
La consagración de Lorenza Panero
Lorenza Panero.
El Museo del Chico de Bogotá presenta hasta el 26 de mayo, la exposición ‘Geografías emocionales’ de la artista colombo americana Lorenza Panero. La muestra la componen pinturas, luminografías, esculturas e instalaciones.
Por: Eduardo Arias

Geografías emocionales es una muestra de la artista Lorenza Panero que da cuenta de su interés permanente por conocer la luz y el color, la transparencia y la opacidad. Para ello utiliza múltiples capas de información para representar espacios cargados de emoción. En esta exposición, la artista desarrolla la partitura musical desde el territorio de las artes plásticas en 19 obras en las que utiliza diferentes técnicas: luminografía, óleos, escultura e instalación.

Ella empezó a interesarse en la luz y el movimiento desde un comienzo, cuando visitaba museos y galerías. “Lo que me atrae es dinamismo en el arte. Puede ser de cualquier época de la historia humana. Lo importante es el impacto que tiene, su capacidad de irrumpir en el espacio”. Ella considera que la creatividad nace cuando se buscan nuevas maneras y soluciones nuevas para ver el mundo, o cuando se desarrollan lenguajes diferentes para pintar el mundo actual. “La luz está presente siempre, como espectro de color y como elemento integral de cómo sentimos lo que nos rodea. El movimiento es nuestra realidad: todo cambia, todo pasa. Se plasma lo que es importante, lo que hay que reconocer, lo que no debemos olvidar. Creo que siempre he buscado esta integración y tal vez desde el cuarto oscuro he intensificado el uso de la luz como medio”.
'La consagración de la primavera' según Lorenza Panero
En 1913, el estreno en París de La consagración de la primavera del compositor ruso Igor Stravinski provocó un verdadero escándalo y el público, incapaz de entender lo que oía, abandonó el teatro de los Campos Elíseos. Stravinski tuvo que esperar el paso de algunos meses para que su obra fuera aceptada y aplaudida. Es una obra que se estrenó un año antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, una época de cambios inmensos en la forma de vida, por la mecanización y los procesos de industrialización, en el que cambiaron de manera dramática la ciencia, la tecnología, las estructuras sociales y el arte no era ajena a ello. Esta obra de Stravinski, al igual que otras de aquel período, dieron cuenta de estas transformaciones.
Un elemento que siempre ha seducido a Lorenza Panero es la música. “Desde tocar un instrumento como el piano o aprender a leer la música es más impactante cuando ya el oído por su memoria reconoce notas y timbres que se oyen. En mi obra las estructuras del pensamiento están siempre presentes y esto incluye el ritmo musical. Cada obra pertenece a su propio mundo de sonido”. En el caso de Partitura creó una música especial que acompaña la obra basada en La consagración de la primavera del compositor ruso Igor Stravinski. “De alguna manera esta obra abre muchas puertas y creo que el mundo de la música va a tener más presencia en mi trabajo de aquí en adelante”, dice.
La consagración de la primavera es una obra épica que evoca el momento en que cobran vida el nacimiento, la sensualidad, el deseo sin límites, la reconstrucción y renacimiento. Partitura toma esas ideas para hablar de la coexistencia del ser humano con su creatividad sus deseos y su espiritualidad.

Para Lorenza Panero la geometría y la música nacen en la búsqueda de las formas perfectas. “Son mundos de alta precisión. Definen espacios con claridad y así los percibimos, ya sea un habitat en terreno montañoso, o la dimensión espacial de los sonidos de una orquesta tocando la Consagración de la Primavera de Stravinsky. Mientras la geometría mantiene cierta distancia del individuo, la música alcanza una especie de intimidad con el que la oye. Como todo lenguaje nos permiten construir realidades en el tiempo y en el espacio”, explica Lorenza Panero.
Así mismo, música y color se relacionan de manera muy estrecha. “Aunque se puede ver el color como una ciencia, su naturaleza es plenamente emotiva. Como la música, tiene la capacidad de trascender a niveles desconocidos llenos de misterio. Estas poéticas generan luz y crean espacios que sentimos al vivirlos, y perduran en la memoria”.

Lorenza Panero nació en Nueva York en 1959 y su familia está radicada en Colombia desde hace muchos años. Se formó como artista plástica en el Rhode Island School of Design (BFA) y el Hunter College (MFA) en pintura, arte público e instalación.
Ella vive y trabaja en Bogotá, Es una artista muy reconocida por su inagotable interés por investigar y experimentar para responder nuevos interrogantes y explorar caminos muy diversos.
Se la reconoce por su producción en pintura, luminografía, obra gráfica e instalación. Ha desafiado los límites de los materiales y de los procesos en una original investigación en la creación de imágenes y experiencias. Con la técnica de la luminografía utiliza la luz para crear imágenes únicas sin cámara en el cuarto oscuro. El color y movimiento a gran escala le han permitido construir realidades poéticas que se despliegan en el tiempo y el espacio.
Desde 1985 ha presentado numerosas exposiciones individuales y ha sido incluida en varias muestras en museos latinoamericanos. Como ella señala, “mi obra gira alrededor del mundo emotivo, creando espacios e imágenes que rememoren tiempos vividos, anhelados, y soñados. Cada una toca fibras del alma del individuo”.
La exposición estará abierta hasta el 26 de mayo en el Museo del Chico de Bogotá, Ak 7 # 93 - 01 y Carrera 9 # 93-38. TMartes a domingo y festivos: 09:00 a.m. – 1:00 p.m. y 2:00 p.m. – 05:00 p.m.
