
Más de 750 viviendas han sido conectadas al sistema, reduciendo la contaminación de quebradas, malos olores y la presencia de roedores e insectos.
Crédito: Ingeomega
Este es el proyecto de saneamiento que revoluciona el Valle de Aburrá: 2.000 familias beneficiadas
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Los habitantes de esta zona del país experimentan un cambio significativo en su calidad de vida, gracias a la construcción de redes y acometidas para conectar a los hogares al servicio de alcantarillado.

Este proyecto, que comenzó en 2019, se encuentra actualmente en su tercera versión y es liderado por Ingeomega para las Empresas Públicas de Medellín (EPM). Con una inversión aproximada de 22.000 millones de pesos, la iniciativa busca conectar a las viviendas situadas en las laderas, aquellas que por su ubicación geográfica no tienen acceso a redes de alcantarillado convencionales.
El proyecto tiene como objetivo reducir la brecha en el acceso a este servicio esencial y contribuir a la descontaminación de las fuentes hídricas de la región. Además, busca mejorar las condiciones de vida de comunidades que durante años han lidiado con el problema de las aguas residuales en sus alrededores.
Saneamiento y calidad de vida: un impacto real
Las obras de alcantarillado están transformando la realidad de numerosas familias. Hasta el momento, más de 750 viviendas han sido conectadas al sistema, lo que ha resultado en la reducción de la contaminación de quebradas, eliminación de malos olores y la disminución de roedores e insectos en los hogares.
César Buitrago, director del proyecto en Ingeomega, subrayó la gravedad de la situación anterior, al explicar que, al ingresar a muchas viviendas, era impactante observar cómo las aguas negras se evacuaban directamente en los patios. "Esto provoca olores intensos, favorece la presencia de roedores y pone en riesgo la estructura de las viviendas", señaló.
El proyecto tiene como meta realizar 800 nuevas conexiones este año, alcanzando un total de 2.000 familias beneficiadas al finalizar el contrato. Este esfuerzo es parte de la búsqueda constante de soluciones innovadoras para llevar el alcantarillado a las zonas de más difícil acceso, adaptándose a las particularidades de la topografía en cada comunidad.
Un desafío técnico
Uno de los principales retos del proyecto radica en las características geográficas del terreno. Las viviendas ubicadas en laderas requieren soluciones técnicas especiales, pues no tienen acceso a las redes convencionales de alcantarillado. "Trabajamos en quebradas, lo que nos obliga a realizar intervenciones manuales y artesanales. En muchos casos, debemos construir acometidas de hasta 150 metros para conectar a las viviendas con las redes principales", explicó Buitrago.
El proceso implica identificar la salida de aguas residuales en cada vivienda y canalizarlas hacia una red principal a través de tuberías diseñadas específicamente para adaptarse a la pendiente del terreno. "La comunidad está muy comprometida, nos han ayudado mucho porque saben que este proyecto los beneficia directamente y que estamos trabajando para descontaminar las quebradas de la ciudad", señaló Fredis Enrique Ramos Vásquez, encargado de una de las cuadrillas de trabajo de Ingeomega.
Zonas de intervención y presupuesto
Los trabajos se están realizando en sectores clave del Valle de Aburrá, en áreas del Distrito de Medellín como San Cristóbal, Villa Hermosa, Campo Valdés, Berlín y Moscú. Sin embargo, la cobertura de este proyecto se extiende a toda el Área Metropolitana de Medellín, con la posibilidad de expandirlo a otras zonas conforme EPM identifique nuevas necesidades.
La inversión total del proyecto ha asegurado los recursos necesarios para la construcción de las redes y acometidas, así como para llevar a cabo estrategias de socialización y acompañamiento comunitario.
El impacto ambiental de esta iniciativa es significativo, ya que la eliminación de los vertimientos en las quebradas ha mejorado la calidad del agua y ha reducido la contaminación en la región. "El principal objetivo es el saneamiento de las fuentes hídricas del municipio. Estas construcciones deben garantizar que las quebradas queden limpias", comentó César Buitrago.
Así mismo, el trabajo con la comunidad ha sido clave para el éxito del proyecto. Andrés Romero, ingeniero residente del proyecto en Ingeomega, enfatizó: “Este proyecto brinda grandes beneficios a la comunidad, ya que permite recoger las aguas residuales, limpiar las fuentes hídricas y facilita la expansión de la zona en los próximos años”.
La socialización y el acompañamiento constante han sido fundamentales. "Al principio, algunas personas se oponían al proyecto por el costo del servicio, pero al ver los beneficios de estar conectados al alcantarillado, su percepción cambió y empezaron a apoyar la iniciativa", explicó Buitrago.
Un modelo reconocido internacionalmente
El enfoque integral del proyecto ha sido reconocido internacionalmente. La primera versión de este proyecto, también ejecutada por Ingeomega, fue premiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como una de las iniciativas más innovadoras en agua y saneamiento de América Latina y el Caribe.
Marco Aurelio Vieira, gerente general de Ingeomega, resaltó la importancia de este tipo de proyectos: “Este tipo de obras reafirman nuestro compromiso de construir país. Más allá de las infraestructuras, lo que buscamos es generar un impacto social positivo en las comunidades”.
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo una iniciativa técnica puede transformar la vida de miles de personas, garantizar el acceso a servicios básicos esenciales y contribuir al desarrollo sostenible del Valle de Aburrá.
*Contenido elaborado con el apoyo de Ingeomega.
