El Externado es el refugio intelectual de las comunidades ancestrales

El Externado es el refugio intelectual de las comunidades ancestrales

Crédito: Universidad Externado de Colombia

Ebawi Zarabata es el primer miembro de la comunidad Kogui en estudiar en la Universidad Externado de Colombia. A sus 16 años, con el permiso de los mamos, decidió venir a Bogotá para cursar el pregrado en derecho con la firme convicción de defender los derechos de su comunidad y de abrir las puertas para que más jóvenes de su pueblo tengan la oportunidad de convertirse en profesionales.

Por: Contenido especial

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Su ingreso a la educación superior se dio gracias al Programa de Interacciones Multiculturales -PIM- de la Universidad Externado de Colombia, el cual, junto al Icetex, otorga becas para indígenas de todo el país que quieran formarse profesionalmente para luego aplicar en sus territorios todo lo que aprendieron durante sus estudios universitarios. 

Actualmente, el Externado tiene matriculadas(os) a 60 jóvenes indígenas de 30 pueblos diferentes: Caviyari, Cofan, Kankuamo, Kiwcha, Misak, Yanakona, Uitoto, entre otros. Para ser admitidas(os), las(os) aspirantes al programa deben hablar su lengua, conocer las dinámicas de sus territorios y contar con el permiso de las autoridades de sus comunidades. Muchas(os) de ellas(os) eligen su profesión de acuerdo con las necesidades que hay en sus pueblos. 

Los requisitos que solicita la Universidad para admitir a las(os) estudiantes indígenas tienen un fundamento muy bien cimentado: poder generar un diálogo entre pares diversos que permita explorar y trabajar bajo la premisa de la riqueza cultural y de conocimientos, que se da gracias a la existencia de los pueblos ancestrales. 

“Los estudiantes deben cumplir con todo el rigor académico establecido en cada uno de los programas que están estudiando. Además, deben participar en todas las actividades para propiciar el diálogo. Nos apoyamos en la lengua, porque si no hablo la lengua no puedo lograr obtener ese sentido interpretativo de ese pensamiento propio y del modo de vida existente”, afirma Mutauta Kaa Asik Muelas, coordinador del Programa de Interacciones Multiculturales. 

Al llegar a la Universidad, las(os) jóvenes indígenas se encuentran con 29 comunidades distintas, las cuales tienen la posibilidad de descubrir gracias a los espacios de encuentro que se generan desde el PIM, donde estudiantes y docentes se reúnen para dialogar sobre sus maneras de ver la vida, los alimentos, las semillas, el agua, la naturaleza, entre otros puntos de conexión. 

Universidad Externado de Colombia
Foto: Universidad Externado de Colombia

“Para mí son muy importantes los espacios que genera el Programa porque todos podemos dialogar y compartir los conocimientos que tenemos de nuestros territorios. Por ejemplo, yo pensé que en Colombia solo existían las cuatro comunidades indígenas de la Sierra, pero al llegar a la Universidad me di cuenta que no somos los únicos, que hay pueblos en la Amazonía, en el Cauca. Cuando vi todo eso me interesé por hablar con ellos y conocer cuál es su manera de ver las cosas, de ver el origen, de ver el agua y cómo cuidan ellos los espacios”, dice Ebawi. 

Entre los espacios que el claustro ha brindado al Programa, para generar esos procesos de diálogo, se encuentra una huerta en la que las(os) indígenas se reúnen para sembrar, cocinar y reflexionar sobre los alimentos, las semillas, la tierra, entre otros temas. Asimismo, los jueves se reúnen para socializar trabajos comunitarios, ideas y proyectos que les permiten enriquecer sus experiencias académicas. 

“Una de las potencialidades que tiene el PIM es ese diálogo entre pueblos, territorios, lenguas, modos de vida; ese diálogo es lo que potencializa la estadía de los estudiantes en Bogotá porque, al llegar a la Universidad y encontrarse con otros 29 pueblos, con otras 29 formas de entender la vida, con otras 29 lenguas, es una total apertura de conocimiento. Ellos logran ver cómo se hace la justicia propia en un territorio, que hay elementos de salud muy parecidos a los propios en otros lugares de Colombia. Todo eso enriquece la experiencia académica y también su identidad, todo es un complemento, pero todo se hace a partir del diálogo entre iguales”, comenta el profesor Giovanny Simbaqueba. 

Los valores humanistas de tolerancia, respeto, fraternidad e igualdad que caracterizan a la comunidad externadista, permite que el Externado sea el mejor lugar para recibir a las(os) estudiantes indígenas: “Me siento muy seguro en la Universidad, pues los otros estudiantes y docentes son muy respetuosos. Ellos son muy amigables, muy buenas personas. Nunca me he sentido discriminado en la Institución y eso le da también mucha seguridad a mi comunidad, ellos se sienten muy tranquilos de que yo esté aquí”, comenta Ebawi.

La sociedad colombiana es diversa y rica en cultura, pero, infortunadamente, muchas veces esta diversidad se convierte en una fuente de conflicto y discriminación hacia los pueblos indígenas. Es importante reflexionar sobre esto y tratar de promover un mayor sentido de pertenencia e integración hacia estas comunidades.

Para lograr esto, es necesario comprender que las comunidades indígenas son una parte integral de la historia y el tejido social de Colombia. Han estado presentes en estas tierras durante siglos, y su cultura y tradiciones son una parte valiosa de nuestro patrimonio. Por eso, la premisa del Externado es reconocer y respetar su identidad cultural, sus derechos y su contribución a la sociedad.
 

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