubank otorga tarjetas de crédito sin cuota de manejo y sin condiciones, Lulo tiene una cuenta de ahorros con cashback y devolución del 4x1000, Pibank da 10% de rentabilidad anual a las cuentas de ahorros y Lineru ofrece crédito inmediato hasta por 1.2 millones de pesos.
Mientras la queja constante de la banca tradicional es que cobran por todo, los bancos digitales, en cambio, se desprenden de este estigma porque entienden que el verdadero negocio no está en cobrar por hacer transacciones o por utilizar una tarjeta.
Nubank, el caso ideal
En 2013 el paisa David Vélez –hoy uno de los hombres más ricos de Colombia–, junto con Cristina Junqueira y Edward Wible, fundaron en Sao Paulo, Brasil, este neobanco que se convirtió en pionero de la banca digital y un caso de estudio que muchos envidian. Hoy es considerado el banco digital más grande del mundo fuera de Asia, con operaciones en Brasil, México y Colombia, con más de 73 millones de clientes y un valor de mercado tasado en 48.000 millones de dólares.
Su principal producto es una tarjeta de crédito –la “moradita”, como se conoce en Colombia– respaldada internacionalmente por Mastercard, sin tarifas ni comisiones, administrada por completo a través de una app y con una tasa de interés que compite contra la banca tradicional.
Los nuevos convidados
Tras el éxito abrumador de Nubank vinieron nuevos participantes en la banca digital. Lulo pertenece a la familia Gilinsky y actualmente está valorado en 400 millones de dólares, tras una inyección de capital de los aliados árabes del magnate colombiano.
Fundado en 2019 con la idea de democratizar el acceso a la banca, rompió los paradigmas al ofrecer una cuenta bancaria contraria a lo tradicional: sin costos por manejo, que devuelve al usuario 0,5% de sus compras (cashback) y devuelve el 4x100 causado por las transacciones del mes, con 8% de rendimiento anual y sin cobro por retiros en la red de cajeros Servibanca.
Por su parte, Pibank nació enfocado en el ahorro y no en el gasto. Por eso, su cuenta no está asociada a ninguna tarjeta débito, ni permite pagos PSE. Es solo para guardar la plata, y por eso no aplica ningún cobro y aumenta el rendimiento a 10%. Además, simplificó los procesos y todo se maneja en su app.
Nequi, un caso aparte
Nació como una subdivisión de Bancolombia, pero en 2021 se escindió para operar independiente como banco digital, y desde sus inicios ha causado una verdadera revolución en Colombia: Nequi es el primer acercamiento que miles de colombianos han tenido con la banca, especialmente en la economía informal.
Vendedores ambulantes, pequeños negocios de barrio, tienditas, emprendedores que venden on line, maestros de obra, carpinteros, cerrajeros, mecánicos, jardineros… Es difícil encontrar alguien que venda un producto o servicio y que no tenga Nequi para recibir sus pagos.
Gracias a esto, gran parte de esta economía informal se ha hecho visible y ahora es posible, según Juan Carlos Mora, presidente del Grupo Bancolombia, entender sus patrones de movimientos de dinero y crear productos a su medida, como préstamos. De allí que hoy uno de los principales productos de Nequi está en la colocación de pequeñas sumas de dinero.
Esta nueva banca está totalmente soportada en la tecnología, y por eso puede adoptar de forma orgánica todos los avances que aparecen continuamente. Hoy, muchos de los procesos de los bancos digitales están automatizados mediante el uso de robots, software de procesamiento de datos y esquemas de pago programados; e Incluso, existen bancos que usan Chatbots para la atención a clientes. Esto los hace más rápidos y eficientes, menos burocráticos y más convenientes en términos de beneficios para los usuarios.