Pinocho, el símbolo de la mentira, en una obra de teatro que clama por la verdad
29 Agosto 2023

Pinocho, el símbolo de la mentira, en una obra de teatro que clama por la verdad

'Las aventuras de Pinocho ante una comisión de la verdad', obra del Teatro del Embuste.

En la sede del Teatro Petra de Bogotá, la Compañía del Embuste presenta este miércoles, jueves y viernes la obra ‘Las aventuras de Pinocho ante una comisión de la verdad’. Esta pieza reflexiona acerca de la importancia de la verdad como base fundamental de una cultura de la paz.

Por: Eduardo Arias

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Pinocho, el inmortal personaje de Carlo Collodi, sirve de pretexto para reflexionar acerca de la búsqueda de la verdad en Colombia. Esta semana la obra se presenta en el Teatro Petra de Bogotá los días miércoles, jueves y viernes a las ocho de la noche.
Este montaje multidisciplinar está a cargo de la compañía Teatro del Embuste, bajo la dirección de Matías Maldonado. En esta pieza el universo ficticio de Carlo Collodi y el personaje Pinocho dialogan con relatos documentales derivados del informe Cuando los pájaros no cantaban de la Comisión de la Verdad y así narra la historia de Guepeto, un padre que busca la verdad sobre su hijo desaparecido.
En Las aventuras de Pinocho ante una comisión de la verdad participan Ramsés Ramos (Guepeto), Danharry Colorado (Pinocho), Hernán Cabiativa (el doctor Mandril), Alejandra Gaitán (Lucy-Lora), Alexis Sánchez (el cabo Habichuela), Javier Gardeazábal (don Gato), Alberto Barrios (la Zorrastroika) y Myriam Enríquez (Mano Negra). El texto lo escribieron Matías Maldonado y Jaime Moncada. La escenografía es de Philippe Legler y la dirección coreográfica de Alberto Barrios. La producción general es de Juliana García Mutis.

Pinocho
El Teatro del Embuste nació en 2014 cuando se juntaron Alberto Valdiri, Hernán Caviativa y Matías Maldonado para montar una obra llamada La secreta obscenidad, un encuentro de Marx y Trostsky convertidos en exhibicionistas. “Ese fue el primer montaje y de ahí salió la idea de armar un grupo, muy promovida por Valdiri, quien dio el nombre a la compañía”, recuerda Matías Maldonado. Valdiri murió en diciembre de 2014 y siguieron trabajando. Montaron obras al principio muy underground en un espacio en ruinas, el Odeón, luego buscando otros lenguajes. “Hemos hecho algo de teatro de calle, instalaciones, obras de cámara y de formato de circo”.
Pinocho ante una comisión de la verdad comenzó a gestarse en 2021. Una serie de directores y dramaturgos colombianos recibieron por parte de la Comisión de la Verdad una invitación para producir una obra de teatro que recogiera algo del legado de su trabajo.
La propuesta del Teatro del Embuste no fue seleccionada pero Maldonado siguió con esa idea en la cabeza. Al año siguiente la enviaron a una convocatoria del Teatro Mayor, que ofrecía una multidisciplinar de gran formato, que ya habían ganado antes con una versión circense de Medea que por ocurrir durante la pandemia tuvo que presentarse vía streaming. “Fue un poquito como la revancha de poder presentar una obra montada para un público presencial”.
Lo que Maldonado pretendió desde un principio fue unir Las aventuras de Pinocho, la novela de Carlo Collodi, con los testimonios y los documentos que hablan del conflicto colombiano, que la obra tuviera que ver con el trabajo de la Comisión de la Verdad. Maldonado, junto con Humberto Dorado, habían escrito un poco más de diez años atrás El deber de Fenster, una obra de teatro sobre la masacre de Trujillo. “Era una obra estrictamente documental hecha únicamente con testimonios, con notas de prensa, con expedientes judiciales, cables diplomáticos y me quedó la sensación, si bien fue una obra que tuvo bastante repercusión, de que el teatro estrictamente documental tiene algunas limitaciones en el impacto que pueda tener en el público. Obviamente eso es una generalización. Me interesaba indagar en una vía que permitiera una relación con el espectador un poco más lúdica (aunque la palabra no me guste mucho), un poco más libre, más juguetona, más graciosa, si se quiere, y que permitiera también la fantasía, la metáfora, el simbolismo, sin la exigencia de mantenerse siempre estrictamente apegado a lo real, o más que a lo real a lo documental, lo verificable”, señala Maldonado.
En la obra está presente la fábula del cuento infantil con criaturas que son animales que se comportan como humanos. Ese tono cruel, oscuro y aterrador del relato original que después Disney endulzó, se mezcla con el trabajo de la Comisión de la Verdad.

Collodi
Cuando Maldonado y Jaime Moncada escribían el texto se publicaron los informes de la Comisión de la Verdad y así obtuvieron un material testimonial que entrelazaron con los personajes de Collodi, que sirven como puente entre la fantasía y la realidad colombiana. “La zorra y el gato que le proponen a Pinocho que les siembre una moneda y que esa moneda se convierta en el árbol que da plata permite una analogía con el narcotráfico”, dice Maldonado.
Luego llegó el momento de la puesta en escena. “Desde la escritura yo quería que Pinocho fuera afro, por lo tanto su padre también”, dice Maldonado, quien pensó en el actor Ramsés Ramos para que interpretara a Guepeto. Hicieron audiciones para encontrar jóvenes actores que representaran los papeles del hijo y del mejor amigo de Pinocho. Necesitaban que también pudiesen bailar o cantar. Así apareció Danharry Colorado, un actor egresado de la carrera de Artes Escénicas de la Universidad del Valle y Alexis Sánchez, egresado de la ASAB.

La obra no se concentra en establecer un relato de lo que realmente ocurrió sino que narra el esfuerzo de una serie de personajes por encontrar una verdad, por imponer su verdad o conciliar con los otros y llegar a una verdad concertada.


Escogieron la metáfora de Pinocho y de la nariz que crece cuando se dicen mentiras de manera muy intuitiva. “Cuando recibí una llamada invitándome a hacer una obra sobre la Comisión de la Verdad, lo primero que se me vino a la cabeza fue Pinocho y llevo estos años tratando de entender, por qué”, dice Maldonado. “Hacer una obra sobre la verdad es difícil. La verdad no es muy teatral. En cambio, me interesa esa idea de una mentira construida con artificio, con ingenio, que es el embuste. Todas las obras de alguna manera tocan ese tema, que es el mismo tema de la representación. En el teatro lo que estamos yendo a ver es una mentira, ese pacto que se realiza entre el espectador y el actor, hacer creer que eso que se va a ejecutar, es verdadero cuando se sabe que es una mentira. Por eso la palabra teatro se usa como sinónimo de mentira: ‘ lo tuyo es puro teatro’. Y sin embargo, para que algo en el teatro nos conmueva, decimos que debe ser verdadero. Entonces el teatro para mí es el lugar donde confluyen de la manera más aguda posible esos dos conceptos de verdad y de mentira".  El título de la obra, sin duda, invita al pesimismo. ¿Qué puede revelarle Pinocho, un ser que dice mentiras, a una comisión de la verdad? Sin embargo, Maldonado considera que la obra no es pesimista. “Puede sonarlo, y más en un país como Colombia, que le da a uno bastantes razones para ser pesimista”. Pero señala que el comentario principal que él recibe del público acerca de la obra es que no pararon de llorar y para él este es un indicador de que Las aventuras de Pinocho ante una comisión de la verdad produce una serie de sentimientos y de emociones que de alguna manera purgan el dolor. "La tragedia en Grecia tenía un sentido positivo. Aunque fuera terrible todo lo que ocurría había una purga, una limpieza de las emociones".
Ese sentido optimista que señala Maldonado en su opinión tiene que ver con la decisión de que la obra no se concentra en establecer un relato de lo que realmente ocurrió, de una versión de la historia, sino que narra el esfuerzo de una serie de personajes por encontrar una verdad, por imponer su verdad o conciliar con los otros y llegar a una verdad concertada. “No es una obra sobre el conflicto sino sobre el esfuerzo de unas personas por encontrar la verdad sobre el conflicto”. Esa lucha trae como resultado un entendimiento. “Esa comunidad logra superar esos obstáculos y logra superar sus antagonismos atávicos llegando a una versión negociada de la historia, que es la verdad histórica”.

Pinochito
Maldonado considera que para que Colombia llegue a una cultura de paz debe saber la verdad. Recuerda que en diversos talleres que el grupo de actores realizaron surgía mucho la pregunta sobre el perdón. “En unas versiones iniciales la obra concluía con un perdón que realizaba el protagonista hacia sus victimarios o quienes han sido los victimarios de su hijo. Eso fue muy polémico y produjo muchas discusiones entre los actores, y nos llevó a concluir que esta no era una obra sobre el perdón, sino sobre la verdad. Yo creo que lo que hace falta para que haya cultura de paz es que haya, verdad. Claro, hace falta que haya un perdón o distintos tipos de perdón, pero el perdón solo puede llegar después de la verdad”.

Las aventuras de Pinocho ante una comisión de la verdad.
Teatro Petra 

Carrera 15 Bis #39-39, Bogotá.
Miércoles 30, jueves 31 de agosto y viernes primero de septiembre.
Ocho de la noche

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