Berlinale edición 75, un festival diverso y comprometido
18 Febrero 2025 09:02 am

Berlinale edición 75, un festival diverso y comprometido

La Berlinale (Festival de Cine de Berlín) es uno de los eventos más importantes del mundo.

Crédito: Cortesía Berlinale

Llegar a 75 ediciones es una celebración donde se acostumbra tanto a la nostalgia como a entender el lugar donde se está para ver cómo sigue el camino. El Festival de Cine de Berlín, Berlinale, que se celebra en estos días en Berlín, no es una excepción. Estas son algunas de las atracciones de esta edición.

Por: Juan Carlos Lemus

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El jueves 13 de febrero arrancó la edición 75 de la Berlinale, el único festival de cine de categoría A que se asienta en la capital de un país. Y Alemania no es uno cualquiera. Como contexto se pueden mencionar dos cosas de Berlín: una, la frase atribuida a Stalin: El que controla Berlín controla Alemania; el que controla Alemania controla Europa”. La segunda es el paso de David Bowie por esta ciudad dónde él pudo ser David Bowie, y no alguno de sus alter egos porque nadie se interesaba en él, según se entiende en el documental Bowie en Berlín.

Sobre la Berlinale 75 habría que agregar que la nueva directora, Tricia Tuttle, tiene la misión de hacer el festival menos político, y no como cuando las declaraciones de los directores de No other land, documental palestino-israelí galardonado el año pasado, dejaron al Festival mordiendo la mano que le da de comer. Además, el certamen nació en 1951 como uno de los intentos de reintegrar Alemania al mundo. Como una forma tanto de mostrarse como también de ver qué es lo que pasa allende sus fronteras usando el cine como una herramienta que permite un intercambio cultural.

Tila
Tilsa Swinton, actriz británica. Foto: Antonio Castello.

Y entonces, en la ceremonia inaugural, Tilda Swinton, de 64 años y quien asiste desde sus 26, soltó un discurso que hizo carraspear gargantas de ese parlamento alemán que tiene sus ojos y billetera puestos acá. Uniendo los puntos, podemos deducir que también alguna rasquiña le dio a la directora cuando el presidente del jurado de la competencia oficial, Todd Hynes, tampoco les hizo el quite a cuestiones como el trumpismo, en su país, y las consecuencias que se pueden tener en unas elecciones alemanas el próximo 23 de febrero donde la AFD se presenta fuertísima. Recuerden las palabras del dueño de X sobre esa agrupación de ultraderecha alemana.

Diversidad de temas y formatos

Pero entonces, ¿qué se viene a ver en esta edición? Mucho. Hay más de 280 producciones de diferentes formatos y extensiones que representan las visiones de unos 150 países. Una Berlinale que, también, se caracteriza por ser un festival con el radar puesto en la inclusión tanto cultural y comunitaria como en términos de libertades individuales, cualesquiera que estas sean. Y mientras Swinton daba su discurso, la policía no permitía una protesta propalestina que se quería hacer al costado de la alfombra roja.

Y en el CinemaxX se estrenaba Kein tier. So wild, una adaptación de Ricardo III donde los Lancaster y los York son dos familias mafiosas árabes que, en un perfecto alemán, se disputan el reino de Berlín con una mujer lesbiana como la desalmada encarnación del aspirante a rey.

De mencionar el drama alemán Mit der Faust in die Welt schlagen, que nos lleva a Sajonia en 2006 y la felicidad familiar inicial se va al traste debido reciente reunificación alemana que deja a la clase trabajadora de la anterior DDF en la precariedad laboral y con la violencia xenófoba y el alcoholismo como salidas al trauma de abrazar la 'civilización' capitalista.

El presente parece un tiempo donde la soledad y la falta de contacto con otros humanos ha llevado a que cada vez más personas dediquen su atención y cuidado a los animales. Iván Laud llega desde Argentina con El mensaje y la revisión a una cotidianidad poco común de una pareja que recorre la provincia con una niña con el supuesto poder de hablar con las mascotas vivas o no.

Timothée
Thimotée Chalamet, protagonista de A complete unknown, otra de las grandes atracciones de la Berlinale. Foto: Antonio Castello. 

En esa misma cotidianidad podríamos mencionar la película china Sheng xi zhi di, desarrollada también en la ruralidad a finales de la década de los noventa del siglo pasado. Un fresco de una vida de durísimas las condiciones tanto para hombres como mujeres, pero que para las más jóvenes de ellas tiene el sino que las constriñe en sus libertades individuales. Se siente la melancolía infinita en la joven que quiere cambiar ese mundo tan difícil por uno, a priori, más fácil en las ciudades del sur y en contra de también unas tradiciones y una manera de vivir que la sujeta. La sujeta en las acepciones tanto de amarrar como de unir como comunidad que se celebra.

El presente parece un tiempo donde la soledad y la falta de contacto con otros humanos ha llevado a que cada vez más personas dediquen su atención y cuidado a los animales.

También desde Oriente (?) nos llega esa mirada al futuro con Mickey 17, de Bong Joon Ho. La Warner Brothers —de escasa presencia en anteriores ediciones— lanza esta comedia negra con Robert Pattinson como un 'desechable', entendido en esta historia de ciencia ficción como un humano del que se pueden imprimir infinitas copias para la exploración espacial. Este trabajo de Joon Ho volverá a traer la atemporal pregunta de lo que significa ser humano.

Han sido diez días donde el cine del mundo se presenta en Berlín y al final se medirán todas esas fuerzas que atraviesan una actividad que sienta en la misma mesa la industria, el negocio, el arte y la política, por supuesto. Porque la indiferencia berlinesa es quizá hoy la máscara que se tiene para camuflar lo que importa en una sociedad tan comprometida con esa categoría.

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