
Fernando Botero en Barcelona, homenaje a un maestro universal
Obras de Fernando Botero exhibidas en el Palau Martorell de Barcelona.
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Desde el pasado viernes 14 de febrero, el Palau Martorell, en colaboración con la Fundación Fernando Botero, presentan la mayor exposición jamás celebrada en España, y la primera muestra de gran importancia dedicada a Fernando Botero en Barcelona.
Por: Eduardo Arias

La exposición 'Fernando Botero. Un maestro universal' que se exhibe en el Palau Martorell de Barcelona es la muestra de obras del maestro más completa jamás celebrada en España. Este homenaje a uno de los artistas más importantes del siglo XX revisa más de 60 años de la trayectoria de Botero y está a cargo de Lina Botero, hija del artista, y Cristina Carrillo de Albornoz, gran experta de su trabajo. Mas de 110 obras, algunas prestadas excepcionalmente solo para esta exposición, se podrán admirar hasta el 29 de junio.
El Palau Martorell es un centro de exposiciones ubicado en la Plaça de la Mercè que abrió sus puertas en diciembre de 2022. Allí ya se han presentado exposiciones de Marc Chagall, Joaquín Sorolla, Alphonse Mucha y Fernand Léger. La muestra Fernando Botero. Maestro universal la organizó y produjo el Palau Martorell y Arthemisia, en colaboración con la Fundación Fernando Botero.
De Roma a Barcelona
Como anota Lina Botero, la muestra fue concebida originalmente para el Palazzo Bonaparte en Roma y con ella se celebró el pasado 16 de septiembre el primer aniversario de la muerte de su padre. Aunque no se trata de una retrospectiva, reúne algunas de las obras más relevantes de la Fundación Fernando Botero. “Adicionalmente, logramos en préstamo una muy importante titulada 'Homenaje a Mantegna', que mi padre pintó en 1958, y con la cual ganó en ese año el Salón Nacional de Artistas Colombianos”. Durante más de 40 años, esta pintura permaneció lejos del ojo del público. Ahora, gracias a la casa de subasta de Christie's, logramos encontrar la obra que hoy hace parte de una importante colección en Estados Unidos, e incluirla en esta exposición”. El enfoque principal de la muestra es resaltar la riqueza y la diversidad de técnicas con las que Botero trabajó y las cuales dominó con maestría a lo largo de su carrera artística.
Esta exposición aborda no solo los temas más importantes de la obra de Fernando Botero, sino que además realza las diversas técnicas que exploró a lo largo de su vida, desde la pintura al óleo hasta la acuarela en todos sus formatos, sobre papel y sobre lienzo, pasando por el carboncillo, la sanguina, la tinta china, el lápiz a color, la escultura y finalmente el pastel. “Siempre autodidacta, el reto de aprender o de rescatar una nueva técnica constituía un desafío que alimentaba su espíritu y su trabajo con nueva energía y vigor", dice. En realidad, Botero siempre exploró nuevas posibilidades para expresar la composición, el color, la luz y el trazo a través de técnicas que antes no había utilizado. Pasteles como el Retrato de Pedrito o acuarelas de muy gran formato como Esqueleto con flores, obras nunca antes expuestas, reflejan la sutileza y el dominio de algunas de las técnicas tan variadas que llegó a dominar. “Mi padre siempre decía: ‘Un buen artista busca soluciones, un gran artista busca problemas’, y el enfrentarse al reto de una nueva técnica inyectaba en su trabajo nuevo entusiasmo y nuevo vigor y le permitía descubrir nuevas posibilidades de luz, de materia, de color y de trazo en su trabajo”, recalca Lina Botero.
Botero y España, un amor con muchas aristas
Botero tuvo siempre una relación muy cercana con España, y no solamente porque este país le ofreció una de las temáticas más importantes de su obra, como la tauromaquia, sino que además fue Barcelona donde llegó por primera vez a Europa en 1952, con apenas 19 años, cuando viajó en buque desde Colombia. “Tenía, como tantos artistas de su época, una fascinación y una admiración profunda por Picasso, y el primer cuadro importante que vio en su vida en persona fue justamente una de sus obras aquí en Barcelona”, comenta Lina Botero.
Luego viajo a Madrid, donde se inscribió en la Academia de San Fernando, y allí descubrió las grandes obras maestras del Museo del Prado, así como artistas como Goya y Velásquez, cuyo trabajo se dedicó a copiar en un afán por aprender la técnica. “Uno de los cuadros más importantes de esta exposición es justamente una versión de la 'Menina' de Velázquez, tema que mi padre pintó muchísimas veces. Pero esta, en particular, jamás salió de su estudio”, explica su hija. Es un cuadro que pintó al terminar de leer un manuscrito que encontró de Velázquez, en el cual describía su forma de pintar. Lo pintó como ejercicio, tratando de seguir las indicaciones de Velázquez. “El resultado final es esta obra maravillosa que él nunca quiso exhibir y tampoco quiso firmar, porque decía que tenía más de Velázquez que de Botero”, recuerda.

Aunque en esta exposición se exhiben casi las mismas obras que en el Palazzo Bonaparte, en Roma, el año pasado, Lina Botero dice que hay diferencias entre ambas. “Cada vez que se cuelga una exposición en un recinto nuevo, y de alguna manera se producen cambios porque los enfoques son diferentes, las salas son diferentes”, afirma. En Roma le dieron énfasis al vínculo de Botero con Italia y en esta exposición le dan mucha más importancia a su relación con España. “Es, además, la primera vez que se lleva a cabo una exposición de Botero de importancia en Barcelona, lo cual es curioso porque mi papá realizó muchísimas exposiciones en este país. Esta es la exposición de Botero más grande que se ha realizado jamás en España”, concluye.
