Juan Cárdenas, el legado de un gran maestro
Foto: Museo Bolivariano
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Juan Cárdenas fue un extraordinario retratista y pintor de espacios arquitectónicos. Educado en Estados Unidos, su obra está marcada por las vanguardias que él pudo conocer allá, de primera mano. Cinco expertos en su obra le contaron a CAMBIO cuál fue su importancia y su legado.
Por: Redacción Cambio
El domingo pasado falleció el pintor y caricaturista Juan Cárdenas, cuyo nombre de pronto no es muy conocido por el gran público, pero que se ha ganado el respeto y la admiración de quienes se han adentrado en su obra.
Cárdenas nació en Popayán en 1939 y su familia se radicó en Estados Unidos cuando él tenía ocho años de edad. Desde que era niño se interesó por el arte y ya a los 12 años había decidido ser un artista. Obtuvo un título en dibujo en la Rhode Island School of Design y regresó a Colombia en 1965. Mientras intentaba entrar en el mundo del arte colombiano, fue caricaturista del diario La República. También fue profesor de pintura y dibujo en la Universidad de Los Andes entre 1969 y 1972. Al año siguiente, el Museo de Arte Moderno albergó su primera exposición individual.
A raíz del robo al Banco de la República de Valledupar en 1994, la institución tuvo que emitir una nueva familia de billetes. El diseño de Cárdenas para el billete de 5.000 pesos hizo posible que millones de colombianos, casi todos sin saberlo, hubieran tenido en sus manos un Cárdenas. Era un billete verde con la imagen de José Asunción Silva y, en el reverso, el poema Nocturno III. Cárdenas también diseñó el billete de 20.000 pesos que se lanzó en 1996 con el rostro del astrónomo y matemático Julio Garavito Armero, acompañado de una luna en el anverso.
Artistas y críticos de arte le contaron a CAMBIO cuál fue, en su opinión, la importancia de Juan Cárdenas y su legado.
Leyla Cárdenas
Escultora
Siempre me ha gustado mucho el trabajo de Juan Cárdenas. Aprendo mucho de él. En mi corazón y en mis clases siempre llevo a mostrarles a los estudiantes una serie que se mostró en una exposición que hicieron en el Museo Nacional en 2021, cuando se celebraba el aniversario de las dos constituciones. En esa muestrta había muchas obras del maestro Cárdenas y, sobre todo, unas series a las que les dedicó más de 10 años de investigación porque eran pinturas y caprichos del siglo XIX de retratos santafereños, del momento de la Constitución: un momento que a mí también me interesa mucho de la construcción de nación en ese periodo. Se trata de personajes que existieron retratados por Epifanio Garay, por Alberto Urdaneta o por las caricaturas de José María Espinoza, y que él combinó en sus pinturas. Hay algo bellísimo en esas obras y es que quedaron inacabados algunos fragmentos.
Uno de los elementos más lindos de su trabajo es su metodología de cómo pensar el vacío arquitectónico –a pesar de que era muy bueno pintando arquitectura–, combinando esta mirada entre ficción y realidad y la verdad, lo que no podría hacer una cámara fotográfica con el registro y que sí puede hacer la pintura.
Él repetía mucho que la pintura es un ejercicio cerebral y detrás de cada una de sus obras demuestra su acercamiento conceptual, teórico y de gran investigación. Esta serie es una maravilla. Tiene tres retratos que me encantan, que miro mucho y que muestro en mis clases cuando estamos hablando del tiempo. Son pinturas 'transhistóricas', porque son collages que él hacía. Trata, por ejemplo, de hacer el río San Francisco, imaginar cómo se veía. Obviamente, no hay fotos: sólo fragmentos de pinturas. Basado en esa documentación de acuarelas, pinturas y grabados, Cárdenas reconstruye un momento de la ciudad en lugares iconográficos como la carrera Séptima, la Plaza de Bolívar y el río San Francisco.
Otro gran legado del maestro Cárdenas es esa metodología arqueológica. Usaba personajes históricos y retratos como referentes y lograba pinturas que también son 'transhitóricas'. Esos grandes cielos, esa espacialidad. Me encanta también cómo, a veces, sus figuras flotan, no tienen piso. Unos retratos que además tiene unas miradas maravillosas. Todo esto que hizo como la pintura t'ranshistórica' de Bolívar. Tomó diferentes momentos de su vida tratando de reconstruir a al Libertador también a partir de diferentes versiones: ¿Cómo se veía Bolívar viejo? ¿Cómo se vería Bolívar cuando estaba en alguna batalla…?
Es un gran legado y es un grande don Juan Cárdenas. Un importante exponente de una pintura del tiempo sobre el tiempo y que transgrede cualquier posibilidad de pensar el tiempo desde lo dimensional. Fueron unos logros muy vastos y muy inmensos.
Jaime Cerón
Curador, crítico de arte
Juan Cárdenas se hizo visible dentro del arte colombiano durante la década de los 60 y se consolidó en los 70. En un periodo en donde emergían nuevos medios en el arte, él insistió en el dibujo y la pintura, pero los empleó como un espacio de cruce entre el pasado y el presente.
Fernando Gómez Echeverri
Periodista, crítico de arte
Juan Cárdenas fue uno de los grandes pintores colombianos, sin duda un top 10 del siglo XX, al lado de su hermano Santiago, por técnica, por cultura y por oficio. En su obra hay temas recurrentes como los autorretratos, la arquitectura, la mitología y la historia. Es un artista que todavía no ha sido expuesto en Colombia en toda su grandeza: sus galeristas estaban en Europa y sólo este año volvió a exponer en Bogotá, en la galería La Cometa. Tenía un humor exquisito, unos conocimientos enciclopédicos asombrosos y una mirada histórica única: sus pinturas de próceres, batallas y calles bogotanas del siglo XVIII merecen un tomo aparte. Realmente, su muerte es una pena: sólo ahora lo estábamos descubriendo.
María Iovino
Curadora, crítica de arte
Entre los muchos aportes que Juan Cárdenas le hereda al arte de Colombia destaco su excelencia como dibujante y como pintor. Cada una de las obras que realizó constituye una lección magistral de perfeccionamiento en los oficios a través de los cuales se expresa el artista. Como su hermano Santiago, Juan Cárdenas conoció a Colombia, su país de origen, siendo un adulto formado en la escuela artística moderna de Estados Unidos. Por esta razón, en su trayectoria siempre será decisivo entender la manera en que los lenguajes vanguardistas, cuyo nacimiento y maduración testimonió, se pusieron al servició de la comprensión de la luz y de los acontecimientos que moldean las formas en este lugar.
Así mismo, es de radical importancia comprender que Juan Cárdenas abandonó la posibilidad de proyectar una carrera como artista en la ciudad de Nueva York a causa del riesgo que le representaba el llamado a prestar servicio en la guerra de Vietnam, como ciudadano estadoudinense que también fue. De allí que su concepción de la guerra y de la violencia nunca se manifestara de manera ruidosa o evidente. Aunque el conflicto lo afectaba sensiblemente, su visión de la dificultad humana era compleja y por lo mismo evitaba la denuncia simplista.
María Belén Sáez de Ibarra
Curadora, crítica de arte
No sólo sobresale por sus autorretratos, sino por el retrato mismo del oficio de pintor al que se dedicó tantísimos años con espacios de taller alterados, donde se veían una especie de juego de espejos, de alteraciones en la disposición de la pintura ya hecha con el retrato. Son espejos puertas, con una alteración del tiempo, de la luz, y un extrañamiento total de esa vida del taller. Es como si quisiera dar cuenta de la vida interior o mental de la pintura.
Por otro lado, en esos múltiples lienzos que hizo, la mayoría de formatos medianos o pequeños, había una intimidad donde uno se podía aproximar a un mundo donde lo cotidiano se volvía raro, se volvía alterado por una intromisión de sus figuras, la disposición de las personas en el paisaje, la transformación de formatos y medidas, y esa capacidad insólita que tenía por desbaratar lo que era confortable y confiable. Es un pintor que vamos a ir valorando con el tiempo y que hace parte ya de un acervo de nuestra memoria. Ojalá salgan a la luz esas colecciones que tenemos guardadas para rendirle un homenaje a ese gran artista de la pintura.