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El origen de la celebración de Año Nuevo: un viaje a través del tiempo
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La celebración del Año Nuevo es una de las más antiguas tradiciones de la humanidad, con raíces que se remontan hasta más de 4.000 años atrás.
Por: Redacción Cambio
La celebración del Año Nuevo tiene un origen que se pierde en la historia, pero los rastros más antiguos de los que se tienen se remontan a Mesopotamia, en alrededor del año 2000 a de C. Según esos registros, los babilonios marcaban el inicio del año con la primera luna nueva tras el equinoccio de primavera, evento que simbolizaba el renacimiento de la naturaleza.
Esto se sabe gracias a textos traducidos de tablillas cuneiformes conservadas en el Museo Británico. En ellos se revela que, durante 11 días, realizaban festivales en honor al dios Marduk y pedían por un año próspero.
El calendario juliano, instaurado por Julio César en el año 46 a de C., fijó el comienzo del año en el 1° de enero. Según registros de historiadores clásicos como Suetonio y estudios modernos sobre el calendario romano, esta decisión tenía tanto propósitos políticos como religiosos, al rendir homenaje a Jano, el dios romano de los comienzos y las transiciones.
Con la llegada del cristianismo, muchas tradiciones paganas asociadas al Año Nuevo fueron eliminadas, aunque la celebración perduró bajo diversas formas. Durante la Edad Media, algunos países europeos situaron el inicio del año en fechas religiosas como el 25 de marzo, día de la Anunciación.
Sin embargo, en 1582, el papa Gregorio XIII estableció el calendario gregoriano mediante la bula papal Inter Gravissimas. Este calendario fue adoptado inicialmente por países católicos y más tarde por gran parte del mundo.
Hoy, el Año Nuevo se celebra de maneras muy diversas en todo el mundo, desde los fuegos artificiales en Sídney hasta el descenso de la bola en Times Square. En países como China, la celebración incluso puede durar varios días y va desde finales de enero hasta mitad de febrero.
Aunque las formas de celebrar han evolucionado o varían, el espíritu del Año Nuevo permanece intacto en casi todo el mundo, pues se trata de un momento de renovación, gratitud y esperanza para un futuro mejor.