
Poder femenino: de las calles a una galería de arte
Obra del colectivo Las Histéricas que se exhibe en la galería Street Lab.
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En la sala de arte urbano Street Lab, en el centro comercial Bulevar, en Bogotá, está abierta al público la exposición ‘Mujeres al margen’, que consta de 32 obras con diversas técnicas, con la participación de cinco artistas y un colectivo de artistas citadinos.
Por: Eduardo Arias

Mujeres al Margen es una muestra colectiva de arte urbano hecho por mujeres. Reúne lienzos, murales e intervenciones realizados con técnicas como esténcil, serigrafía y proyecciones audiovisuales. En ella participan cinco artistas y un colectivo que, con su trabajo, han transformado las calles de las ciudades en un espacio de lucha por la igualdad de género, la disminución de la violencia de género, la reivindicación de sus derechos y la expresión de su identidad.
La curaduría estuvo a cargo de Carolina Sanz, quien seleccionó obras de Ambs, una escritora de grafiti bogotana y profesional en publicidad; Soma Difusa (Laura Ortiz), artista visual e ilustradora bogotana; Ornella Munar, artista plástica y visual; Lola, diseñadora gráfica y artista visual; Vandi, escritora de grafiti de la ciudad de Bogotá; y la Colectiva Las Histéricas, conformada por Sofía Lagos, Ornella Munar, Dei Hernández y Alejandra Castañeda.
Acerca de Mujeres al margen y del papel que juega la Sala de Arte Urbano Street Lab Galería, CAMBIO habló con Maricela Vélez, directora cultural del Centro Colombo Americano de Bogotá.

CAMBIO: ¿Cómo nació la idea de esta exposición?
Maricela Vélez: Esta exposición surgió como respuesta a la brecha de género que existe en el campo del arte urbano. Aunque hay muchas mujeres en la escena citadina de las artes visuales, son pocas las que tienen oportunidades de exponer sus trabajos y tener reconocimiento institucional, pues, cuando no son solo hombres los expuestos y nombrados, exponen a las mismas mujeres: aquellas que gozan de fama. Esta exposición es una apuesta por hacer visible a la nueva generación de mujeres muralistas, ilustradoras y grafiteras que se toman las calles de Bogotá y otras ciudades del país y del mundo.
CAMBIO: ¿Cómo seleccionaron a las artistas?
M. V.: La selección de las artistas estuvo a cargo de la curadora de la exposición, Carolina Sanz, quien fue cuidadosa al seleccionar artistas emergentes y jóvenes de diferentes trayectorias. Lo prioritario fue elegir artistas con poca exposición en espacios institucionales para propiciar su desarrollo de carrera. En esta exposición también fue invitada Soma, quien tiene mayor trayectoria y con su participación apoya al posicionamiento de sus colegas.
CAMBIO: ¿Cuál es el interés de la galería por el arte callejero y urbano?
M. V.: Es importante resaltar que, a pesar de la creciente relevancia del arte urbano en la cultura contemporánea y su presencia constante en las calles y espacios públicos, este tipo de arte sigue teniendo pocos escenarios institucionales que lo validen. Aunque hay artistas urbanos con reconocimiento internacional, la mayoría aún enfrenta la dificultad de acceder a espacios formales como museos o galerías, que históricamente han estado más centrados en formas de arte más tradicionales. La creación de espacios como Street Lab en el Colombo se vuelve aún más relevante, ya que responde directamente a esta falta de espacios dedicados para la exposición de las propuestas de los artistas urbanos. En localidades como Suba, que cuentan con una rica tradición de grafiti y muralismo, este tipo de iniciativas no solo permiten visibilizar el trabajo de los artistas, sino que también legitiman una forma de arte que, por mucho tiempo, ha sido considerada marginal o fuera del circuito oficial. El hecho de que aún haya tan pocos escenarios dedicados al arte urbano, a pesar de su impacto social y cultural, subraya la necesidad urgente de más espacios que brinden a estos artistas la oportunidad de mostrar su trabajo en un entorno más formal y reconocido.
CAMBIO: El grafiti despierta mucha controversia entre los habitantes de una ciudad. Se lo considera desde “un arte imprescindible” hasta “vandalismo”. ¿En ese sentido qué papel juega la galería? ¿Es una manera de resignificarlo, de darle un contexto, de validarlo o todas o ninguna de las anteriores?
M. V.: El arte urbano, en su esencia, puede ser tanto un acto rebelde como una forma de arte, y es importante no perder de vista esa dualidad. Los artistas urbanos no solo se expresan en el espacio público desde una perspectiva de subversión, sino que también aportan una visión única sobre el contexto social, político y cultural de su entorno. Esta rebeldía es parte de su identidad y, en muchos casos, es precisamente lo que les otorga fuerza y relevancia.
CAMBIO: ¿Llevar el arte de la calle a galerías o museos no podría llegar a interpretarse como una manera de volverlo más amable?
M. V.: En este caso, el papel de Street Lab no es tanto cambiar o suavizar esa naturaleza rebelde, sino ofrecer un escenario institucional que permita a estos artistas —tan legítimos como los de cualquier otra disciplina— contar sus historias y compartir su visión del mundo. Los espacios institucionales, como las galerías, las salas de exposiciones y los museos, tienen la responsabilidad de abrir sus puertas a este tipo de expresiones no para ‘domesticarlas’, sino para reconocer su valor artístico en toda su complejidad, que incluye tanto el componente transgresor como el estético.
CAMBIO. ¿Podría verse como una manera de llevar el arte callejero a escenarios de discusión y reflexión?
M. V.: Al igual que cualquier otro artista, los urbanos tienen el derecho de tener espacios donde su trabajo pueda ser visto, discutido y valorado. La controversia en torno al grafiti no debe ser una barrera para que se les otorgue un lugar dentro de los circuitos artísticos institucionales, pues su arte, en su forma más cruda y auténtica, también merece ser parte de ese diálogo cultural. De hecho, los escenarios institucionales pueden desempeñar un papel crucial en la visibilidad y el reconocimiento de estos artistas, ayudando a construir un puente entre el espacio público y el ámbito más tradicional del arte. Así que sí: las instituciones tienen un papel fundamental en validar estas expresiones, pero no con la intención de suavizar su mensaje, sino de ofrecerles el mismo derecho de exposición y reflexión que a cualquier otro artista.
Mujeres al margen
Sala de Arte Urbano Street Lab Galería
Sede del Centro Colombo Americano
Bulevar Centro Comercial
Exposición abierta al público hasta el 22 de marzo.
