“El cine documental ha tomado su espacio como un arte mayor”: Diego García Moreno, director de la revista 'La pesadilla de Nanook'

Diego García.

1 Noviembre 2024 06:11 am

“El cine documental ha tomado su espacio como un arte mayor”: Diego García Moreno, director de la revista 'La pesadilla de Nanook'

Este viernes 1 de noviembre a las 5:00 p.m. se lanza en la Cinemateca de Bogotá el quinto número de 'La pesadilla de Nanook', revista digital de la Corporación Colombiana de Documentalistas- Alados Colombia, única publicación en el país especializada en el cine y el audiovisual de no ficción.

Por: Redacción Cambio

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La pesadilla de Nanook es una publicación digital anual que se lanza durante la Muestra Internacional Documental de Bogotá MIDBO, el evento más importante de exhibición documental en Colombia, organizado por la Corporación Colombiana de Documentalistas – Alados, que se lleva a cabo desde el pasado 29 de octubre y que se prolongará hasta el lunes 4 de noviembre, en la Cinemateca de Bogotá, la Alianza Francesa, el Centro Cultural Gabriel García Márquez y la Universidad Jorge Tadeo Lozano, así como otros espacios culturales de la ciudad como Maloka y Cinema Paraíso.

El nombre de la revista se basa en un documental mudo de Robert Flaherty llamado Nanook el esquimal. En el editorial de la primera edición de la revista se explica en detalle los motivos que llevaron a los fundadores a ponerle ese nombre.

Las temáticas que hasta el momento ha explorado La pesadilla de Nanook han sido la seducción de lo real, el pánico de lo real (publicada tras la pandemia), la invención de lo real, la evolución de lo real. Esta nueva edición está dedicada a las catástrofes de lo real, un tema que obedece a la necesidad de reflexionar acerca de la difícil situación que vive el mundo hoy.

Ensayos, crónicas, entrevistas y reseñas provenientes de Chile, Guatemala, España, Ecuador, Argentina, Venezuela, Francia, Cuba y Colombia analizan en esta nueva edición las catástrofes de lo real. Desde guerras y tragedias ambientales hasta políticas que imponen formas totalitarias en diversos países y que cuentan con millones de adeptos y que buscan eliminar los logros sociales conquistados a través de siglos.

La lista de participantes es extensa. Dos textos de Alejandra Meneses y Hugo Chaparro Valderrama, y la entrevista de María Luna al realizador tailandés Rithy Panh señalan cómo el documental es un testigo de conflictos en los que el ser humano es una amenaza para el ser humano. La directora chilena Liss Orozco y la guatemalteca Anaïs Taracena hablan de su experiencia al desempeñar su oficio bajo el yugo de las dictaduras en sus propios países.

Hugo Ramírez aborda la migración, el crítico Christian León revisa películas ecuatorianas cuyo eje central son los terremotos y Carolina Cuervo muestra cómo las convulsiones planetarias se reflejan en la gastronomía del cambio climático que ha invadido nuestra alimentación cotidiana. Laura Gómez, en entrevista a Federico Atehortúa, Agustina Comedi y Marta Hincapié, aborda el tema de los archivos y cómo en ellos se guardan la memoria y las heridas, y sus imágenes se convierten en máquinas del tiempo para salvarnos del olvido, y el documentalista Pablo Mora dice que las imágenes no existen si no se ven.

Quizás uno de los mejores lugares para esperar el fin del mundo sea una sala de cine. Los testimonios de Jerónimo Atehortúa y Juan Pablo Franky dan su versión del caos. El sonidista Yesid Vásquez, la fotógrafa Carolina Navas y la gestora cultural Vanessa Vivas exponen sus visiones para entender los oficios del cine que contribuyen a que el espejismo del documental simule la realidad.

La edición también trae doculists que orientan al público para encontrar los documentales más emblemáticos de Latinoamérica y del mundo, y reseñas de películas de la programación de la MIDBO.

Lea aquí la revista y los cuatro números anteriores.

CAMBIO
habló con Diego García Moreno, fundador y director de La pesadilla de Nanook, acerca de la revista y del cine documental. Él también fue fundador y presidente de la junta directiva de Alados.

CAMBIO: ¿Quiénes conforman el equipo de trabajo de La pesadilla de Nanook?

Diego García Moreno:
El equipo editorial ha estado conformado por voces profesionales, creativas, críticas y comprometidas con el oficio. El editor del contenido escrito, llamémoslo clásico, ha sido desempeñado durante los cinco años por el escritor y crítico Hugo chaparro Valderrama; la comunicadora Diana Díaz tuvo a su cargo el componente interactivo desde la creación de la revista hasta que atendió el llamado como directora de la DACMI; realizadores y docentes como Alejandra Meneses y Juan Camilo Álvarez, y actualmente las directoras Laura Gómez, Camila Trejos y el comunicador Oscar Güesguan han remado para que esta nave siga su rumbo contra viento y marea. Fue invaluable el trabajo de Amanda Sarmiento y Margarita Herrera en la producción general de la revista, cargo que hoy está bajo la responsabilidad de Vanessa Vivas. Y, por supuesto, es importante mencionar el remarcable trabajo de la diseñadora Mavila Trujillo. La sociedad de gestión de derechos EGEDA ha sido compañera de ruta con su apoyo económico desde nuestra segunda edición.

CAMBIO: Ya llevan cinco números de la revista. ¿Cuál es su balance?

D. G. M.: Cumplir cinco años continuos publicando La pesadilla de Nanook, significa que vamos integrándonos coherentemente con el proceso que vive el cine y el audiovisual de lo real. Que en Alados, como gremio, hemos respondido a tiempo a la necesidad de llenar el vacío de información y reflexión existente con respecto a una expresión fundamental de nuestro tiempo.

CAMBIO: ¿A cuáles objetivos le apuntan?

D. G: M.: A medida que el documental va ganando su espacio en el paisaje audiovisual, que se hacen evidentes sus múltiples interacciones con la realidad, ya sea como explorador, relator, vigía, cuestionador, denunciante o amplificador de su presente y su evolución, es necesario que las voces de sus creadores, ya sean realizadores, productores, distribuidores o técnicos, se compartan, que se develen sus inquietudes y decisiones en el proceso, pero también que el diálogo se extienda a los estudiosos e investigadores de tan extensa y diversa producción. Que sea una voz colectiva que se exprese con rigor y profundidad y dé cabida horizontalmente tanto al documental de gran formato que circula por los festivales y las salas comerciales, así como a la producción comunitaria y a la de grupos minoritarios que se abren paso en espacios alternativos y atraen y forman nuevos públicos. Que siendo una revista virtual, aparte de recurrir al lenguaje escrito en formatos clásicos como el ensayo, la crónica, las reseñas y los diarios, su contenido explore y ahonde en lenguajes y formatos que el mundo digital pone a su disposición desde las creaciones interactivas hasta los podcasts. Que siendo una revista en español, cuente siempre con gran participación internacional, en especial iberoamericana.

CAMBIO: ¿Cuáles son las expectativas de la revista cuando usted mira hacia el futuro?

D. G. M.: Hay que tener en cuenta que La pesadilla de Nanook es una revista nacida en un gremio que vive y se moldea continuamente en función de lo que la realidad del planeta y la evolución del oficio dictamina. Hemos considerado importante que la renovación en su equipo editorial esté siempre en la hoja de ruta y para ello estamos invitando a hacer parte del equipo a jóvenes de esa gran cantera a que dediquen un tiempo de su vida profesional a la experiencia editorial. Hasta el momento la publicación ha sido virtual, pero esperamos muy pronto tener también una presentación impresa.

CAMBIO: ¿Se puede hablar de un auge del género documental en Colombia y en otras latitudes?

D. G. M.:
El cine documental en el siglo XXI, en todo el mundo, ha tomado su espacio como un arte mayor. El peso de la realidad, su riqueza y diversidad, pero también sus inesperados giros, sus conflictos y la gran problemática humana, han invitado a quienes optan por aproximarse a ella desde lo audiovisual, a la experimentación, a la búsqueda de nuevos lenguajes, de planteamientos sorprendentes, al descubrimiento de las múltiples posibilidades de sus puntos de vista, a la afirmación o ruptura de autorías propias o colectivas, al coqueteo y hasta el desborde de límites con la ficción y con otras artes, sin perder su esencia de búsqueda de verdad y respeto ético. Es una herramienta que nos permite también descubrir mundos, minorías, que hasta hoy han estado escondidos o menospreciados u oprimidos. Las nuevas generaciones van descubriendo en el documental un arte de su tiempo que se inserta en las ventanas que irrumpen en el paisaje audiovisual. Pero aún falta mucho apoyo económico para su producción y su distribución. Falta que el gran acervo documental existente sea incorporado en los espacios educativos y logre convertirse en un ritual cotidiano de los hábitos culturales, que se generalice su investigación y su disfrute.

CAMBIO: ¿Cómo afecta y/o afectará la credibilidad del género documental la avalancha de noticias falsa y la llegada de la inteligencia artificial?

D. G. M.:
Me permito remitirlo a dos artículos publicados por la revista: La inteligencia artificial no reemplazará al ser humano y Lo importante es la ética.

La pesadilla de Nanook
Evento de lanzamiento
1 de noviembre de 2024, 5:00 p.m.
Cinemateca de Bogotá.
Evento con entrada libre y copa de vino para celebrar los cinco primeros años de la publicación.

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