'Nos preparamos para recibir a algunas de las voces más destacadas de la literatura contemporánea': habla la directora de la FILBo

Adriana Ángel

26 Abril 2025 09:04 am

'Nos preparamos para recibir a algunas de las voces más destacadas de la literatura contemporánea': habla la directora de la FILBo

El poeta Santiago Espinosa entrevistó para CAMBIO a Adriana Ángel, la directora de la FILBo. ¿Qué traerá la feria en 2025?

Por: Santiago Espinosa

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El 25 de abril comenzó una nueva edición de la Feria del Libro de Bogotá, un evento de la ciudad y de los lectores, pero también de los colegios que la visitan masivamente, como ocurre en muy pocas ferias. 

Adriana Ángel, su directora, en entrevista para CAMBIO, revela, entre otras cosas, lo que no todos saben: que detrás de ese cargo hay toda una vida de regreso. Adriana comenzó a trabajar en esta feria hace más de 20 años, cuidando un pabellón; después trabajó en el equipo operativo, y luego en las comunicaciones, hasta llegar a la dirección de la que ha sido su escuela y su casa. Como tantas mujeres que fueron madres tan temprano, tuvo que desempeñarse en varios oficios: trabajó coordinando transporte de carga, fue editora, correctora de estilo, e incluso hoy, cuando dirige la FILBo, “la librería más grande de Colombia”, tiene una pequeña librería de barrio que se llama Las Cigarras

Santiago Espinosa: Esta semana comienza la Feria Internacional del Libro de Bogotá que este año girará alrededor de los lenguajes sobre el cuerpo. Cuéntenos un poco sobre esta temática, por qué insistir en el cuerpo en medio de tanta virtualidad.

Adriana Ángel: Porque después de tantos años de hiperconexión digital, necesitábamos volver al cuerpo, sentirlo, pensarlo, narrarlo. El cuerpo como archivo de la memoria, como territorio político, como lugar de encuentro, resistencia y creación. Desde la literatura, la ciencia, la filosofía y el arte, esta edición de la FILBo propone volver a habitar nuestro cuerpo y el de los otros, con sensibilidad, con escucha y con cuidado. En un mundo cada vez más virtual, preguntarnos por el cuerpo es también preguntarnos por lo humano.

S.E.: ¿Cuáles son los eventos imperdibles de este año, qué autores o que autoras nos recomendaría?

A.A: La Feria Internacional del Libro de Bogotá se prepara para recibir a algunas de las voces más destacadas de la literatura contemporánea. Desde España llegará Javier Cercas, uno de los escritores más leídos en el mundo hispano. El discurso inaugural estará a cargo de Piedad Bonnett, una de las autoras más queridas y leídas del país. El sábado 26 de abril se rendirá un homenaje muy especial a Darío Jaramillo Agudelo, poeta, narrador y figura fundamental en la cultura colombiana. La programación no solo estará dedicada al público adulto. Desde las primeras horas de la mañana, niños y niñas de 0 a 6 años, podrán disfrutar de una franja pensada exclusivamente para ellos, con música, talleres y encuentros con autores que los invitarán a descubrir el placer de leer desde la primera infancia. 

S.E.: La FILBo también tiene una programación para colegios. Cuéntenos qué podrán encontrar los maestros, los estudiantes y los padres de familia que quieran visitar con sus hijos la feria.

A.A: Gracias a un convenio con la Secretaría de Educación, se espera la asistencia de cerca de 8.000 estudiantes, quienes podrán recorrer la feria y acceder a las actividades diseñadas para fomentar su interés por la lectura. Por el otro lado, Corferias lidera una convocatoria especial dirigida a colegios privados, con la cual proyecta recibir aproximadamente 43.000 niños y jóvenes. Cada día hemos diseñado una ruta de programación que combina talleres, encuentros con autores, lectura en voz alta, actividades lúdicas y mucho estímulo creativo. La idea es que cada niño, niña y joven viva la lectura como una experiencia que emociona y transforma. Lo maestros podrán encontrar espacios formativos y curadurías pensadas desde los enfoques diferenciales y los contextos educativos actuales.

S.E.: España es el país invitado de este año. “Una cultura de paz”, es lema de la delegación, precisamente cuando los procesos de paz están marchitándose en Colombia. ¿Cómo cree que pueden contribuir la cultura y la literatura para construir una cultura de paz?

A.A: La literatura tiene el poder de ensanchar el mundo interior, de imaginar otros futuros posibles. Leer es un acto que nos permite comprender al otro, su historia, sus heridas. España llega con ese lema en un momento crucial para Colombia. La cultura de paz no se decreta, se construye con actos cotidianos de escucha, de diálogo, de memoria. Los libros, los autores, las historias que trae España este año, son también una invitación a no rendirse, a seguir creyendo que la palabra puede reconciliar.

S.E.: Hoy todos la conocen como la directora, pero lo que no todos saben es que usted lleva muchísimos años trabajando en la feria. ¿Cómo comenzó su historia con la directora?

A.A: Mi historia con la FILBo comenzó cuando fui jefe de sala en un pabellón que ya no existe, el número 2, cuidando una exposición; de ahí la vida me fue llevando al mundo editorial, pasando primero por una editorial y después a la Cámara Colombiana del Libro, como directora de comunicaciones. Esta feria fue –y sigue siendo– mi gran escuela. Aquí entendí que un libro es mucho más que un objeto: es una posibilidad de transformación colectiva.

S.E.: Hablemos de sus maestros. ¿A qué profesora o profesor del colegio –o de la vida– recuerda con especial gratitud, y por qué?

A.A: Podría ser mi profesora de español en primaria Marta Rincón, a quien le debo mi cariño y reconocimiento porque me transmitió su amor por la palabra escrita.

S.E.: A lo largo de todos estos años ha conocido a algunas de las voces más representativas del mundo. ¿A qué autores o autoras recuerda con especial gratitud, y qué aprendió de ellos o de ellas?

A.A: Recuerdo con especial gratitud a Antonio Muñoz Molina, por su lucidez; a Chimamanda Ngozi Adichie, por su fuerza; a Gioconda Belli, que nos enseñó que la poesía es también un acto de rebeldía. Cada autor que ha pasado por la FILBo deja una huella. Y de todos he aprendido que el respeto por las palabras es también respeto por la vida.

S.E.: La FILBo es, además de lo editorial, una fiesta de toda la ciudad. ¿Cuál es el secreto? ¿Cómo hacen para convocar a tanta gente todos los años?

A.A: Creo que el secreto está en que la FILBo no se limita a los libros. Es un lugar de encuentro, de comunidad. Hemos construido una feria que piensa en los lectores, públicos, entre otros. Y lo hacemos con aliados maravillosos que creen en el poder transformador de los libros. Cada uno suma. Y claro, el amor de los bogotanos y colombianos por esta feria es enorme. FILBo es un ritual colectivo de afecto por las palabras.

S.E.: Las cifras de lectura en Colombia son realmente preocupantes, especialmente después de la pandemia. Si pudiera cambiar algo del sistema educativo colombiano, ¿qué es lo primero que cambiaría? ¿Qué consejos le daría al actual ministro de Educación?

A.A: Incluiría la lectura como una práctica transversal, no como una obligación evaluada. La lectura debería ser un derecho cotidiano, un espacio de encuentro emocional y creativo. Debemos cuidar a nuestros docentes, démosles tiempo, libros y confianza. Y escuchemos más a nuestros niños y niñas: ellos saben qué historias necesitan.

S.E.: Usted está a cargo la feria del libro más grande de Colombia, pero muchos no saben que usted tiene un proyecto familiar que se llama Las Cigarras, una librería de barrio en Quinta Paredes. ¿Qué la llevó a emprender esta aventura? ¿Por qué el nombre de Las Cigarras?

A.A: Las Cigarras nació a partir de unas pérdidas personales, de la necesidad de resucitar y seguir cantando como las cigarras. Es un ejercicio de confianza permanente que, junto con mi socia y amiga, queremos establecer como un legado para nuestras familias, amigos, para la comunidad del barrio, y la mejor forma de hacerlo es a través de los libros, las lecturas y las buenas conversas.

S.E.: Y finalmente quisiera preguntarle por la lectura. ¿Cuáles son sus libros de cabecera? ¿Qué libro tiene ahora en su mesa de noche?

A.A: Mis libros de cabecera cambian, pero Alejandra Pizarnik, José Saramago, Gabriela Arciniegas y Vivian Gornik, entre otras, han trazado un camino en mi historia lectora reciente. En mi mesa de noche está La edad del desconsuelo, de Jane Smiley.
 

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