“Todos podemos contar nuestra vida en canciones”: Juan Martín Fierro
11 Agosto 2024 11:08 am

“Todos podemos contar nuestra vida en canciones”: Juan Martín Fierro

Juan Martín Fierro y Petrona Martínez.

Conocer acerca de la vida de los músicos y su obra es algo que siempre ha atraído al público. 'La forma en que suenas', de Juan Marín Fierro, permite conocer un poco más a figuras tan disímiles como Rubén Blades, Petrona Martínez y Jack de Jonette.

Por: Eduardo Arias

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La forma en que suenas, de Juan Martín Fierro, es una antología de 50 textos relacionados con la música. 25 de ellos son entrevistas y los otros son reseñas críticas que Fierro ha escrito en más de 25 años de labor como periodista y que fueron publicadas en diversos medios de comunicación. Con prólogo de Rubén Blades, por este libro desfilan nombres tan variados como el propio Blades, Teresita Gómez, Jorge Drexler, Totó la Momposina, Pablo Milanés, Caetano Veloso, Cheo Feliciano, Pappo Luca y Chano Domínguez entre tantos otros. Al final del libro, los lectores encuentran 13 listas de reproducción en Spotify, para que puedan escuchar a algunos de los artistas que allí aparecen.


Fierro nació en 1972, estudió derecho y ciencia política. Se graduó en 1999 pero desde su época de estudiante se dedicó al periodismo. Ha colaborado con diversos medios. Publicó las novelas La música en mis ojos y Madre sierra. Además es un excelente guitarrista, así que su pasión por la música no sólo es teórica sino también práctica. CAMBIO habló con él acerca de su libro.

CAMBIO ¿Cuál ha sido su relación con la música y cómo llegó usted al periodismo musical?
Juan Martín Fierro:
Soy hijo de una madre musical y heredé de ella su sensibilidad hacia el bolero y la canción romántica. Mis primeros recuerdos musicales están ligados a Roberto Ledesma, Alberto Beltrán, Celia Cruz y José Antonio Méndez, entre muchos otros artistas de esa corriente. También estaba muy latente la música que le gusta a mi papá, especialmente las rancheras, la música andina y la música tropical. Menciono esto porque en la infancia todos absorbemos por gusto o por constante repetición una primera formación musical dada por nuestro entorno familiar, que luego ampliamos por cuenta propia conociendo y escuchando otros géneros.


CAMBIO: ¿Cómo surgió su inquietud por escribir de música?
J. M. F.:
Ya en la adolescencia, y luego en mis primeros años universitarios, empecé escribiendo en revistas universitarias sobre salsa y música del Brasil, particularmente. Mis primeros textos sobre música fueron publicados en El Tiempo y después escribí en Semana y otros medios.


CAMBIO: ¿Cómo llegó esa pasión por el periodismo musical si usted estaba enfocado, al menos en sus estudios, al derecho y la ciencia política?
J.M. F.:
Ahora que miro hacia atrás, me doy cuenta de que nunca me proyecté a mí mismo como un periodista musical, pues siempre he publicado de manera independiente y con la libertad de decidir cuándo y sobre qué escribir. Pero, con el pasar de los años, este oficio se me fue volviendo un hábito feliz que me empujaba a escuchar y a disfrutar la música a través de viajes, lecturas y entrevistas con muchas de las grandes figuras a las que tanto admiro.

Fierro



CAMBIO: ¿Cómo nació la idea de editar La forma en que suenas?
J. M. F.:
Un buen amigo me propuso la idea de compilar mis textos sobre música en una antología y Planeta abrazó el proyecto que dio vida a La forma en que suenas, un libro dividido en Lado A, 25 entrevistas con artistas como Rubén Blades, Teresita Gómez, Jorge Drexler, Blanca Uribe, Pablo Milanés, Caetano Veloso, Papo Lucca o Jack DeJhonette, entre otros; y Lado B, 25 textos escogidos dedicados a artistas como Benny Moré, Daniel Santos, Kamasi Washington, Armando Manzanero, George Michael, Claudia Gómez o Cheo Feliciano, por citar algunos.


CAMBIO: ¿Cómo ha hecho usted para conseguir tantas entrevistas con músicos que muchas veces son casi inaccesibles?
J. M. F.:
Por más difícil que fuera alguna entrevista, cada cierto tiempo volvía a insistir a ver si la puerta se abría. En algunos casos funcionó, en otros no, todavía. Lo importante es no bajar los brazos. Desde luego, hay que prepararse lo mejor posible para que el resultado sea el más satisfactorio posible para los lectores.


CAMBIO: ¿Tuvo que guerrear o pedalear alguna entrevista en especial? ¿Hubo alguna que se le dificultara mucho para conseguirla?
J. M. F.:
Llegar a Rubén Blades, Jack DeJohnette, Pablo Milanés, Marta Valdés, Djavan e Ivan Lins no fue ciertamente una tarea fácil. Tuve que insistir durante meses o años en algunos casos, pero al final logré el objetivo y conseguí entrevistas pioneras en nuestro país, pues artistas como Kamasi Washington, Fred Hersch, Ran Blake o Jack DeJohnette nunca habían aparecido en un medio colombiano. Eso me deja una alegría muy grande.


CAMBIO: ¿Tiene recuerdos especiales de alguna o algunas de las entrevistas que usted ha realizado? ¿O que lo hayan marcado?
J. M. F.:
Desde luego, las anécdotas son muchas: cantar con Cheo Feliciano como corista de su orquesta; hacer lo propio con Jorge Drexler en un camerino del Teatro Amira Rosa, en Barranquilla; ser invitado por Pablo Milanés a la celebración de su cumpleaños en La Habana; cruzar en una chalupa el Canal del Dique mientras Blas 'el Michi' Sarmiento toca con su clarinete “La pollera colorá”. En fin, la lista es larga. Pero lo que cuenta a propósito de la publicación de esta antología son las anécdotas e historias de vida de grandes artistas musicales de distintos géneros, como la salsa, la música del Brasil o el bolero; y no tanto lo que le haya pasado al entrevistador. Eso sí: me siento muy afortunado por haber podido conocer a tantos músicos maravillosos, y por servir de puente entre ellos y los lectores. Desde este punto de vista, la recompensa personal ha sido enorme.


CAMBIO: En la sección Lado B aparece una selección de textos. ¿Con qué criterios escogió los que forman parte de este libro?
J. M. F.:
Conforme iba ganando experiencia como periodista musical, empecé a darme ciertas licencias, por ejemplo, intentar otros formatos como el ensayo o el género epistolar, pues en el libro hay una carta de amor dirigida a Elena Burke, cantante cubana fallecida hace más de 20 años. También se incluye un texto atípico, un ensayo dedicado a A love supreme, de John Coltrane, un álbum que me marcó mucho. Al final, durante el proceso de escogencia de los textos, elegí los que sentí mejor logrados, y me di a la tarea de releerlos, reeditarlos y organizarlos tal como se presentan en el libro. Como periodista independiente, he tenido total libertad para elegir sobre qué artista o género musical escribir, y desde este punto de vista, La forma en que suenas es un libro muy honesto y muy conectado con mi propia cartografía musical. Todos podemos contar nuestra vida en canciones.


CAMBIO: ¿Cómo cambió su entendimiento de la música al cabo de 25 años haciendo periodismo musical?
J. M. F.:
Creo que más que cambiar, el ejercicio del periodismo musical me ha confirmado tres hermosas verdades: una, que la música crea lazos indestructibles entre los seres humanos; dos, que la música no es más que una excusa para compartir con los amigos o las personas que nos importan. La música sin los amigos se reduce a simple sonido, dice mi amigo Nicolás Parra Herrera; y tres, que el lenguaje musical nos aporta información muy valiosa sobre el contexto social, político o cultural del momento en que un determinado artista crea una determinada obra. Es por esto último que dediqué este libro a Carlos Flores Sierra, pionero del periodismo cultural colombiano.
 

CAMBIO: Háblenos un poco de él.
J. M. F.:
Además de ser mi mentor y mi amigo, Carlos siempre estaba recordándome aquella frase de Ortega y Gasset que dice “Yo soy yo y mis circunstancias”, pues nunca se conformaba con reseñar fechas relevantes o elaborar listas discográficas. A Carlos le obsesionaba contextualizar rigurosamente el momento del artista y de las circunstancias o fenómenos que lo influyeron de una u otra manera. Su manera de relacionar, por ejemplo, el jazz y la literatura, o el cine y el jazz era absolutamente asombrosa. Por eso lo considero un maestro.

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