“Mi feminismo sigue siendo oponerme a la idea del cuerpo femenino como mercancía y como motor del comercio neoliberal”: Andrea Echeverry

Crédito: Nicolás Caballero

22 Abril 2025 10:04 am

“Mi feminismo sigue siendo oponerme a la idea del cuerpo femenino como mercancía y como motor del comercio neoliberal”: Andrea Echeverry

Para celebrar el lanzamiento de ‘Genes Rebeldes’, el nuevo álbum de Aterciopelados que ya está en todas las plataformas, CAMBIO conversó con Andrea Echeverry y Héctor Buitrago, uno de los binomios musicales más importantes de la música contemporánea en Colombia. 

Por: Juan Francisco García

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Trece canciones forman el nuevo disco de los Aterciopelados. Su onda musical tiene bambuco, cumbia, electrónica y rock and roll. Es alegre y rebelde. Feminista y antianoréxico. Su fórmula, si la hay, es la autenticidad y la Inteligencia Artesanal. Treinta años después de su primer álbum, Aterciopelados sigue más vigente que nunca. CAMBIO habló con sus dos cabezas para entender cómo y por qué. 

CAMBIO: Van más de 30 años haciendo música. ¿Piensan conscientemente en dejar un legado o la idea del legado es pura vanidad?

Héctor Buitrago: Es evidente que hemos dejado un legado. Ser artista, ser una figura pública, inevitablemente tiene una resonancia. Hay personas que se acercan para decirnos que nos han escuchado desde niños... ¡desde que sus papás les ponían música de Aterciopelados! 

Andrea Echeverry: Hasta hubo una fundación ambiental que se creó a raíz de nuestra música. O sea que sí hemos sembrado pensamiento y hemos cambiado la cabeza de mucha gente. Ahora, con la canción Mamíferas, muchas chicas han salido a decir que en ninguna otra parte se habla de estas cosas. Y lo que hay es una insistencia en el estereotipo, en la hipersexualización de la mujer objeto, sin ninguna voz que diga “¡liberémonos!, comamos tranquilas y no sigamos siendo esclavas de este discurso neoliberal que quiere que todas seamos guapas, flacas y sexys eternamente"… Yo sí creo que eso es todo un legado. 

CAMBIO: Siguiendo con el legado, ¿cómo explican ustedes la vigencia de Aterciopelados, que con este álbum vuelve a rebelarse contra una industria homogénea y al servicio de las plataformas con sus tendencias y fórmulas?

Héctor Buitrago: Se explica porque seguimos haciendo las cosas a nuestra manera, a nuestro tiempo, porque seguimos comunicando lo que sentimos y pensamos… y con el atrevimiento de mezclar géneros, experimentar con las letras y la producción de las canciones; seguimos vigentes porque seguimos siendo muy curiosos y nos salimos de las fórmulas. O quizá es que nuestra forma es la rebeldía de seguir siendo alternativos y decir las cosas a nuestro modo. 

Andrea Echeverry y Héctor Buitrago. Crédito: Nicolás Caballero

Andrea Echeverry: Sobre esto de decir las cosas a nuestro modo, yo estoy muy feliz con el asunto de la Inteligencia Artesanal. Como soy ceramista, siempre he tratado de incluir a la cerámica en la música. Al principio hacíamos collares para regalarle a la gente, cosas pequeñas que nadie notaba. En el álbum Claroscura hicimos todos los letreros en cerámica. Con Ovarios Calvarios, que fue un proyecto que hicimos en pandemia y que incluyó tres canciones antiviolación y una exposición de cerámicas mías en el Claustro de San Agustín, tuve la posibilidad de encontrarme con mamás, hijas, grupos de mujeres. Estos encuentros son algo que hemos venido construyendo y que pueden explicar la vigencia. Para este último disco, la estética tiene mucha cerámica, que sigue siendo una manera de originalidad –de que no se parezca nada–, y a la vez de mucha congruencia con lo que somos. 

Yo he tratado de construir este personaje –femenino porque soy una chica, porque me encanta la ropa, el color y la posibilidad de comunicarse a partir de estas, pero sin caer en los estereotipos de la chica sexy y todo esto…–. Creo que la inclusión de la cerámica en el nuevo disco para mí es súper contento (risas). ¡Me llena de felicidad! Los invito a ver los videos de Perú, Mor y Mamíferas, que están llenos de cerámica. 

CAMBIO: Ya que hablas de lo súper contento y alegre, en el álbum hay mucho humor, burla incluso de ustedes mismos. Así como hay quienes piensan que hay que desconfiar de la prosa que no ríe, ¿hay que desconfiar de la música que no conoce la alegría?

Héctor Buitrago: No necesariamente: la música debe expresar lo que hay en el corazón. El problema es cuando el artista se olvida de la conexión e intenta entrar en una moda, en un trend. Se puede hacer música desde la fiesta, desde la rabia, desde la tristeza. 

Andrea Echeverry: En mi caso, que he hecho muchas canciones desde el cuerpo de una mujer, desde por allá El Estuche, Piernas, Cuerpo, creo que en este último disco llegué a un lugar novedoso. Como que me equiparo con las chicas sexys… al final todas estamos acá en el showbusiness tratando de que alguien nos pare bolas. Esa es la cruel realidad de esta profesión: “por favor, párenme bolas”, les tengo que gustar. Ahí estamos todas, cada una con una herramienta diferente. Yo supongo que he escrito todas estas canciones porque nunca tuve un cuerpazo increíble, entonces ni le pare bolas a eso. 

Cambio Colombia

En este disco, participo del show, pero siendo yo misma. Vieja, rebelde y sin ir al gimnasio. Este disco es refrescante porque es antianoréxico. Mi virtud no está en mi cuerpo sino en lo que canto. 

CAMBIO: Para ahondar en esto último, Andrea, ¿cómo entiende usted el feminismo? ¿Qué es ser feminista y hacer música, arte feminista?

Andrea Echeverry: Mira que en un momento era Cosita seria, que de hecho la cantamos así súper felices y sigue siendo uno de nuestros himnos así, súper energéticos. Ese rechazo a un hombre que te piropea, en la época que se escribió, fue muy revolucionario. Creo que de alguna forma fuimos precursores del #MeToo de hoy en día. 

Ahora lo que busco, como mujer, habitante de un cuerpo femenino, en una sociedad que tiene al cuerpo de la mujer como la carnada y el motor principal del comercio, es justamente defenderse de esto. Expresar que no estoy de acuerdo con este comercio neoliberal sexualizado, así ahora sean las mujeres las que se ganen el dinero y no otros, como pasaba antes. Lo que yo sigo criticando es al patriarcado de siempre, que nos quiere jóvenes y sexys, o viejas y sexys, que es aún peor. Mi feminismo es simplemente la naturalidad de ser yo misma: de envejecer y que se me note la cana, la arruga y él gordo. Lo que quiero es rescatar el placer, porque me he dado cuenta de que las mujeres están muertas de hambre. ¡Cómo así que me dicen que después de oír mi canción pudieron por fin comer sin culpa! ¿Quién nos lavó el cerebro así? ¿El cuerpo está hecho para seducir a quién o qué? 

CAMBIO: Sé que tenían cierta inquietud sobre cómo iba a sonar el álbum en vivo, justamente porque siguen experimentando. ¿Cómo les fue en el concierto que dieron en el Julio Mario Santo Domingo en el que por primera vez tocaron Genes Rebeldes en vivo?

Andrea Echeverry: Fueron dos noches muy hermosas, muy mágicas. Artesanías de Colombia nos prestó la chiva para recordar el video de Agradecida, que fue tan bonito. Y todas las visuales las preparamos con cerámica, que es una propuesta hermosa. Además, como en el teatro tenían muchos maniquíes, pues me sirvió perfecto para crear un espacio femenino, juguetón, lleno de ruanas, sombreros. 

Cambio Colombia

Lo que tenemos entre manos con Genes Rebeldes es una gira por teatros. Porque los festivales son súper chéveres, y la gente puede ver muchas cosas en un solo día, pero a mí me hace mucha falta el contacto más cercano. Cantarle a mil personas, ver a la cara a la gente de las primeras filas; esta es una experiencia que siento agradecen tanto los artistas como el público. Ese es el plan macabro, a ver si lo logramos. 

Héctor Buitrago: Así es. Nuestro anterior disco, Tropiplop, salió en la pandemia bajo otras circunstancias. Esta vez pudimos ir lanzando el álbum en varios EP´s, lo que ha ayudado mucho para la visibilidad y para que la gente se conecte con las diferentes etapas del álbum, que empezó con Agradecida, después con Apocalipsis y Mor, y ahora desde el 22 de abril con las canciones que faltaban. Sentimos que es un álbum contundente, disruptivo, pero también divertido, con las clásicas fusiones de Aterciopelados que son atrevidas y mezclan géneros desde la cumbia, el bolero, la música andina, algo de bambuco, electrónica, rock and roll...
 

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