Los 15 libros más vendidos en la historia de la FILBo

1. Cien años de soledad – Gabriel García Márquez 

Con una mezcla de lo real y lo mágico, Cien años de soledad fue publicada el 5 de junio de 1967 por la Editorial Sudamericana de Buenos Aires.

En 2006, el librero y coleccionista Álvaro Castillo Granada halló en Montevideo una primera edición por apenas seis dólares. La reconoció por su portada, diseñada “de afán”, y salió de la tienda corriendo, incrédulo ante su hallazgo. Años después, el propio Gabo le firmó el ejemplar, sumándole valor sentimental.

No se conoce el número exacto de ejemplares de esa primera edición, lo que convierte a esos libros en verdaderos tesoros. Castillo, dueño del San Librario en Bogotá, aún lo conserva como una joya. García Márquez, su cliente habitual, solía llamarlo “el librovejero”.

2. En agosto nos vemos (Penguin Random House) – García Márquez

Desde que se anunció que llegaría a librerías en marzo de 2024, se convirtió en una de las obras más polémicas del año. La controversia surgió porque los hijos de Gabriel García Márquez sabían que su padre nunca tuvo la intención de publicarla en vida: consideraba que no estaba del todo terminada. Se trata de una novela que comenzó a escribir en 1999. Frente a las críticas, Rodrigo García Barcha respondió:

“Pero cuando perdió la capacidad de escribir, perdió la capacidad de leer, y nunca nos dijo por qué no servía. Eso nos hizo sospechar que perdió la capacidad para juzgar el libro”. Sin embargo, Gabo dejó claro que, al morir, sus hijos podrían disponer de su obra. Esta novela vendió alrededor de 7, 000 ejemplares en FlLBo. 

3. Los vagabundos de Dios (Planeta) – Mario Mendoza

Cinco años después de haber incursionado en otros formatos como la novela gráfica, el cómic y una adaptación cinematográfica–, el escritor Mario Mendoza regresó a la FILBo 2024 con una novela, Los vagabundos de Dios. Escrita durante la pandemia, la novela retrata el colapso personal de su protagonista en medio de un mundo que también se desmorona. El caos exterior y la crisis interior avanzan en sintonía. Mendoza, uno de los autores más leídos en Colombia, suele concentrar buena parte de la atención en la FILBo. Esta novela vendió más de 5.500 ejemplares, según los reportes de las editoriales Planeta y Panamericana.

4. Memorias de un hijueputa (Penguin Random House) –Fernando Vallejo

En 2018, Fernando Vallejo (1942) regresó a Medellín con un propósito concreto: escribir Memorias de un hijueputa. Tras vivir durante décadas en México, el autor colombiano volvió a su ciudad natal para dar forma a una novela en la que un presidente totalitario, culto e implacable, asume el rol de narrador y decide exterminar a la mitad del país. Entre sus primeras víctimas aparecen cuatro expresidentes colombianos –César Gaviria, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos– a quienes califica como “los más dañinos delincuentes”.

Fiel al estilo de Vallejo, la narración mezcla sátira y provocación, y mantiene esa ambigua cercanía entre el autor y su personaje. Como en otras obras suyas, el desprecio por la humanidad y el amor por los animales son ejes centrales, así como su inagotable arremetida contra presidentes, poetas, y celebridades.

5.  Hábitos atómicos – James Clear (Diana)

James Clear se ha convertido en un referente mundial del crecimiento personal gracias a su libro Hábitos atómicos, uno de los títulos de no ficción más vendidos del último Sant Jordi, festival que celebra el amor por la cultura. En su libro presenta un método claro y estructurado para alcanzar objetivos personales a través de pequeños hábitos diarios, capaces de generar cambios sostenibles a largo plazo.

La idea central del libro surgió de su propia experiencia. Cuando era estudiante de bachillerato, Clear sufrió un grave accidente mientras jugaba béisbol: un bate, lanzado accidentalmente por un compañero, lo golpeó en la cara. El impacto le fracturó la nariz, afectó sus cuencas oculares y le provocó una inflamación cerebral severa. Fue inducido a un coma y conectado a un respirador artificial. La recuperación incluyó cirugías, problemas de visión y convulsiones frecuentes.

Durante ese proceso, Clear adoptó rutinas estrictas para recuperar su autonomía física y mental. Lo que luego llamaría “hábitos atómicos” comenzó con acciones sencillas: mantener su habitación ordenada o acostarse temprano, mientras sus compañeros trasnochaban. “Todos tenemos que lidiar con contratiempos y retrocesos, pero, a la larga, la calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestros hábitos”, mencionó dicho autor.

6. El principito – Antoine Saint-Exupéry

El Principito fue publicado por primera vez en abril de 1943 en Estados Unidos, no en Francia, debido a que el país natal de Saint-Exupéry estaba entonces en guerra. Junto con El extranjero, de Camus, es el libro francés más traducido en el mundo. La primera versión en español apareció en 1951, editada por Emecé en Argentina, con traducción de Bonifacio del Carril.

Sobre su vigencia, la comunicadora Valeria Dotro con gran experiencia en educación y cultura sostiene que está vinculada a la transmisión que hacen los adultos: “Padres, maestros y editores consideran que ese texto tiene sentidos y valores que vale la pena compartir”.

Aunque reconoce que no está segura del impacto que tiene en los niños, sí observa cómo los adultos lo mantienen en circulación, impulsando reversiones, nuevas ilustraciones y la difusión de frases destacadas en distintos formatos.

7. El olvido que seremos – Héctor Abad Faciolince (Alfaguara)

Un libro es casi siempre el elegido por los lectores de todas las edades. Esta obra literaria, que fue llevada al cine por Fernando Trueba, se llevó el galardón a mejor cinta iberoamericana en los premios Goya. Es la primera vez que una película colombiana recibe esta distinción. Se trata de El olvido que seremos, una biografía novelada del médico y activista Héctor Abad Gómez escrita por su hijo, el autor antioqueño Héctor Abad Faciolince. A través de sus páginas, se entrelazan la defensa de los derechos humanos, la violencia que ha marcado la historia reciente de Colombia, la memoria íntima de una familia, la evocación luminosa de la infancia y la crudeza de la realidad política del país. Como lo dijo alguna vez el escritor Mario Vargas Llosa, “hay en este libro dolor y frustración, pero también ideales y ternura”.

8. El ruido de las cosas al caer – Juan Gabriel Vásquez (Alfaguara) 

La quinta novela del escritor bogotano se lanzó en 2011 y con ella ganó el XVI premio Alfaguara De novela en el mismo año. El ruido de las cosas al caer toma su título de una imagen recurrente en la obra: la caída de aviones. A lo largo de la narración, varios accidentes aéreos atraviesan las vidas de los personajes, desde la tragedia de Santa Ana en 1938 hasta el atentado contra un vuelo de Avianca en 1989, pasando por el siniestro de American Airlines en el cerro El Diluvio, en 1996. Más allá de lo literal, el título alude al derrumbe simbólico de los lazos familiares y los planes de vida que intentan sostener los protagonistas.  En una columna de ese año, Abad Faciolince le dedicó unas palabras a la novela: “Una voz íntima y extraña al mismo tiempo, una voz afinadísima, musical, una voz compleja y serena a pesar de lo atormentada, una voz tan humana que uno dice: a este tipo yo le creo todo lo que me cuente, así sea mentira”.

9. La perra – Pilar Quintana (Penguin Random House)

En la edición 2018 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, La perra fue una de las novelas más leídas y comentadas por su capacidad para retratar, con una prosa contenida y precisa, la crudeza de la vida en la costa del Pacífico colombiano. La historia de Damaris –una mujer atravesada por el deseo, la pérdida y la violencia– captó la atención de los lectores no solo por su dimensión íntima y emocional, sino también por la manera en que Pilar Quintana logra visibilizar contextos marcados por la discriminación y el abandono estatal. El premio Biblioteca de Narrativa Colombiana que recibió en ese mismo año consolidó su lugar como una de las ficciones más relevantes del panorama nacional.

10. La vorágine – José Eustasio Rivera

En 1924, los talleres gráficos de la Editorial de Cromos, en Bogotá, imprimieron por primera vez La vorágine. José Eustasio Rivera había regresado recientemente de la selva del Orinoco, donde participó en una comisión fronteriza entre Colombia y Venezuela. Esa experiencia alimenta el relato de Arturo Cova, un joven poeta que huye a los Llanos Orientales junto a su compañera Alicia. En esos parajes agrestes, Cova se ve arrastrado por una fuerza que lo supera: la violencia. Alicia cae en manos de un tratante de personas y su rastro lo conduce a lo más profundo del Vichada. Lo que empieza como una huida se convierte en un descenso hacia el abismo. La selva impone su ley, pero son los hombres los que encarnan su mayor amenaza.

11. Lo que no tiene nombre – Piedad Bonnett (Alfaguara)

Hay libros que no necesitan alzar la voz para dejar una huella. En Lo que no tiene nombre, Piedad Bonnett escoge la honestidad como único camino posible para relatar el duelo más íntimo: la pérdida de un hijo. Sin pretensiones, sin consuelo artificial, el texto avanza con una claridad dolorosa que confronta sin empujar. Publicado el 8 de marzo de 2013, alcanzó más de 7.000 ejemplares vendidos en un solo día, un gesto que no mide cifras sino resonancias. Es, ante todo, una exploración de lo irreparable, donde la escritura no busca respuestas sino compañía en el abismo.

12. Estaba en llamas cuando me acosté – Juan Mosquera Restrepo (Sílaba)

Con una cuarta reimpresión publicada por Sílaba Editores, Estaba en llamas cuando me acosté confirma su lugar entre los títulos destacados de la poesía reciente en Colombia. Su autor, Juan Mosquera Restrepo, nacido en Antioquia y de raíces chocoanas, ofrece un libro que transita entre el poema, la prosa breve y la imagen fugaz. En estas páginas, un país fragmentado aparece reflejado en escenas domésticas, familiares o íntimas, atravesadas por la nostalgia y la pérdida.

Pilar Quintana advierte sobre su impacto emocional: “Lea bajo su propio riesgo. Este libro duele”. La presencia de lo cotidiano –a veces bajo la lluvia, a veces en silencio– va dejando una huella persistente, como si cada texto fuera una fotografía borrosa de algo que todavía quema. Andrés Osorio Guillot, periodista de El Espectador, escribió sobre este libro: “Entre lecturas uno se va dando cuenta de que se va volviendo adicto o una especie de buscador obsesivo-empedernido por ese efecto de recibir luego de un punto final una especie de golpe seco que te aturda, que te obligue a profundizar en el silencio que obliga la lectura y comprender por qué ese conjunto de oraciones –en este caso de versos– te golpeó directamente el corazón”.

13. El secreto de Tedd y Todd, de Fernando Trujillo Sáenz (Panamericana)

El secreto de Tedd y Todd se ha convertido en uno de los títulos más comentados dentro del circuito de la literatura independiente en español. Su autor, Fernando Trujillo, figura clave de la Generación Kindle, ha logrado captar la atención de miles de lectores gracias a una narrativa envolvente, marcada por el ritmo vertiginoso y los giros inesperados. Esta novela, que combina el suspenso con el desconcierto calculado, confirma la capacidad del autor para construir tramas donde el desconcierto es una herramienta y no un obstáculo. Trujillo comenzó su camino en la autopublicación en 2010 y desde entonces ha consolidado una obra que destaca en las listas digitales. Su saga La biblia de los caídos es ya un referente en el mundo del thriller fantástico. El reconocimiento de figuras como Blanca Miosi y su presencia en encuentros literarios como el I LLEC en Madrid refuerzan su papel como pionero en la escena indie.

14. Terapia para llevar – Ana Pérez (Montana)

La escritora y psicóloga Ana Pérez, conocida en redes sociales por su cuenta Nací dramática, reúne en Terapia para llevar un centenar de herramientas psicológicas pensadas para enfrentar los retos emocionales del presente. Con una mirada contemporánea y un lenguaje accesible, el libro se presenta como una guía cercana para acompañar procesos de reflexión personal. La edición, publicada por Montena, destaca por su diseño visual: ilustraciones a color realizadas por la autora y una estética pop que conecta con códigos actuales. Una obra útil para consultar en cualquier momento, pensada para quienes buscan estrategias sencillas y eficaces en su día a día. Hasta el momento este libro ha vendido aproximadamente 1.100 ejemplares. 

15. Soy Gallina / Soy león – Caballito de Acero

Cuando un estadio se tiñe de un solo color, el grito del gol ajeno se desvanece, la emoción compartida se diluye y se olvida que el fútbol es, ante todo, un juego entre dos. La magia del clásico –ese que divide la ciudad, pero también la une– radica en la diferencia. En ver a las tribunas pintadas de rojo y azul, en aprender a perder con dignidad, a ganar con gracia, y a empatar sin rencor. No hay fútbol sin el otro.

Este libro nace con ese espíritu: por un lado, se leen los cuentos de Millonarios; por el otro, los de Santa Fe. Una doble portada para leer desde ambas orillas, como si estuviéramos sentados codo a codo en El Campín, compartiendo la memoria, las anécdotas, la rivalidad y el respeto. Porque el fútbol también se puede contar en paz.

Veintidós autores les dan rienda suelta a estas aventuras futboleras Entre ellos, se cuentan los escritores Andrés Mauricio Muñoz y Ricardo Silva Romero, Andrea Salgado, y los periodistas Santiago Rivas y Nicolás Samper, quienes aportan su voz y mirada para reconstruir la pasión bogotana desde las letras.