
‘Gato por liebre’, una reflexión de Piedad Bonnett sobre la violencia y el machismo
Diana Ángel en 'Gato por liebre'.
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En el teatro Casa E se presenta 'Gato por liebre’, un monólogo escrito por Piedad Bonnett que interpreta Diana Ángel. Una historia con humor y sátira que cuestiona la violencia política y el patriarcado.
Por: Eduardo Arias

Gato por liebre, la historia de una mujer que huye de la violencia y que debe hacerse pasar por hombre para mantener el trabajo que desempeñaba su esposo fallecido, se presenta en la sala Buenaventura del Teatro Casa E. Este monólogo lo escribió Piedad Bonnett en 1990 y en esta oportunidad lo interpreta la reconocida actriz Diana Ángel, bajo la dirección de Nelson Celis Rodríguez, maestro en Arte Dramático y fundador y director artístico del Teatro del Barrio de Bogotá.
Esta adaptación libre de la obra Jackie wie Hose, del dramaturgo alemán Manfred Karge, cuenta la historia de Esther Ramírez, una mujer campesina que nació en los años cuya vida la marcó la violencia. Con sarcasmo y humor, ella evoca sus recuerdos y las cicatrices de sus amores frustrados. Acorralada por las limitaciones de un mundo machista, usurpa la identidad de Ulises Silva, su esposo recién fallecido, para poder continuar con su trabajo.
Entre fragmentos que combinan prosa y verso, la historia de Ester va tejiéndose. De los tiempos de la infancia surgen los paneros y pasteles que elaboraba su madre y la retórica patria de los textos escolares de historia y geografía. Aparecen luego, con un tinte de violencia y anhelo, las impresiones y recuerdos de los primeros amores, hasta llegar a Ulises Silva, con quien Ester se casa y alcanza a vivir "siete meses y diez días"⁸ antes de la muerte de este. Acorralada por los obstáculos de un mundo machista, toma la decisión de usurpar la identidad de su marido para poder continuar con el trabajo que él desempeñaba y no cerrarse a la posibilidad de futuros empleos. Bajo las circunstancias de esta identidad equívoca y dual, Ester-Ulises padece situaciones absurdas, violentas y des esperanzadas. En una especie de presente gris, y curada de las nostalgias incisivas de los tiempos pasados, pasa los días en algo parecido a la tranquilidad que da una rutina sin mayores sobresaltos.
Este monólogo nació cuando Ricardo Camacho, director del Teatro Libre de Bogotá, le propuso a Piedad Bonnett que escribiera una versión a la colombiana de Jacke wie Hose. Karge había tomado como punto de partida de la historia una noticia que se publicó en los años 30: una mujer había permanecido durante años vestida de hombre para mantener un trabajo.
Como recuerda Piedad Bonnett en un texto acerca de la obra que ella escribió, “conocí la obra de Karge a través de una traducción rigurosa, que hizo Almuth Fricke especialmente para el Teatro Libre. La literalidad de la obra, que se proponía revelarla en su más escueta verdad, atenuaba, sin embargo, la poesía que indudablemente el texto posee. La propuesta de Camacho consistía en que yo le devolviera la gracia del verso, que recuperara su hondura poética e hiciera comprensible al público colombiano las alusiones regionales o los comentarios políticos de Karge”.

Ella le propuso a Camacho escribir una obra propia cuya raíz estaba en la del dramaturgo alemán. “A medida que escribía, y ya sin la presión de estar enfrentada a la elaboración de un texto fiel a Jacke wie Hose, empezaron a aflorar, como suele suceder, mis propios fantasmas personales y literarios, de modo que la historia original fue tomando rumbos distintos, encontrando sus propias salidas. De Jacke wie Hose conservé, sin embargo, lo esencial de la historia, las técnicas brechtianas del collage y el distanciamiento, y muchos de sus recursos fundamentales, de modo que puedo afirmar que Gato por liebre no es tanto una versión como un homenaje al talento creador y a la imaginación de Manfred Karge”.
Este texto lo han representado varias actrices y ahora el turno es para Diana Ángel. Ella señala que, como actriz, ha enfrentado el texto con un respeto absoluto. “Estamos honrando la narrativa de Piedad que es tan maravillosa. Sería un irrespeto de mi parte alejarme del texto. Mucho de ese texto es en verso, por lo tanto cambiar las palabras, no tendría sentido, tiene una rima particular”. Ella se enfocó en crear su personaje. “Yo tuve la libertad y la dirección de Nelson Celis. Asumí el personaje de Ester Ramírez como yo lo veía, como yo consideré que podía encarnarlo”.

El gran reto de Diana Ángel como actriz (y también desde la dirección) fue crear un personaje que en realidad son dos, ya que Ester Ramírez se hace pasar por Ulises, su esposo que falleció, para mantener el trabajo que él desempeñaba. Ella es una mujer pequeña, liviana, mide un metro con 50 y se preguntó cómo iba a hacer de hombre si es tan chiquita. “Definitivamente creo que la magia del teatro y la versatilidad que puede tener uno como actriz permite la representación y recreación de un personaje de ficción que se mete en esta trama tan extraña de volverse un hombre”, dice Diana Ángel.
Agrega que en ese sentido también aporta mucho el espectador, que se deja llevar por la fantasía. “A pesar de ser un texto duro sobre una mujer que sufre bastantes pérdidas, siempre hay esperanza, siempre se puede llegar y pues que haya enfrentado la vida como hombre para abrirse paso en la sociedad es un reto muy grande para mí como actriz".
La obra enfrenta el machismo en la Colombia de hoy, que al menos en apariencia comienza a superar esa tara. Diana Ángel siente que en ese sentido la obra es muy pertinente. “Tiene esa historia de una mujer que viene desde hace un tiempo con todos estos temas de desplazamiento, de violencia y que le toca enfrentarse a este mundo gobernado por los hombres. Aparentemente estamos superando el machismo, pero todavía tenemos muchas secuelas: feminicidios, maltrato psicológico, violencia económica, violencia física. O sea, estamos lejos todavía de superar este patriarcado en Colombia y en el mundo. Entonces creo que seguir haciéndolo visible es muy importante. Es un tema que no va a parar hasta que se acabe el patriarcado y que lleguen las igualdades y las oportunidades para las mujeres de la misma forma en la que han llegado para el género masculino. Es muy texto pertinente, muy necesario en este momento de Colombia y nos recuerda en qué posición estamos”.
Recuerda que hace algunos días hizo un ensayo general para estudiantes y cuenta que a ellos les tocó muchísimo el texto6. “Les atravesó por el cuerpo esta historia de esta mujer. Creo que estas nuevas masculinidades y estas nuevas mujeres que estamos enfrentando la vida se ven reflejadas en Esther y en lo que representa Ulises en Esther”.
Además, este personaje dual de alguna manera refleja situaciones muy comunes en la vida real en la que las mujeres deben actitudes consideradas como masculinas para destacarse o al menos poder mantenerse a flote en la actividad que desempeñan o en la misma sociedad. A ese respecto, Diana Ángel reflexiona: “A las mujeres nos ha tocado enfrentarnos a situaciones en las que nos toca ponernos en un rol mal llamado masculino, porque pues seguimos siendo mujeres, pero hemos tenido que abarcar los poderes y las posiciones de gobernanza con mucha lucha”. Agrega que, sin dejar de tener su esencia, para asumir posiciones de poder a las mujeres les ha tocado marcar unos precedentes fuertes en la sociedad para poderse destacar. “A veces no tenemos credibilidad. Se escuchan muchas expresiones como ‘una mujer qué va a poder manejar un equipo de fútbol, una mujer qué va a poder manejar un camión o un Transmilenio, una mujer que va a poder ser buena abogada’. Todos esos roles que le han adjudicado a lo largo de la historia a los hombres nos los niegan a nosotras y dudan de nuestras capacidades”.
Ya hay presidentes mujeres, y directoras de entidades muy importantes. “Sin embargo tenemos que seguir poniendo un pie fuerte para destacarnos y para poder mostrar que nuestras capacidades son iguales”.
Diana Ángel expresa que es un tema complejo que plantea bastante preguntas difíciles de contestar, pero piensa que Gato por liebre podría llevarnos por ese camino. Mostrar una mujer que, después de haberse enfrentado a la necesidad de hacerse pasar por hombre para no perder un empleo y poder sostenerse en la vida, vuelve a reconocerse como mujer y a sentirse capaz y dispuesta a ser la Esther capaz de enfrentarse con la vida.
Gato por liebre
Sala Buenaventura
Jueves, viernes y sábado, 8 pm
Teatro Casa E
Carrera 24 No. 41-69
