
“Esta es una casa para apuestas, esta es una casa de novedades”: Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor
Ramiro Osorio.
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Bajo el título de '¡Bogotá es América: siglos XX y XXI!' el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo presenta el VII Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá del 16 al 19 de abril. Participan agrupaciones de Colombia y otros 13 países que ofrecerán 40 recitales, 11 de ellos gratuitos
Por: Eduardo Arias

Del miércoles 16 al sábado 19 de abril se llevará a cabo ⁷el VII Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá. Tras haber recorrido en sus pasadas ediciones la música de Beethoven, Mozart, Brahms, Schubert, Schumann, la Rusia Romántica, Bach, Händel, Vivaldi y la Belle Époque en Francia, este año se presentan 40 conciertos con obras de 120 compositores americanos de los siglos XX y XXI. En 15 escenarios de siete localidades de Bogotá y, además, en Soacha. 11 de estos conciertos serán gratuitos. Participarán músicos de Colombia y de otros 13 países.
Al igual que en sus versiones anteriores, el VII Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá tendrá una oferta de 11 conciertos gratuitos en siete escenarios, seis ubicados en cinco localidades de Bogotá y uno en Soacha. En 2025, el Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá celebra su séptima edición. Su creación se gestó en el año 2012, cuando la UNESCO declaró a Bogotá como Ciudad Creativa de la Música.
CAMBIO habló con Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
CAMBIO: ¿Qué motivó dedicarle al festival al continente americano?
Ramiro Osorio: Con el propósito de permitir el conocimiento con mayor profundidad posible de los más grandes compositores y los más grandes momentos de la música clásica, yo creo que llegamos de manera natural a la música americana. Era ya la ocasión para que este festival, que tiene esa clave de permitir el conocimiento con profundidad de un repertorio o una época, llegara y desembarcara en América, donde el desafío de dar a conocer los repertorios es inmenso, Por eso yo creo que es el festival más complejo que nos hemos propuesto. También el más fascinante. Porque es el que más nos ha obligado a descubrir autores, repertorios y organizarlo en una programación que tenga sentido. ¿Cómo hacer caber todo esto en 40 conciertos? ¿Cómo buscar las mejores orquestas, los mejores solistas, los mejores grupos de cámara que pudieran darle a todo esto el valor que se merece?
CAMBIO: ¿Por qué decidieron centrarse en los siglos XX y XXI?
R. O.: Porque este no es el único festival que haremos de la música de América. Seguramente más adelante tendremos otro en donde revisemos, por ejemplo, el riquísimo patrimonio que hay de música prehispánica, de música colonial, el barroco hispano, la música de la época republicana. En fin, no todo se podía hacer en una sola edición.
CAMBIO: Ustedes señalan que se destacarán las corrientes nacionalistas, ¿a qué obedece esta elección?
R. O.: Porque las corrientes nacionalistas han sido importantísimas en el desarrollo de la música de América y han coincidido además con grandes momentos de desarrollo de los países de singularidad. Por ejemplo, en el caso de México coincidió que toda esta música fue parte fundamental después de la Revolución Mexicana en el nacimiento de lo que es hoy el espíritu mexicano.
CAMBIO: Algo que llama la atención del festival es que comenzó con homenajes a autores muy consolidados y a partir del año 2023 ya transitan por la obra de compositores no tan famosos y además alguno de ellos no tan sencillos de escuchar. ¿Cuál es la razón de esta apuesta, si la es?
R. O.: Ese es también el propósito del festival. Proponerle al público repertorios diferentes. Es maravilloso poder ofrecer 60 conciertos de Mozart, de Beethoven. Eso, por supuesto, sabemos que eso ya va a tener un impacto. Pero lo otro es que tocar estos compositores es otro desafío. Y de eso se trata. Esta es una casa para esos desafíos, esta es una casa para apuestas, esta es una casa de novedades, Este festival tiene que cumplir esa tarea de agregar valor, que la gente conozca lo nuevo, lo diferente. Hay música que no es ni siquiera tan nueva pero que la gente no conoce. De los años 30, de los años 40.
CAMBIO: ¿Cómo responde el público que asiste a estos conciertos en escenario no convencionales para la llamada música clásica?
CAMBIO: La respuesta es absolutamente extraordinaria. Yo me acuerdo una vez vino el cuarteto Szymanovski. Habían ido a un centro cultural, a un centro comunitario en La Victoria. Y me los encontré al otro día en el Teatro Mayor y les pregunté: “¿Cómo les fue?”. Me dijeron: "mire, ¿sabe una cosa? El silencio que había y el asombro que había en esa sala nunca la hemos visto en ninguna parte”. Y ellos tocan en los mejores escenarios del mundo. Y me decían que había 600 personas. Yo le dije: "No, deben estar equivocados porque en ese espacio solo caben 400”. “Es que cada persona tenía un niño en las piernas”, fue la respuesta. Ese es el milagro de la música y de la cultura en general, de las artes escénicas. Cómo toca a la gente, como la transforma.
Vea acá toda la programación del festival. Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá: Bogotá es América de los siglos XX y XXI
