Mi libro favorito: 'El animal moribundo'

Una de las cosas que más disfruto de una novela es la calidad de sus digresiones. Por eso, siempre vuelvo a Roth, y por eso también El animal moribundo puede ser una de las novelas que más veces he releído. Lejos de cansarme, me gusta cada vez más.

El protagonista, David Kepesh, tiene reconocimiento académico y se jacta de su superioridad intelectual y su refinado gusto para la apreciación estética. Tiene, además, dinero, una libido insaciable y la satisfacción de haberse llevado a la cama a todas las mujeres que ha querido. A simple vista, al profesor Kepesh no le falta nada; sin embargo, hay dos cosas que le complican la existencia: la primera es que se está volviendo viejo; la segunda es que se ha enamorado de Consuelo, una mujer casi cincuenta años más joven. 

La novela está narrada desde la mirada masculina y plantea tópicos mil veces vistos: el hombre depredador y poderoso acostumbrado a cazar a su presa y la mujer en posición de inferioridad, reducida a ser un mero objeto sexual. Sin embargo, no hay que caer en la trampa: Roth consigue, mediante giros inesperados, romper estereotipos y cambiar los papeles. David parece ostentar el poder, pero es Consuelo quien mueve los hilos a su antojo, sin ser muy consciente de ello. Es aquí donde los lectores pisamos un terreno desconocido y nos preguntamos quién es el depredador y quién el animal moribundo, quién es el ganador y el perdedor de este encuentro, quién ostenta el poder, quién domina a quién. 

Resalto la crudeza con la que el autor despoja al amor de su halo romántico y lo muestra como lo que es: un arma que puede enaltecer al ser humano y, al mismo tiempo, destrozarlo.

Sara Jaramillo K.