Crédito: Cortesía
Mi libro favorito: 'Rojo y negro'
- Noticia relacionada:
- Literatura
- Libros
Juliana González Rivera, comunicadora social, periodista y escritora, elige como su libro favorito 'Rojo y negro', una obra de Stendhal que estaba adelantada a su tiempo y en donde el escritor, a través de los protagonistas, materializó buena parte de los valores que profesaba.
Por: Redacción Cambio
Podría ser Rojo y negro, un libro “antes de su tiempo”, como dijo André Gide, entre otras razones porque casi medio siglo antes de que se pusieran de moda las novelas psicológicas, su autor nos dejó ver el mundo interior de los personajes, y porque Julien Sorel me parece de los héroes trágicos más fascinantes de la literatura. Además, siento veneración por Stendhal, que en sus protagonistas materializó buena parte de los valores que él profesaba: que no hay mayor privilegio que la elección consciente de la propia vida; que no hay que hacer nunca nada que no nos reporte placer; que hay que huir todo lo posible de cualquier ‘nosotros’ –sea una clase social, profesión, estirpe o grupo– y que vivir la vida como una obra de arte es la condición indispensable para escribir una, entre muchas otras máximas. De su cosmopolitismo, su vocación universal, su poca reverencia a la patria, su ser viajero como forma de vida elegida y su pasión por el arte, el amor, la libertad, la vida y la belleza también me acuerdo cuando vuelvo, una y otra vez, a esta novela, así como a sus libros de viajes.
Pero también podría ser esa condensación de humanismo y sensibilidad frente a la condición humana que es Tierra de los hombres –que debería ser el libro más conocido de Saint-Exupéry– y que es, asimismo, un canto a la amistad y al ser humano libre, al valor en la adversidad y a la fuerza de los lazos que nos unen a los otros, porque son los que nos atan a la tierra: “Solo existe un lujo verdadero: el de las relaciones humanas”. Su primera página también lo hace favorito entre mis favoritos. En ella, el también autor de El principito nos recuerda que el ser humano se revela y se descubre a sí mismo cuando se mide ante el obstáculo, pero para enfrentarlo(s) ha de elegir un instrumento, y así desentrañar los secretos de la vida y la naturaleza. El campesino tiene su arado; él, piloto, tenía su avión, y desde el cielo extrajo para su literatura verdades de valor universal.
Aunque si me pidieran elegir cuál de estos libros llevar a la famosa isla desierta, sería otro el que metería en la maleta. De hecho, ya lo llevé a ese destierro que fue la pandemia, ese tiempo en el que vivimos cada uno en nuestra isla, unas más desiertas que otras. Se trata de La historia de las ideas de Peter Watson, en mi top 5 incluso antes de ser compañía en tiempos del virus. Siempre he pensado que los libros que vale la pena leer y releer son aquellos que nos explican como humanidad. Lo hacen las buenas novelas, los ensayos, los textos de divulgación científica, las biografías, y todos los que abordan la historia cultural de las cosas, de las ideas, del arte y la espiritualidad.
Watson me ayudó a entender que los seres humanos somos producto de varios procesos: el tecnológico (que empieza con las hachas de piedra), el manejo del fuego (que cambió desde el alimento hasta la organización social) y la aparición del pensamiento abstracto y la imaginación, que trajeron consigo las ficciones, el arte, la religión y la idea de la trascendencia (desde enterrar a los muertos hasta la idea de Dios). Y ese repaso, desde la primera idea hasta las últimas, incluso de las descabelladas y contraproducentes, me ha servido varias veces para recordar, como también escribió Siri Hustvedt, que entre nuestra percepción del mundo visible (que se construye mientras edificamos nuestra cabeza) y nuestro yo interior (que también se cultiva) es donde encontramos nuestra alma. Y el alma, según pensaba Van Gogh, hay que adquirirla, trabajarla. La mía, desde luego, tienen estos libros por cincel. Son muchos más. Y los que faltan.
Juliana González Rivera
Autora de los libros La invención del viaje (Alianza Editorial, 2019) y Viajar y Contarlo (Edicions UB, 2019).
Es comunicadora social y periodista con Phd en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Sus especialidades son el periodismo narrativo, la literatura de viajes, la comunicación digital y la Historia y Sociología del arte y la cultura.
Periodista cultural desde hace 15 años, ha escrito para medios españoles y latinoamericanos, como El País de España, Etiqueta Negra, Arcadia, El Malpensante, El Colombiano, El Mundo, Otra Parte y Altaïr.
Fundadora de Academia Itinerante en 2019, un proyecto de divulgación de arte, literatura y cultura.
Tiene experiencia en cine y radio, y ejerce como profesora de periodismo, escritura, nuevos medios digitales e historia del arte y la cultura. Su biografía nómada la ha llevado a viajar por más de cuarenta países y a vivir en Madrid, Bogotá, Medellín, Barcelona y Estocolmo. Actualmente es profesora de la universidad de la Sabana, jefe del departamento de periodismo de la Facultad de Comunicación.