El Pequeño Teatro de Medellín celebra 50 años con ‘La avería’
19 Marzo 2025 10:03 am

El Pequeño Teatro de Medellín celebra 50 años con ‘La avería’

'La avería'.

Crédito: Cortesía

Con la sátira de Friedrich Dürrenmatt, el Pequeño Teatro de Medellín celebra 50 años de existencia en la sede centro del Teatro Libre. Este montaje es una exploración a la turbia frontera entre el juego y la realidad. Es una coproducción del Studio d’Action Théâtrale de Ginebra, Suiza, y el Pequeño Teatro de Medellín.

Por: Eduardo Arias

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Alfredo Traps, de 45 años, un representante de ventas, sufre una avería en su auto y en un juicio absurdo se convierte en el acusado por exmagistrados y figuras envejecidas. Para colmo, el juicio se lleva a cabo durante la celebración de una fiesta opulenta. Es un montaje teatral que resalta lo absurdo de la justicia humana en la que la manipulación y la ilusión se adueñan de la verdad.

La Asociación Pequeño Teatro de Medellín se fundó en Medellín en 1975. En su sede, una casa republicana, funcionan dos salas de teatro, la Escuela de Formación de Actores, una biblioteca especializada, una sala de exposiciones y un café.

La constancia, un grupo estable de actores y estrategias como la entrada libre y el aporte voluntario, han permitido mantener una temporada estable, con un aproximado de 420 funciones y una asistencia aproximada de 64.000 espectadores por año.

Pequeño Teatro de Medellín toma su nombre de “pequeño teatro”, denominación que recibió el drama después de ser definida la ópera como el “El Gran Teatro”. También es un homenaje al grupo que condujo Konstantin Stanislavsky, creador del teatro moderno y al Píccolo Teatro Di Milano, que dirigió Giorgio Strehler, uno de los dramaturgos que más aportó al teatro contemporáneo.

CAMBIO habló con Albeiro Pérez, director artístico del Pequeño Teatro de Medellín, acerca de este montaje y de la trayectoria del grupo.

CAMBIO: ¿Cómo se estableció la alianza con SAT Galpón?

Albeiro Pérez: La relación con el SAT Galpón de Ginebra, Suiza, comenzó hace más de dos años en una temporada que ellos hicieron en Medellín, en Pequeño Teatro. Nosotros ya habíamos escuchado muy buenos comentarios de Gabriel Álvarez, de sus producciones, de la calidad de su nivel investigativo, del nombre que se ha creado en Ginebra.

En el momento en que estuvieron en el Pequeño Teatro, nosotros queríamos tener en algún momento un director invitado que refrescara un poquito, nuestra manera de hacer teatro, nuestra manera de dirigir, de actuar, de relacionarnos con el público, que nos sacara un poquito de la zona de confort. Hablamos con él, hicimos la propuesta y a partir de ahí fue madurando la idea. El año pasado estuvimos dos meses allá viviendo un proceso muy intenso, muy exigente, muy enriquecedor, que terminó con dos semanas de temporada en la sede de El Galpón, que fueron muy exitosas, con llenos todos los días y que concluyó la primera mitad de este vínculo que se estableció con ellos. Ahora se está dando la segunda parte en Colombia con la temporada de tres semanas en el Pequeño Teatro y con esa temporada que vamos a tener ahora en Bogotá en el Teatro Libre.

CAMBIO: ¿Qué les llamó la atención de esta obra?

A.P.: Dürrenmatt es un autor que siempre está en la mira de cualquier grupo profesional a nivel mundial, porque es un autor muy importante, que reflexionó mucho sobre el siglo XX, que también estuvo desengañado de ese siglo XX, tan complejo, tan convulsionado. Cuando hablamos con Gabriel Álvarez, el director de El Galpón, coincidimos que sería una buena opción escoger a Dürrenmatt por los temas que él trata. También por ser el dramaturgo más emblemático de Suiza y por el tema que trata La avería, que es un tema tan álgido, tan delicado, tan manoseado en Colombia como la justicia. Inicialmente, se había pensado también en montar Enrique V pero por el tamaño de la producción no fue posible. No la escribió inicialmente para teatro, sino que era una novela corta. Entonces Justine Ruchat, una de las actrices de El Galpón, hizo la adaptación para teatro. Luego se confrontó con una versión que el mismo Durrenmatt había hecho también para teatro y se llegó a una versión final que es la que estamos haciendo ahora en temporada.

CAMBIO: Por lo que usted ha dicho, todo indica que el tema de la justicia fue determinante para escoger La avería.

A.P.: Nos alegra que se haya escogido esa obra porque la justicia y los juegos macabros que a veces se establecen entre los seres humanos son temas de mucha actualidad y es un tema que es muy pertinente para este país. También la preocupación constante del ser humano actual por la celebridad, por ser reconocido a cualquier costo, así eso le implique aceptar un crimen que esa persona sabe que no cometió, pero que le va a dar reconocimiento y que, en términos de la narrativa actual, le va a dar celebridad.

CAMBIO: ¿Qué tanto ha cambiado la práctica del teatro en estas cinco décadas?

A.P.: En las últimas cinco décadas ha habido mucho dinamismo, mucha agitación, muchas tendencias en el teatro a nivel mundial. De hecho, en algunos lugares como en Colombia, particularmente en Medellín, en algún momento se habló de nuevas tendencias. En estos 50 años se ha hablado de danza, teatro, teatro testimonial, microteatro, teatro en espacios no convencionales, teatro posdramático. Ha habido una cantidad de tendencias que han enriquecido el panorama nacional y mundial y que le han permitido al teatro expresarse de otras maneras y llegar y llegar a otros públicos y llegar a otro tipo a otros tipos de espectadores.

CAMBIO: ¿La pandemia los obligó a cambiar paradigmas?

A.P.: Por supuesto. La pandemia obligó a repensarnos como artistas del teatro, a recurrir a medios que incluso en algún momento podrían haber sido impensables para el arte teatral. Pero esa crisis nos obligó a ser recursivos y hacer uso de tecnologías que nos permitieran no perder al público, no perder esa relación con los espectadores y mantenerlos cautivos por lo menos mientras pasaba esa crisis. La pandemia fue un periodo de aprendizaje para todos los artistas del teatro, una experiencia que dejó muchas enseñanzas y muchas nuevas maneras de hacer teatro

CAMBIO; ¿Cómo es la relación entre el teatro y los nuevos lenguajes y los nuevos públicos?

A.P.: La relación entre el teatro y los nuevos lenguajes y los nuevos públicos siempre ha sido muy dialéctica. Nada se queda estático, todo cambia, todo muta, todo evoluciona y en la medida en que la sociedad va cambiando, el ser humano va cambiando, la ciencia va avanzando, la tecnología va avanzando, las maneras de comunicarnos van avanzando, pues igual lo tiene que hacer el teatro. Un teatro que no esté atento a esos cambios en la sociedad y en el ser humano, a esas nuevas dinámicas de relacionamiento entre los seres humanos es un teatro que tiende a morirse o a perder su público. El público enriquece el teatro y el teatro a su vez también enriquece a esos espectadores en su manera de ver no solamente el arte sino de ver el mundo.

CAMBIO: ¿Cómo ha sido y será la celebración de los 50 años del Pequeño Teatro?

A.P.: La celebración de los 50 años ha sido hasta el momento una experiencia muy emocionante, muy fructífera, de mucho acompañamiento de nuestro público, de muchos aliados, de mucha gente que quiere ser parte de la celebración del Pequeño Teatro, que quiere ser parte de todas las actividades que estamos haciendo.

Este año empezamos la celebración con la temporada de una obra que es icónica, que es ya un fenómeno social en la ciudad de Medellín, que es En la diestra de Dios Padre, de Tomás Carrasquilla, con adaptación de Enrique Bonaventura. Luego hicimos una temporada de una obra que se llama de Ángela demonio, que es también un homenaje al maestro Fernando Botero. Y el tercer evento importante ha sido la coproducción con SAT Galpón. Eso es lo que hemos hecho hasta ahora. Cada vez hay más aliados, más instituciones y empresas privadas que quieren hacer parte de la celebración.

CAMBIO: ¿Qué tienen previsto para los próximos meses?

A.P.: Lo que viene de ahora en adelante son unos conciertos muy importantes de diversos géneros de música. Uno de ellos es Puerto Candelaria, la Filarmónica de Medellín, otro grupo que se llama La Toma. Tendremos también la publicación de varios libros. Uno de ellos que es una dramaturgia de nuestro maestro y fundador Rodrigo Saldarriaga. Está el libro de los 50 años, en el cual harán varios ensayos, varios escritos, escritores muy importantes de las ciudades del país como Pablo Montoya, Ricardo Aricapa, Reinaldo Espitaleta y amigos escritores de la casa del Pequeño Teatro. También tendremos en el segundo semestre la temporada de los cincuentenarios.

No queremos celebrar los 50 años solos sino con otras instituciones que ya cumplieron sus 50 años como el Teatro Libre, Esquina Latina de Cali, y también con otras agrupaciones que están muy cerca de cumplirlos 50 como Ditirambo Teatro, Casa del Silencio de Medellín y los juglares, la Fanfarria Títeres. También tenemos una agenda académica. Queremos proponerles a los grupos que hemos invitado de afuera de Medellín a que hagan varios talleres de dramaturgia, de teatro físico y de diversas disciplinas que tienen que ver con el arte teatral. La idea es que cada una de esas temporadas esté acompañada de una agenda académica. Y para el final de año queremos celebrar con todo el público que nos ha acompañado durante todos estos años un gran concierto al lado de Pequeño Teatro al Aire Libre, un callejón que tenemos para invitar a todo nuestro público a celebrar con nosotros a bailar y cantar con agrupaciones muy importantes de la ciudad y del país.

La avería
Pequeño Teatro de Medellín
Jueves 20 y viernes 21: ocho de la noche.
Sábado 22: cinco de la tarde y ocho de la noche.
Teatro Libre, sede centro
Calle 12 B No. 2-44

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