‘Economía para la Pípol’: todo lo que usted debería saber, pero no se atrevía a preguntar
5 Mayo 2025 04:05 pm

‘Economía para la Pípol’: todo lo que usted debería saber, pero no se atrevía a preguntar

María Camila González, Angélica Gómez y Valerie Cifuentes.

Valerie Cifuentes, María Camila González y Angélica Gómez son las autoras de ‘Economía para la Pípol’, un manual que aterriza los términos económicos más frecuentes en los medios de comunicación y, además, explica el porqué de muchas medidas macroeconómicas y cómo afectan la vida diaria de las personas.

Por: Eduardo Arias

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Tres periodistas de las secciones de economía de medios de comunicación tradicionales decidieron unir fuerzas en 2021 para explicar, a través de la web, el porqué y el cómo de medidas económicas que se tomaron en un momento muy complejo del país: el estallido social. De esta manera, Valerie Cifuentes, María Camila González y Angélica Gómez crearon Economía para la Pípol, una página web que cuatro años después es uno de los canales digitales más consultados en Colombia y que se ha convertido en una referencia. Ahora llega al papel bajo forma de libro. Un lenguaje claro y ameno, pero para nada condescendiente, permite explicar temas como de qué manera se liquidan los salarios en las empresas, por qué es necesario pagar impuestos, cómo pensionarse de la mejor manera posible, cuál es el mejor uso que se le puede dar a la tarjeta de crédito. CAMBIO habló con las autoras del libro acerca de su proyecto y la manera como le ha llegado no solo a la gente de la calle, sino también a sus colegas y a la academia.

CAMBIO: ¿Cómo se les ocurrió la idea de aterrizarle el lenguaje económico a las personas de a pie?

María Camila González: Estábamos en pleno paro nacional en abril de 2021 y trabajábamos en medios tradicionales de comunicación, donde veíamos que había una brecha y una diferencia entre lo que la gente en las calles estaba entendiendo por la reforma tributaria que había presentado por esas fechas el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y que fue famoso en su momento porque no sabía cuánto valía en el mercado media docena de huevos. Encontramos que había un hueco para contar mejor las cosas y hablar un poco más sobre economía. Yo puse un trino en Twitter preguntándole a la gente que cómo se les ocurriría que pudiéramos combatir la desinformación que se mueve a través de redes sociales. A partir de ahí, Angélica y Valerie respondieron el trino y en cinco días creamos Economía para la Pípol, con la idea de resolver ese problema que veíamos en el ambiente con la información económica.

CAMBIO: ¿Por qué llevar al papel lo que han hecho a través de redes?

Angélica Gómez: En Economía para la Pípol siempre ha sido clave democratizar la información. Empezamos primero acercándonos con un lenguaje sencillo a la economía para que todo el mundo pudiera entenderla y que no fuera un asunto de expertos de una élite. El libro también sigue esa esencia de querer democratizar la información. Partimos de la base de que no todo el mundo tiene internet y algunas personas ni siquiera cuentan con electricidad en sus casas. Entonces, esta es otra herramienta, otra forma de llegarles a esas personas, así como se han hecho talleres y charlas en diferentes lugares del país. Es todo un conjunto de estrategias para que la economía sea algo de lo que absolutamente cualquier colombiano se pueda apropiar.

CAMBIO: Valerie, ¿cómo ha sido la experiencia? ¿Qué dificultades han tenido?

Valerie Cifuentes: Fue una sorpresa para las tres que Penguin Random House, una de las editoriales más grandes del mundo, quisiera buscarnos para hacer un libro para llevarle la economía en lenguaje sencillo a más personas que no necesariamente tienen acceso a las redes sociales. Fue una experiencia bonita y retadora al mismo tiempo porque tuvimos que correr para poder entregar el manuscrito, y dedicar tiempo de nuestros fines de semana o de nuestras vacaciones para escribir. En ese sentido, sentimos un poquito como una carga para poder llevarlo a cabo en los tiempos solicitados. Pero más allá de verlo así, fue una experiencia gratificante. Yo creo que las tres no habíamos ni siquiera dimensionado lo que estábamos a punto de hacer y bueno… qué chévere que se hayan dado los tiempos para poder lanzar nuestro libro en la FILBo, uno de los eventos más importantes del país. No todos los autores tienen la fortuna o el privilegio de lanzar sus obras en la feria.

E p l P

CAMBIO: ¿Cómo ha recibido 'la pípol' el material que ustedes producen?

M. C. G.: Desde que empezamos a publicar nuestros primeros contenidos tuvo muy buena acogida, en parte porque estábamos respondiendo esas grandes preguntas que se estaba haciendo la gente sobre la economía. De hecho, después de la pandemia había muchas personas que se sentían más afectadas por la economía porque estaban sintiendo que se les pegaban los bolsillos y tal vez querían entender un poco más de eso. La Pípol llegó en ese momento como una respuesta a esa necesidad y desde entonces hemos construido una comunidad muy fiel a nosotras lo que hacemos. Hemos estado ya en espacios presenciales con la gente y hemos visto el interés que hay en la pípol. Hemos tenido también un efecto interesante en padres que le enseñan a sus hijos a través de Economía para la Pípol, también estudiantes, pero también hemos abierto debates en el mundo más académico, entre quienes toman decisiones y los líderes de opinión. Eso ha sido muy chévere.

CAMBIO: ¿Cuántas personas siguen la página?

M.C. G.: En este momento, Economía para la Pípol tiene más de 200 000 seguidores en todas sus redes sociales y un alcance que supera las siete millones de impresiones. Es un espacio que está vivo, la gente está pendiente de lo que hacemos y el libro es una oportunidad también para acercarnos mucho más a nuestros seguidores y seguidoras.

CAMBIO: ¿Y cómo lo han recibido sus colegas periodistas económicos?

A. G.: Ha sido bastante interesante. En general, para los colegas ha sido un espacio adicional y también incluso una herramienta. Algunos nos han dicho que nos leen o que ven los videos para entender alguno de los temas de los que todos tenemos que hablar en nuestros medios y se basan en ello para saber cómo explicárselos luego a sus audiencias.

CAMBIO: ¿Y entre los economistas?

A. G.: Entre los economistas también ha sido bien recibido. Ellos dicen que Economía para la Pípol es finalmente como el cierre de esa brecha y la respuesta a la pregunta que ellos siempre han tenido de cómo conectar mejor con la gente y dejar de ser vistos como una élite que habla solo en sus propios términos y en sus propias palabras. Obvio, algunos al principio se quejaban de que las palabras que utilizamos no son exactamente las que ellos usan. Algunos consideraban al principio que le quitaba rigurosidad a las explicaciones, pero creo que con el tiempo han ido entendiendo el concepto de "la pípol" y ahora incluso piden ayuda o consejos para saber explicar alguna de los temas en los que están trabajando.

CAMBIO: ¿A qué se debe que personas ajenas a la economía sepamos tan poco de un tema que nos afecta tanto y muchas veces ni nos interese saber el “detrás de las cosas”, de una reforma tributaria o de la manera como el Banco de la República determina las tasas de interés, por solo citar dos ejemplos al azar?

C. G.: Una de las cosas que hacen que la gente esté alejada de los temas económicos es que la economía y el manejo de las finanzas o la plata o las decisiones públicas han estado concentradas en unos pocos y digo unos pocos porque son sobre todo hombres que históricamente han tenido el control sobre el poder económico, el poder político. Creo que eso explica por qué, así estemos involucrados con el dinero, nos sentimos lejanas a ese tema y nos parezca aburrido.

A. G.: Además, nos ha faltado educación financiera y económica desde el colegio y eso genera un desinterés más adelante. A medida que uno crece piensa: “Si no me lo enseñaron es porque no es tan importante o no debería interesarme”: O más adelante: “No lo aprendí a tiempo y esta gente habla en idioma muy raro, yo me desconecto”: Algunos lo ven con pereza. Usualmente, es un tema que está muy relacionado con política y ya estamos saturados de la política a diario y creo que eso también arma una barrera entre la ciudadanía y los temas económicos.

V. C.: En línea con lo que dicen Camila y Angélica, ha sido el privilegio de muy pocas personas en el país. En el colegio yo no tuve acceso a educación financiera. Mi mamá tenía algunas ideas de ella pero un poco limitadas. Sin embargo, me he dado cuenta de que he tenido acceso a personas o amigos que, de pequeños, e incluso en sus generaciones pasadas, han tenido educación financiera y eso ha sido parte también del éxito de mantener ciertos recursos o nivel económico en sus familias. Dicho de manera literal, “plata llama plata”. Eso no tiene por qué ser así y es parte del trabajo que tiene el país para combatir las desigualdades. Deben quitarse esas barreras al acceso a la educación, a la educación de calidad y entre esa educación a la educación financiera y económica para que la gente pueda tomar decisiones informadas para poder asegurarse una casa o tener bienestar si le gusta viajar o compartir con su familia, no vivir alcanzado a fin de mes. Poder tener esa tranquilidad, esa paz mental y financiera que todas las personas deberíamos tener independientemente de la cantidad de plata o de las oportunidades que tengamos. Siento que es una base fundamental para cerrar brechas de desigualdad en el país.

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