Niebla, el nuevo álbum conceptual del grupo Humano en Tránsito
Humano en Tránsito.
El grupo bogotano Humano en Tránsito lanzó su álbum de estudio 'Niebla', un trabajo poco común en estos tiempos, que ya está disponible en las plataformas digitales.
Por: Eduardo Arias
Las diez canciones que conforman el álbum Niebla son el resultado de un recorrido musical que resume el camino de Santiago Mejía. Él nació en un ambiente marcado por la canción latinoamericana, duetos y tríos, música campesina, boleros y rancheras. Más adelante encontró sus propios gustos, entre ellos compositores como Adolfo Mejía, la exploración cultural de la mexicana Natalia Lafourcade y la capacidad de disrupción de la argentina Juana Molina y sus particulares composiciones, además de sonidos de latitudes lejanas más cercanos a los sintetizadores, a lo instrumental y a lo ambiental como Bonobo, Radiohead y Sigur Rós.
Humano en Tránsito es un proyecto liderado por Santiago Mejía (voz principal, guitarra, secuencias), compositor, productor y multiinstrumentista, con estudios superiores en Composición y producción contemporánea y Producción musical e Ingeniería de Sonido en Berklee College of Music en Boston, Estados Unidos.
Los otros integrantes de la banda son Raul Villafuerte (batería), Simón Rosas (bajos, violín), Mar Reyes (voces, percusión menor), Charry Fukuyama (coros, guitarra, sintetizadores) y los músicos invitados Lucas Vaghetti (Trompeta) Fabricio Reyes (Violín) y John Díaz (Viola)
Las canciones que componen Niebla las escribió Mejía en los últimos tres años. Como él señala, “hablan sobre el sentirse roto, sobre los conflictos internos, la búsqueda de estar bien, de pasar por procesos y de sanar”. En el álbum se encuentran pinceladas de acordes tomados del jazz, y momentos musicales psicodélicos, instrumentales y ambientales.
Santiago Mejía habló con CAMBIO acerca del álbum y del trabajo que desarrolló para realizarlo.
CAMBIO: ¿Cuándo surgió Humano en Tránsito?
Santiago Mejía: El proyecto surgió en 2018, cuando empecé a producir mis primeras canciones junto a varios amigos y amigas colegas de la música en Boston. Allí comenzó un proceso de buscar una manera de hacer música de manera colaborativa. Grabamos un EP y un primer disco en el que participaron alrededor de 30 músicos que alimentaron el sonido con culturas musicales variadas que enriquecieron mucho esa primera etapa.
CAMBIO: ¿El nombre del grupo a qué obedece? Podría tener muchas lecturas relacionadas con lo que hacen. No parece ser un título ocurrente sino muy atado a lo que uno oye y lee.
S. M.: Yo siento que el nombre de Humano en Tránsito obedece a la idea de la impermanencia, la transitoriedad, y de la liquidez. Sabemos que todo está en constante cambio y a pesar de ello hay un deseo de plasmar curiosidades musicales y existenciales con grupos de gente que estén sintonizados para hacerlo en determinados momentos de la vida. A Humano en Tránsito lo atraviesa el hilo de registrar el cambio con canciones y sonidos que pueden tener cualquier forma. A veces con trabajos tamaño disco, otras sólo con canciones pero siempre con la idea de crear música progresiva, interesante y genuina.
CAMBIO: Se nota un trabajo de mezcla y producción muy cuidadoso. Háblenos de esa parte del proceso.
S. M.: Antes que cantante soy productor musical. El proceso de este disco llevó casi tres años y pasó por varias etapas. Primero formamos un grupo fijo para embarcarnos en la experimentación, lo que fue muy importante. La pregunta inicial fue, ¿cómo hacemos un disco entre todos con el que nos sintamos representados? Desde esa intención empezamos a construir canciones en el cuarto de ensayo. Canciones que a veces llevé escritas en guitarra y voz. Al permitirle a cada quien tener su espacio las canciones encontraron su vida. Otras se manifestaron a través de la improvisación. Hubo un proceso de pulir y probar parte de este repertorio en vivo antes de grabarlo. Esto nos permitió entender cuáles cosas nos funcionaban y qué otras cosas no. Varias canciones quedaron por fuera. Después de un tiempo encontramos un sonido que mezcla la curiosidad jazzera, cantautoril, electrónica y rockera en un trabajo ecléctico pero organizado.
CAMBIO: ¿Cómo plasmaron en el estudio de grabación esos ejercicios en vivo?
S.M.: Grabamos todo en mi estudio en Bogotá y poco a poco fuimos construyendo las canciones. Es interesante que las partes de cada músico se destilaron en tres etapas. Ensayo, interpretación y luego grabación, donde le volvimos a meter cabeza a lo que ya estábamos haciendo. Una vez grabado mezclé las canciones y poco a poco, luego de muchísimas horas en el estudio a solas con las pistas, salió lo que suena hoy a Niebla.
CAMBIO: ¿Qué tan fácil (o difícil) es tocar este repertorio en vivo?
S. M.: Es un repertorio retador pero lo hemos trabajado mucho para no solo tocar las notas sino para entender e interpretar el espíritu que está en las canciones, la emoción. Como proyecto multiforme o liquido, las canciones también existen de diferentes maneras, con invitados distintos en muchas ocasiones. Lo hemos ensayado muchísimo y lo conocemos. Utilizamos más que cualquier cosa una interpretación clásica de la música, casi sin secuencias o variedades de pistas que suenen detrás y siempre buscando conectar con el acto de hacer música y manifestar lo que compusimos emocional y espiritualmente.
CAMBIO: En esta época dominada por el lanzamiento de canciones sueltas, de sencillos a veces efímeros, llama la atención la idea de un álbum conceptual. ¿Es fácil mover entre las audiencias (sobre todo jóvenes) ese tipo de proyectos?
S. M.: Es difícil conectar con audiencias masivas en este entorno sobrecargado de información, estímulos, luces y flashes. Mas que todo buscamos honrar el esfuerzo y el amor que se le metió a descubrir qué estábamos sintiendo cuando hicimos lo que hacíamos. De entrada no es una propuesta comercial, sino un poco mas cerebral y espiritual. Así como nosotros buscamos respirar antes de tocar para sintonizar, creo que escuchar este trabajo requiere disposición y atención. Eso lo hace más inaccesible de entrada. Sacamos algunos sencillos y jugamos el juego de las redes pero la verdad es que cuando uno se obsesiona con los números se pierde el espíritu y la cosa no funciona tanto. Así que decidimos lanzar el álbum como es, como un trabajo conceptual que tiene una identidad y una personalidad. Buscamos ser genuinos y sé que quien conecta con esto lo hace de manera profunda. Si nos oyen 20 o 2.000.000 no es lo más importante. Lo mas importante es que la música suceda. Que sea real.
Escuche aquí Niebla.