Mutibo, entre hilos de magia: una experiencia virtual por el mundo de los títeres
23 Febrero 2025 07:02 am

Mutibo, entre hilos de magia: una experiencia virtual por el mundo de los títeres

Fabio Correa y José Ramón Fernández.

Crédito: Laurette Ardila

La magia de los títeres encuentra un refugio en el Museo de Títeres de Bogotá (Mutibo), un espacio digital virtual en donde se hace un recorrido por la memoria del teatro de títeres en Colombia. También es un homenaje a la creatividad, la imaginación y la tradición. Al visitar este espacio virtual, los espectadores descubren la rica historia del teatro de títeres en Colombia y se conectan con su propia infancia.

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Por Alexander Triana Yanquén

En el Museo de Títeres de Bogotá (Mutibo) la realidad y la fantasía se entrelazan e invitan a sumergirse en el mundo de los hilos, las sombras y las varillas, y el juego mágico de voces que dan vida a diversos tipos de muñecos en un escenario al que la historia presenta como títeres. Con cada clic, los hilos se desenredan y nos transportan a un universo donde la imaginación no tiene límites.

El teatro de títeres en Colombia tiene raíces profundas que se remontan a unos 150 años atrás. Empieza en 1877, en el Pesebre Ospina (Carrera 8ª, entre calles 10ª y 11), de donde se va expandiendo por el territorio nacional. Con los años se construyó el teatro en el Parque Nacional, en 1935, que es una réplica de un teatro en Luxemburgo. Luego, el movimiento de títeres en el país llega a una gran explosión en 1960, cuando toma gran fuerza esta propuesta que se extiende por todo Colombia para consolidar así varios grupos y varias técnicas.

Según Fabio Correa Rubio, director de Mutibo y del colectivo Paciencia de Guayaba, en la actualidad existen seis salas de teatro de títeres y cerca de 50 grupos itinerantes con actividad constante y que realizan giras nacionales e internacionales. Cuando nosotros hablamos de teatro de títeres no solo hablamos de estos grupos, sino que también que, en todas las ferias y fiestas de Colombia, hay muñecos”, detalla.

Colectivos como Paciencia de Guayaba han sido fundamentales en preservar y difundir esta rica tradición. “El teatro de títeres en Colombia es mucho más que un simple espectáculo: es una forma de contar historias, de educar y de conectar con nuestras raíces culturales”, dice.

Y resalta que la idea de crear un museo virtual de títeres surgió durante la pandemia, gracias a la necesidad de preservar la memoria de este arte y hacerlo accesible a un público más amplio. José Ramón Fernández, coordinador de Mutibo, explica que "es un proyecto que nace del corazón, un homenaje a todos aquellos que han dedicado su vida al teatro de títeres".

De acuerdo con sus fundadores, Mutibo busca ir más allá, y que la experiencia de la fundación Paciencia de Guayaba (que tiene 46 años de historia) les ha permitido abarcar una propuesta revolucionaria. Este colectivo ha trabajado muy fuerte en esas casi cinco décadas, consolidando así 22 obras de teatro de títeres para niños y adultos, las cuales realizaron diferentes recorridos por el territorio nacional, así como por el internacional, donde no solo han compartido obras sino generado cultura, enseñanzas y motivos para que sean muchos más los que encuentren en los títeres un universo con un sinfín de posibilidades.


Un museo virtual, un mundo de oportunidades
 

La construcción de este proyecto transmedia comienza con una comunicación entre colectivos que le enviaron a Paciencia de Guayaba imágenes con su respectivo estilo y estética, y que siguieron un proceso de curaduría bajo la lupa de Inti Camila Estrada, integrante de la Fundación. Con mucho detalle, ella selecciona y clasifica, por técnicas, cada fotografía, para presentar a Correa y a Fernández sus elecciones. Con su visto bueno se publican en la web, tarea que está a cargo de Nelson López (miembro también del colectivo), quién levanta el edificio virtual y las comparte en alguna de las tres salas disponibles, basado en el criterio de selección.

Nosotros empezamos haciendo una llamada a los titiriteros de Bogotá y, a través de un formulario, les pedimos que nos donen unas fotografías y con ello empezamos a crear las salas”, dice Correa.

Pero Mutibo es mucho más que una simple galería de imágenes. Es un espacio interactivo donde los visitantes pueden explorar diferentes salas temáticas, cada una dedicada a un aspecto particular del teatro de títeres en Colombia. Desde los orígenes del género en el país hasta las técnicas más innovadoras, en búsqueda de proponer un diálogo horizontal con miras a que se interiorice el arte de los muñecos y quienes les dan vida.

Detalla Fernández que, en una primera etapa, 25 agrupaciones respondieron al llamado y conformaron esta sala. “Cabe anotar que los colectivos que conforman este proyecto deben cumplir con ciertos requisitos, y también destacar que nosotros nos formulamos unas preguntas base para hacerlos parte de esta propuesta: ¿Qué vamos a exaltar de las agrupaciones? En este caso, el perfil de sus títeres, el proceso, su historia, su legado”, comenta.

El museo virtual cuenta con tres salas: la Julia Rodríguez, dedicada a la historia del teatro de títeres en Bogotá y que está conformada por 80 fotografías de 27 agrupaciones y en la que se abordan 12 técnicas. Luego está la sala Sergio Londoño, en donde se integra la riqueza titiritera de Colombia y se pueden encontrar 16 técnicas de 61 agrupaciones que compartieron un total de 87 fotografías. Finalmente está la sala Jaime Manzur, en donde se rinde homenaje al patrimonio y la riqueza cultural que representa este gran artista en la escena del teatro de títeres. Allí, 74 fotografías dan la bienvenida al cibervisitante, que podrá disfrutar de 15 técnicas de títeres.

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Más allá de las pantallas


Mutibo no solo es un espacio de exhibición, sino también un centro de aprendizaje y creación. A través de talleres, conferencias y actividades educativas, el museo busca fomentar el interés por el teatro de títeres en las nuevas generaciones y promover la creación de nuevos espectáculos. "Imaginemos a niños y niñas sumergidos en un taller de construcción de títeres, dando vida a sus propios personajes y creando historias únicas. Es ese espacio donde la imaginación vuela y los sueños se hacen realidad", anota Correa.

Y agrega que se realizan visitas guiadas de cerca de una hora y media en los colegios de Bogotá, y que el colectivo ha estado en unas 10 localidades. "Tenemos una combinación de la virtualidad con la experiencia presencial, y contamos con títeres y enseñamos cómo funcionan, así como las diferentes técnicas que hay. Sandra Botero, una compañera que hace parte de este sueño, realiza toda la parte de la presentación del teatro virtual con diferentes actividades. Una vez se ha presentado, realizamos un conversatorio encabezado por Diana Romero, quien también realiza las funciones de levantamiento de la información de los colectivos de los títeres, porque nos interesa conocer qué tienen de conocimiento los niños, niñas y adolescentes sobre el teatro de títeres… Esto que hacemos es sensibilizar a la gente", explica.

Detalla Fernández que cuando llevaron a cabo la primera sala (Julia Rodríguez), trabajaron con los 12 distritos creativos de Bogotá y encontraron grandes oportunidades: “Dentro de estos distritos nos encontramos con poblaciones muy diversas, el proyecto nos permitió ver desde adentro, desde esa concepción que tienen el cómo nos pueden representar. Muchos rompían el esquema tradicional y se iban a contar historias de su realidad, realizaban una transformación simbólica en donde adaptan su realidad al títere”, señala.
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Un sueño que impacta: el futuro de Mutibo
 

El teatro de títeres en Colombia tiene un futuro prometedor. Gracias a iniciativas como Mutibo, esta forma de expresión artística sigue viva y evolucionando. Como afirma Fernández, “Mutibo es una semilla que esperamos que germine y dé frutos en todo el país, inspirando a nuevas generaciones de titiriteros y amantes del teatro”.

"Nosotros ampliamos el concepto de los títeres a animación de objetos. Puede ser un muñeco con una figura antropomorfa, o simplemente un libro al que yo animo y cuento una historia a través de sus hojas", enfatiza Correa. Al ser un proyecto transversal, revolucionario, irreverente y que sobre todo aborda un tema del que poco se habla, los números y cifras denotan un gran impacto en la escena dentro de los titiriteros como en la población en general: “La data que hemos podido levantar nos muestra que hay alrededor de 51 grupos de teatro en Bogotá y, a nivel nacional, alcanzamos a recoger unos 60, esto es algo muy positivo. Además, la data nos ha permitido tener una visión de percepción y se ha visto que ha tenido un muy buen impacto por la cantidad de visitas que han hecho al museo, son cerca de ocho mil personas que han estado conectadas. Contamos con el reconocimiento del Ministerio de Cultura, y hacemos parte de la Mesa de Museos”, dice.

Según Fernández, próximamente se estrenará la nueva sala y la idea es que abarque el cono sur del mundo. Revela Correa que es una forma de conectar a Bogotá con el planeta: “Pensamos al principio en abrir una sala hablando de Latinoamérica, pero cuando lo miramos bien, es demasiado grande; una sala tiene alrededor de unas 80 fotos, hicimos las cuentas y hay cerca de 13 países, y no nos dá para poder contar todo lo que queremos destacar. La idea a futuro es contar la historia del teatro de títeres en Centroamérica, y terminar en Norteamérica, hacer una investigación completa sobre todas las fechas, los muñecos”, afirma.

Los planes a futuro indican que se está pensando en consolidar un Festival Iberoamericano de Teatro de Títeres. Y que se está trabajando en ello. “Es importante que se visibilice el tema de los títeres… Nos interesa que los títeres y la ciudad de Bogotá sean visibles culturalmente al mundo”, concluye.
 

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Fabio Correa y José Ramón Fernández. Foto: Alexander Triana.


Un llamado a la acción
 

Visitar este museo desde la comodidad de su celular, o de un PC de escritorio, es una experiencia única. Descubrir el maravilloso mundo de los títeres implica sumergirse en la memoria: es un plan que tanto chicos como grandes pueden compartir en casa.
No obstante, hace falta mucho por hacer y aunque este proyecto es resultado del Programa Distrital de Apoyos Concertados del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), Correa y Fernández coinciden que el camino es largo, pero posible.

“Lo ideal sería que el Estado, a través de sus diferentes instituciones, cree estímulos dirigidos al teatro de títeres. Es muy poco lo que se invierte en cultura. Necesitamos que haya formación sobre el teatro de títeres”, finaliza Correa.

 

 https://www.youtube.com/watch?v=w97xFQC9bJk&t=1s

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