Mazda CX-50, la apuesta off-road de la marca japonesa

Desde su lanzamiento, Mazda CX-50 ha sorprendido a los amantes de la conducción a nivel mundial por sus proporciones robustas, diseño diferencial, y su completo equipamiento en tecnologías y asistencias que acompañan y protegen a los pasajeros durante cualquier experiencia de manejo. El éxito ha sido tal, que fue galardonada con el premio ‘Top Safety Pick+ 2022’ por el Instituto de Seguros para la Seguridad en Carreteras, gracias a todas las herramientas que ofrece en materia de seguridad y a los sobresalientes resultados que obtuvo durante las seis pruebas de colisión realizadas.
 
Si bien es cierto este reconocimiento confirma que Mazda equipó este modelo con un paquete completo de tecnologías para la seguridad activa, pasiva y proactiva del conductor y sus acompañantes, también es claro que la CX-50 evidencia el salto que dio la marca al sumarle a su portafolio un vehículo capaz de desenvolverse con propiedad en diferentes tipos de terreno.  

Creada para satisfacer el gusto de los apasionados por el contacto con la naturaleza, la apuesta todoterreno de la marca japonesa está equipada –en dos de sus tres versiones (Grand Touring y Grand Touring LX)– con la tecnología i-Activ AWD, que ayuda a reducir la pérdida de adherencia de las llantas mediante un seguimiento continuo de las condiciones de la carretera, ya que cuenta con la función Off-Road que, al activarla, ofrece un mejor desempeño en el arranque sobre superficies de muy bajo agarre o en situaciones donde hay poco contacto de alguna de las ruedas con el suelo.

El objetivo de la marca de convertir este modelo en la compañera ideal cuando se viaja a lugares que inspiran libertad lo reafirma el motor Skyactiv-G de 2.5L que entrega una destacada relación de compresión de 13 a 1, hasta alcanzar 188 caballos de potencia a 6.000 rpm y un torque de 25,7 kg/m a 4.000 rpm. El mismo que en los regímenes de bajas y medias revoluciones genera el par motor requerido para un manejo ágil y una respuesta inmediata, sobre todo en los adelantamientos, en los que resulta más conveniente el modo Sport. Y lo mejor: todo lo anterior con gasolina corriente.  

En cuanto a su diseño, en la silueta exterior los amantes de la conducción se deleitan con una postura amplia, guardabarros ensanchados y una línea baja del techo que, fusionados mediante una composición ingeniosa, hacen que luzca esbelta, audaz, pero atrevida. 

Pero Mazda no podía dejar de lado la elegancia propia de la filosofía de lenguaje de diseño KODO, con la que la marca ratifica el compromiso de generar experiencias únicas centradas en el ser humano.

Por eso, el interior fue cuidadosamente diseñado a partir de las propuestas de los maestros Takumi, artesanos expertos que la equiparon con el concepto Jinba-Ittai, cuya traducción exacta es ‘caballo y jinete como uno solo’ y que se refiere a esa conexión perfecta e intuitiva entre el piloto y la máquina, para disfrutar del placer de conducir y que, particularmente en este modelo, brinda la confianza necesaria para explorar cualquier tipo de terreno.

Materiales finos, superficies suaves al tacto y acolchadas, un techo panorámico envolvente, cojinería en cuero color negro o en color terracota, salidas de aire verticales, mandos en el timón forrado en cuero, sillas delanteras eléctricas tipo cubo con memorias para el conductor, panel de instrumentos con una pantalla de siete pulgadas y un equipo de sonido Bose de doce parlantes, se suman al arsenal de elementos consistentes con el confort, la elegancia y sofisticación de la que hemos venido hablando. 

A propósito, como en todos los vehículos de Mazda, CX-50 cuenta con Control G-Vectoring Plus (GVC+), una tecnología con la que los ingenieros de Mazda logran que la circulación del vehículo sea más precisa, inspire más confianza y sea más confortable, ya que suaviza el efecto de las fuerzas G para reducir el balanceo del cuerpo, disminuyendo el estrés y la fatiga durante viajes largos, cuando se enfrenta el tráfico en la carretera o en la entrada a las principales ciudades del país. 

Y si se trata de la conectividad, incorpora la interfaz de Mazda Connect, que amplía la forma en la que las personas interactúan con el vehículo: ¡sonido, música, cámaras, acción!, sin tener que apartar la mirada de la carretera. 

Este ecosistema contempla una pantalla TFT de 10 pulgadas, además de una pantalla activa de conducción a color, más conocida como Head-up Display, que proyecta en el panorámico la información esencial de manejo. Adicionalmente, incorpora un botón multicomando ubicado en la consola central, que garantiza una interacción intuitiva, divertida y precisa con las diferentes opciones que ofrece para el entretenimiento. Compatible con dispositivos Android y iPhone, incorpora cargador inalámbrico para complementar la experiencia.

Y ya para terminar, en materia de tecnología que, como se dijo al principio, le aporta a la seguridad de todos, la lista es bastante numerosa, ya que –en todas sus versiones– Mazda CX-50 incluye novedades como la Asistencia de Permanencia en Carril + Prevención de Salida de la Vía, Control Automático de Luces Altas, Sistema Activo de Iluminación Frontal, Control de Velocidad Crucero Adaptativo, Sistema Avanzado de Monitoreo de Punto Ciego, Alerta de Tráfico Cruzado Atrás, Asistencia Inteligente de Frenado Delantero, entre otras.

Es indudable que con Mazda CX-50, la marca japonesa quiere invitar a los amantes de la conducción a descubrir ambientes rodeados de naturaleza, a través de la configuración off-road con la que complementa todos los recorridos de aventura con los amigos y la familia, así como a disfrutar de una experiencia de confort sobresaliente y un diseño premium que para nada pasa desapercibido.