El arte de promover y administrar la cultura

El Instituto Distrital de las Artes (Idartes) se creó en 2010 y es la entidad especializada que fomenta todas las formas de arte en la ciudad.

Crédito: Idartes

23 Diciembre 2024 11:12 am

El arte de promover y administrar la cultura

María Claudia Parias, directora del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), hace un recuento de los logros de la entidad en 2024 y repasa la historia de una entidad encargada de fomentar todas las formas de cultura de la ciudad.

Por: Eduardo Arias

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En las dos o tres últimas décadas ha habido en Bogotá un aumento impresionante de la oferta cultural y artística. El sector cultural público de la ciudad se consolidó a lo largo de varios de ese periodo. Hace 35 años, la cabeza era el Instituto Distrital de Cultura y Turismo. En 2006 se creó la Secretaría de Cultura, pero aún no se habían instituido las entidades especializadas adscritas a ellas.

Una de ellas, el Instituto Distrital de las Artes (Idartes) fue concebido en 2010 y es el especializado que fomenta todas las formas de arte en la ciudad. Y es que, a medida que se hizo más compleja la política cultural alrededor de cómo debe conformarse el sector cultural en una capital como Bogotá, al mismo tiempo fue creciendo la oferta y la intervención pública en las artes.

María Claudia Parias, directora de Idartes
María Claudia Parias, directora de Idartes. Foto: Idartes.

Un ejemplo de ello son las diversas expresiones de arte callejero, en donde Idartes ha intervenido de forma categórica. “El Distrito hizo una regulación para todos los artistas como, por ejemplo, los que están en la carrera Séptima cuando se convirtió en un corredor. Esas regulaciones hacen que una entidad como Idartes, que tiene a su cargo el manejo de un programa que se llama Arte a la KY, tenga que desarrollar estrategias políticas de atención para estos artistas”, explica María Claudia Parias, directora de la entidad,

Otro ejemplo del mismo sentido de gestión cultural de ese instituto y que ha marcado la identidad de Bogotá es lo que se conoce como el Museo Abierto de Bogotá (MAB), cuya regulación abarca la práctica del muralismo, el grafismo y la pintura efímera en los puentes, las culatas y los muros de la ciudad. “Implica el desarrollo de un grupo de personas que se dedican a esta actividad y que ahora encuentran una fuente de financiación a través de Idartes y también de su alianza con otras entidades que manejan temas de espacio público para desarrollar, de manera organizada, esa actividad en la ciudad”, señala la directora.

 Museo Abierto de Bogotá - MAB, permitiendo que los artistas construyan las propuestas visuales con las comunidades de los barrios en que realizan sus grafitis.
El Museo Abierto de Bogotá (MAB) permite que los artistas construyan propuestas visuales con las comunidades de los barrios en que realizan sus grafitis. Foto: Idartes.

Estos son ejemplos de cómo en las políticas públicas culturales de la ciudad se han abierto nuevas vías para el desarrollo de prácticas no canónicas de las artes. “Inicialmente, el arte solamente se relacionaba con la práctica profesional de la música, de la literatura, el cine, el teatro, la danza, las artes plásticas, pero no con estas otras formas de expresión cultural”, expresa Parias.

Los tres ejes de acción

En realidad, Idartes trabaja desde tres áreas. La primera de ellas es la de fomentar las seis prácticas canónicas, más todas las nuevas formas que han ido apareciendo en la ciudad. La segunda incluye la formación artística a través de dos grandes programas. Uno es el denominado Crea, con el cual Idartes forma en los lenguajes de las artes a los niños y las niñas de los colegios públicos. También cuenta con centros que están en 20 puntos distintos de la capital, y en donde desarrolla esos programas de formación no solamente de niños y niñas, sino también de jóvenes, adultos mayores y personas de cualquier edad que quieran involucrarse. “El programa Crea tiene una línea muy especial que trabaja con población vulnerable. Hay programas de formación en las cárceles y ahí nos relacionamos, a través del inpec, con todas las cárceles de Bogotá, donde tenemos una línea de trabajo para personas privadas de la libertad”, afirma Parias. Este programa también trabaja con víctimas del conflicto, con desplazados y con niños que no cuentan con la garantía de sus derechos. Esto ha llevado a Idartes a relacionarse con entidades del Gobierno como el ICBF, así como con todas los actores involucrados con el cumplimiento de lo pactado en los acuerdos de paz. “Lo hacemos a través de lo que sabemos hacer, que es la formación artística”, advierte.

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El programa Crea tiene una línea muy especial que trabaja con población vulnerable. Foto: Idartes.

María Claudia Parias también destaca el proyecto Nidos, que ya lleva 11 años de trayectoria. “Se ha vuelto el hit de Idartes explica–, porque trabaja con niños entre los 0 y los seis años. Lo innovador, desde mi punto de vista, es que ha desarrollado una manera de conectarlos con los lenguajes creativos, pero construyendo espacios móviles que se pueden crear en cualquier lado y allí los bebés llegan”. Así, los artistas formadores crean unos espacios especiales donde los niños entran en unos mundos mágicos y oníricos maravillosos. Y se han vuelto especialistas en técnicas de creación para que los bebés puedan estar por lo menos dos o tres horas. Ha sido tan exitoso ese programa, que muchas veces las mamás declaran que el niño no quiere ir al jardín porque prefieren quedarse en Nidos. “En el programa estamos aliados con las Manzanas del Cuidado, una política de la anterior administración a la que el alcalde Carlos Fernando Galán le ha dado todo el respaldo y la continuidad. Nos permite aliarnos con otras entidades del Gobierno nacional y distrital, atendiendo bebés desde la óptica de la formación artística”, dice.

Otra de las tareas de Idartes es encargarse de todos los teatros públicos de Bogotá, como el Jorge Eliécer Gaitán, el teatro El Ensueño, la Media Torta, los escenarios móviles y dos escenarios nuevos en el cable aéreo de Ciudad Bolívar. Además, ha establecido una relación muy específica y particular con el teatro Julio Mario Santo Domingo a través de un convenio de asociación público-privada que permite que ese importante escenario forme parte de esa red de teatros de Bogotá.

Idartes también maneja los equipamientos especializados en artes como la Cinemateca de Bogotá, la Galería Santa Fe, la Casona de la Danza y el Planetario de Bogotá. De esta manera, desde la Subdirección de Equipamientos Culturales ha creado una red que se complementa con las actividades en dos escenarios móviles. “Son unos camiones Transformers que se convierten en equipamiento cultural en cualquier parte de la ciudad”, comenta Parias.

Idartes al Parque

Este año, Idartes también asumió un reto importante al crear los eventos Vallenato al Parque y Popular al Parque. “En Bogotá pasa algo muy particular. A pesar de que el clima sea adverso, a la gente le fascina el parque como lugar de encuentro desde las prácticas de la música y desde la circulación de las agrupaciones y los músicos que en la ciudad están asociados a los diferentes géneros. Los 10 festivales los hicimos muy bien, y una prueba es que Rock al Parque, el festival más emblemático de Bogotá recibió más de 300.000 personas este año”, afirma la directora.

En los escenarios de todos los festivales se presentan agrupaciones internacionales y colombianas, lo mismo que grupos locales que se seleccionan por convocatoria pública. “Estar en la tarima de uno de esos eventos representa una oportunidad para conectarse con nuevos públicos o para cimentar la propuesta artística o de sus carreras. Entonces, por ejemplo, creamos las carpas para bailar mientras se llevan a cabo los cambios de las bandas y de los músicos. Quisimos ver qué pasaba si ponemos una carpa para bailar con DJs especializados en los distintos géneros de la música y funcionó súper bien”, señala Parias.

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Rock al Parque, el festival más emblemático de Bogotá, recibió más de 300.000 personas este año. Foto: @_juan_santacruz_5 

Todas estas actividades y desafíos que ha emprendido Idartes están en consonancia con la lógica conceptual que hay detrás del Plan de Desarrollo del alcalde Galán, que consiste en generar más espacios “para estar bien y pasarla rico en Bogotá, que es una ciudad tan dura, o que al menos así se percibe”, según su directora. Ejemplo de lo anterior son los salones para bailar en todo Bogotá. “Los tenemos en todos los géneros: salsa, músicas colombianas del Caribe, del Pacífico y del altiplano y también tango y milonga, que los mayores en Bogotá piden muchísimo. Y como ejemplo de lo importante que es para la ciudada esta actividad, mandamos algunos de los bailarines a un intercambio con República Dominicana para que aprendieran perfecto a bailar bachata y merengue”, agrega.

Como dice María Claudia Parias, Bogotá da para todo. “Hay gente para toda esa oferta cultural, para todas esas intervenciones que estamos programando”, añade. Pero también considera que el éxito de estas propuestas también se debe a que las personas a cargo de las entidades llevan muchos años trabajando en Bogotá y conocen muy a fondo el tema de cómo se mueve la capital de la República, cuáles son las lógicas y las dinámicas propias de su vida cultural. “Eso permite que podamos ser asertivos en proponer innovaciones”, dice. Que es una de las principales cualidades de María Claudia Parias, quien antes de llegar a la dirección de Idartes fue directora de la Fundación Batuta y de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, luego de una larga carrera en su oficio de periodista cultural.

Festival de África en Bogotá
El Festival de África en Bogotá tuvo como propósito destacar la música y la cultura africana contemporánea. Foto: Idartes.

Para esta funcionaria, también ha sido importante trabajar de la mano con la Secretaría de Cultura en proyectos de impacto metropolitano. Este año, por ejemplo, la entidad participó en el Festival Internacional de Artes Vivas que buscó sanar la herida que dejó la desaparición del Festival Iberoamericano de Teatro.

Así mismo, informa que se diseñó una nueva bienal de arte que Bogotá tendrá a partir del año entrante. Y también que participó en la realización de unos espacios de encuentro y reflexión sobre asuntos muy vanguardistas y contemporáneos en las artes, que es un sello que caracteriza a Bogotá como ciudad cultural. Este año también se llevó a cabo la Bienal Internacional de Arte para las Infancias, a la que asistieron expertos y académicos de muchos países del mundo para contar cómo están abordando la formación y el acercamiento a los lenguajes del arte y a las artes escénicas de los niños desde los 0 años hasta los 14 años. “Esa Bienal fue no solamente un ejercicio de discusión académica, sino también de circulación de contenidos. Poder conectar a nuestros profesores, formadores y artistas con las nuevas tendencias y las nuevas miradas sobre qué pasa en la cabeza de un niño cuando va a un concierto, o cuando está en contacto con los títeres o con la música, es muy importante para generar nuevas propuestas sobre ese hacer cotidiano de los artistas formadores”, explica.

El año entrante, la directora piensa abordar el tema de las artes y la ruralidad, y entender qué está pasando en los entornos campesinos de la ciudad con la creación, con la preservación de las memorias e indagar sobre saberes que hay en los bordes y los confines de Bogotá en esa cultura rural, y también entender cómo se está leyendo en otras partes del mundo la ruralidad desde las artes. “Estos son nuevos retos que nos planteamos. Son compromisos serios, muy bien sustentados técnicamente para que tengan apropiación y tengan sentido en la ciudad. Nos obligan a conectarnos con la realidad más amplia de la capital y no solamente con la práctica específica de los profesionales de las artes. Buscamos una comprensión un poco más amplia del arte y su papel en la sociedad”, concluye Parias.
 

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