'Alis', un viaje colectivo al centro del alma
Fotograma de 'Alis'.
'Alis' es un documental en el cual 20 mujeres adolescentes crean un personaje ficticio que resulta ser el retrato de sus propias vidas, muchas de ellas marcadas por el desarraigo, la vida en la calle y los peligros que ello conlleva. La película la dirigieron los cineastas colombianos Clare Weiskopf y Nicolás van Hemelryck y ya se exhibe en salas de cine.
Por: Eduardo Arias
Desde el pasado jueves se presenta en varias salas de cine Alis, un documental de Clare Weiskopf y Nicolás van Hemelryck que se llevó a cabo en La Arcadia (municipio de Funza, Cundinamarca), un centro donde viven mujeres adolescentes abandonadas o que provienen de familias rotas. Muchas de ellas han pasado por situaciones dramáticas, como haber tenido que vivir en la calle.
Clare Weiskopf y Nicolas van Hemelryck son dos cineastas colombianos con ancestros británicos (ella) y belgas (él) y desde hace algún tiempo viven en Santa Marta. Ambos fueron los directores de Amazona, un documental que tuvo mucha acogida en Colombia cuando se presentó en salas de cine.
El argumento de Alis es muy sencillo. En un centro de acogida para mujeres adolescentes los directores le piden a varias de las mujeres jóvenes que allí viven que imaginen la historia de una compañera ficticia llamada Alis. Tal como les sucedió a ellas, la historia de Alis comienza en las calles de Bogotá. A medida que avanza la película, los espectadores ven cómo Alis deja de ser un personaje de ficción y se transforma rápidamente en un espejo donde las protagonistas reflejan su alma.
Alis surgió en 2016 cuando Clare y Nicolás estaban estrenando Amazona. Los invitaron a dictar un taller documental en un internado para jóvenes abandonadas en el barrio Restrepo de Bogotá. “Nos dijeron que le íbamos a dar este taller de documental a niñas de 13 a 18 años que han estado en riesgo de vivencia en calle y que sus familias no las pueden sostener y viven en este lugar”, recuerda Clare.
Lo primero que pensaron (como pareja que acababa de tener a su primera hija) fue sentir lástima y prepararon el taller alrededor de lo que ellos pensaban que eran estas jóvenes. “Llegamos allá y fue como una bofetada”. Encontraron unas mujeres que los retaban, muy transparentes porque les decían de frente lo que pensaban y si algo no les gustaba se echaban a dormir.
Clare y Nicolás quedaron encantados con ellas y con el lugar. Querían volver a trabajar con ellas, entonces buscaron la manera de financiar otros talleres. Esa fue la semilla de la película. Durante ese tiempo trasladaron a las adolescentes del barrio Restrepo a La Arcadia, un espacio mucho más abierto, rodeado de potreros, fincas y bodegas, muy cerca de la pista de aterrizaje del aeropuerto El Dorado.
El proyecto comenzó a tomar su forma actual (un documental en el que varias adolescentes sentadas le hablan de frente a una cámara) porque en los talleres les proponían escribir una historia para la próxima clase. “Esas historias, aunque eran en mundos llenos de fantasía y en algunos casos ocurrían en otros países, muy rápidamente reflejaban sus universos y sus historias, sus estados de ánimo, de pensamiento y nos enseñaron que la imaginación puede ser una manera para conocer muy profundamente a la gente y de una forma única porque nadie puede imaginar lo que yo imaginé”, señala Nicolás. “Mi imaginación puede decir mucho más que mi biografía y puede llegar a verdades ocultas también”.
Cuando surgió la idea de trabajar con la imaginación empezaron a buscar la mejor manera de utilizar ese recurso. “Para nosotros era importante que fuera una película coral, porque todas ellas son increíbles, únicas, particulares y muy diferentes”, señala Van Hemelryck. Era una manera de retar esa imagen que suelen tener las personas de los niños abandonados, de la calle, que se les mira como si todos fueran iguales.
De allí pasaron al siguiente paso, pedirles a ellas que inventaran una compañera ficticia y que entre todas construyeran ese personaje y que de alguna forma las representará a todas. Como no tenían la certeza de que ellas conectaran con ese personaje,empezaron a hacer ejercicios. “Fue increíble porque muy rápidamente conectaron emocionalmente con Alis, que pasó por muchos nombres. Creo que cuando hicimos los primeros ejercicios se llamaba Perla”, recuerda Clare. “Conectaban tanto que a veces se olvidaban de Alis y hablaban en primera persona”.
Ellos saben que la entrevista es un formato muy mal visto en el mundo del cine documental y por ese motivo decidieron llevarlo al extremo. Una sola cámara, un solo lente mirando de frente a los ojos al personaje. Nada de segunda cámara para los apoyos y para poder esconder los cortes. “Nosotros queríamos ser totalmente transparentes. Si queríamos contar algo lo mostrábamos y no queríamos editarlas”, dice Nicolás.
Aunque habían dado pasos previos y en la investigación hicieron el ejercicio de crear un personaje con otras participantes de los talleres de cine documental, el resultado fue lo que rodaron de manera espontánea. Ocurrió un solo encuentro con cada una de ellas. Entraban una a una al dormitorio que comparten. Ya sabían que iban a participar en una película y que las iban a entrevistar. Las primeras no sabían de qué se trataba, pero al salir les contaban a sus compañeras que esperaban su turno y estas ya sabían de qué se trataba. Pero Nicolás y Clare no las preparaban para que crearan el personaje. Fueron encuentros espontáneos sin guion. Ellas no sabían nada y es ahí donde aparece espontáneamente lo que ellas quieren contar de alguien.
Esta película es muy distinta a un documental tradicional en el que durante muchos años se le hace un seguimiento a un personaje o a una comunidad. “Hay que tener en cuenta que estas jóvenes todo el tiempo están cambiando. Se escapan de la institución, las familias las retiran", dice Clare. "Nunca son las mismas jóvenes pero se repiten un poco sus historias de vida”.
En la película participaron 25 mujeres y aparecen 20 de ellas, "un número de personajes bastante grande. Nunca hubiéramos pensado que una película pueda tener tantos personajes", señala Nicolás.
La película tiene mucha intensidad dramática. Un espectador podría pensar que a ese resultado se llegó luego de varias sesiones y de encuentros muy densos. Sin embargo, los directores cuentan que cuando se examina el material en bruto cada encuentro dura entre 20 y 40 minutos y, dicen ellos, son encuentros donde no pasa mucho.
En la película fue muy importante el apoyo de Tatiana Andrade, quien aparece en los créditos como autora del guion. “Tatiana nos ayudó mucho a estructurar muy bien cómo iba a ser la película. Nosotros cuando nos sentamos con ellas al rodaje, que nos tomó dos semanas, ya teníamos claro cómo era la estructura. Fue clave tener listas unas preguntas que seguían un hilo narrativo", dice Clare.
Un elemento muy llamativo de la película es el uso del silencio, de lo que expresan las miradas y los gestos de los rostros de las mujeres cuando no abren la boca. Eso lo descubrieron en los rodajes de la investigación. “Ahí nos dimos cuenta que era muy importante que Clare hablara menos y que les diera más espacio a ellas para cuando terminaran lo que estaban diciendo, de reflexionar sobre lo que dijeron y tal vez añadir algo más”, señala Nicolás. Agrega que oír tanta palabra puede resultar agotador y que esos espacios son necesarios. Esas miradas y esos gestos a veces comunican mucho más que cualquier palabra. "Allí también se refleja el trabajo magistral de los editores para utilizar esos silencios y gestos para generar el arco dramático de la película",
Alis ya ha circulado por varios festivales internacionales. Se estrenó hace un año en la Berlinale, donde ganó el Oso de Cristal y el Teddy Award. Ya han ganado en el año 22 premios. Se estrenó en salas en Francia, y también en Rumania y Chile, ya que es una coproducción colombo-rumano-chilena.
Para Clare Weiskopft y Nicolás van Hemelryck es importante generar una discusión acerca del tema de la niñez y juventud, que nunca está en primera página. “Si no ponemos la mirada van a seguir siendo estos grandes problemas. Tenemos mucha expectativa en muchos campos. Ojalá se nos cumpla”.