Cuatro artistas de Armero se levantan contra el olvido
5 Marzo 2025 05:03 am

Cuatro artistas de Armero se levantan contra el olvido

Exposición '4 artistas contra el olvido y 1 video contra la amnesia', en la Casa Museo Alfonso López, de Honda.

En la Casa Museo Alfonso López, de Honda, cuatro artistas de Armero y un colectivo unieron su fuerza y creatividad para mostrar que el espíritu de Armero sigue vivo entre quienes sobrevivieron a la tragedia que borró del mapa a su ciudad. Un ejercicio de memoria y también un clamor para que no se olvide una tragedia que se hubiera podido evitar.

Por: Eduardo Arias

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En la Casa Museo Alfonso López, un museo público en la zona histórica de Honda, se exhibe la muestra 4 artistas contra el olvido y 1 video contra la amnesia, en la que participan cuatro reconocidos artistas de Armero. Ellos se reunieron para expresar la necesidad de que no se olvide la tragedia que borró del mapa a Armero, una tragedia que se hubiera podido evitar. Son Arcadio González, de 91 años de edad, Hernán Darío Nova (65), Mónica Zárate (66) y Bibiana Cervantes, de 53. Desde diferentes perspectivas y técnicas, ellos abordan un tema común: cómo evitar el olvido. Una exposición que, además, complementa la exhibición Alfredo Molano, caminos y puentes con la otra Colombia, que en gran medida también está relacionada con la memoria y la lucha contra el olvido.

“Esta muestra gira en torno a cuatro artistas armeritas que exploran desde sus diferentes técnicas una temática bañada de lodo y de olvido”, señala en el texto curatorial Francisco González, periodista, escritor y curador de la muestra. “Resulta fácil olvidar cuando en este país una tragedia procura tapar a la anterior, pero ni Arcadio, ni Darío, ni Mónica, ni Bibiana quieren olvidar, y si ya no existe un territorio, el mapa mental de su antiguo terruño que ronda en sus cabezas los hace evocar desde su postura plástica esos lugares emblemáticos y recuerdos de infancia”.

Arcadio
Niño con trompo, Arcadio González.

Arcadio González, muy recordado por sus figuras obesas que incitaban a inevitables comparaciones y debates entre su obra y la de Fernando Botero, evoca en sus cuadros juegos de su ya lejana niñez como el trompo y la cometa. Darío Nova explora en sus trazos en tintas chinas los días de la tragedia y el dolor que le provoca el territorio devastado y la ciudad en ruinas. Por su parte, Mónica Zárate le rinde homenaje a la arquitectura de un Armero que ya no existe y -señala González en su escrito- “representa los días de cine y de sermones en el Teatro Bolívar y la Iglesia de San Lorenzo. Otro de sus símbolos es el algodón, que graba y que confirma su búsqueda por lo abstracto, sirve de invitación a esta muestra y de reflexión a su color blanco. Bibiana Cervantes se sirve de la madera para evocar el espíritu religioso de Armero, representada en las iglesias de San Lorenzo y el Carmen y, al utilizar colores como el blanco y los grises, evoca la flor del algodón, símbolo de la prosperidad agrícola de Armero.

En la exposición también se presenta ¡Que no nos vuelva a pasar!, un video que muestra un museo imaginario de lo que era Armero. Se basa en la investigación de la Fundación Armando Armero. Una de las tareas que se ha emprendido es la búsqueda de los menores que salieron vivos de la tragedia y que terminaron formando parte de familias tanto colombianas como de otros países.

CAMBIO habló con Francisco González acerca de la exposición y del alcance de las iniciativas de los armeritas para que su ciudad no desaparezca en el olvido.

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Algodones de vida, Mónica Zárate.

CAMBIO: ¿Cómo fue el proceso para escoger a los cuatro artistas?

Francisco González: Desde hace muchos años estos artistas vienen trabajando y son los más representativos de Armero. Mónica Zárate, con sus intaglios, Viviana que vive en Estados Unidos, Arcadio, por su edad y trayectoria, y Hernán Darío Nova. Como curador les propuse que nos centráramos en el tema de Armero, de la memoria histórica, y no solamente colgar o subir cualquier obra solo porque ellos son de Armero.

CAMBIO: El eje de la exposición es luchar contra el olvido. ¿Cuán olvidados se sienten ustedes, los armeritas?

F. G.: Yo creo que habría que recurrir a Saramago, que decía que no podíamos permitir que pasemos del olvido a la indiferencia. Con los armeritas ha pasado eso. Ha sido un territorio muy olvidado desde la misma tragedia. Como se manejó la prevención de desastre, la misma tragedia, la postragedia. En materia de desastre de origen natural, Armero es el mejor ejemplo de todo lo que no se debe hacer. Luego vino la reubicación de los armeritas, que tampoco fue resultado de la mejor planeación. Hay una población de armeritas bien grande en Lérida, pero Armero-Guayabal queda más cerca.

Nova
Mamá, entre la ropa, de Hernán Darío Nova.

CAMBIO: ¿Dónde más ha llegado esta diáspora?

F. G.: Hay otra población en Ibagué, en Bogotá, en San Mateo, en Soacha. Muchos armeritas cogieron su camino y nunca hubo un plan del gobierno para reubicar a los de Armero en un solo lugar.

CAMBIO: ¿Esto a qué se debió?

F. G.: Estaba Alberto Santofimio, por un lado, y Guillermo Alfonso Jaramillo, quien fue concejal de Armero y entonces representante de la Cámara en esa época por el Tolima, por el otro. Estaba muy joven. Santofimio tenía más poder, y entonces jalonó más para que creciera Lérida. Entonces ahí vino el olvido.

CAMBIO: ¿Cómo y cuándo volvió a hablarse de Armero?

F. G.: Se hizo la ley 1632 de 2013 o Ley de Honores. Este tipo de leyes que hacen en el Congreso para rendirle homenaje a los pueblos. Entonces apareció Juan David Correa como ministro de las Culturas y revivió este tema de evitar este olvido y hacer una inversión enorme en el territorio. Correa hizo que Armero volviera a aparecer en el mapa y creó la estrategia Armero Territorio Biocultural en la que yo trabajo ahora. Él ha sido el apoyo más grande, con todo lo que se ha hecho en el territorio de turismo, de cultura y actividades artísticas.

Bibiano
Virgen del Carmen, Bibiana Cervantes.

CAMBIO: ¿Cómo han recibido los habitantes de Armero y también de Honda y otros lugares los que han visto la exposición?

F. G.: El día de la inauguración hubo cerca de 400 personas, que en cualquier sala de exposiciones en Colombia es hartísima gente. Muchos querían ver a nuestros artistas armeritas con ese sentimiento de identidad. Honda tiene un nivel sociocultural diferente al de Armero. Entonces, la exposición también ha recibido mucha gente de Honda, así como mucho turista bogotano y de Medellín… La idea es que se pueda llevar la exposición a otras ciudades. A Ibagué, a Marquita, a Armero, a Lérida.

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