'#RETO48', otra producción de ficción de la televisión pública
Sharon Guzmán, una de las protagonistas de '#RETO48'
La televisión pública se le metió al rancho a los canales privados y a las plataformas en el terreno de la ficción, como se vio en los pasados premios India Catalina. '#RETO48', de Canal Capital, es un nuevo ejemplo de cómo los canales públicos incursionan con éxito en la ficción.
Por: Eduardo Arias
Uno de los hechos más llamativos de los últimos tiempos en Colombia ha sido la llegada a las pantallas de los canales públicos series de ficción producidas por ellos, algo que parecía imposible de lograrse hasta hace pocos años, cuando se pensaba que sólo los canales privados y la televisión comercial tenían el músculo financiero para hacerlo.
Sin embargo, Señal Colombia, la plataforma RTVCplay y canales regionales como TeleCaribe y Tele Antioquia han realizado con mucho éxito este tipo de series. El año pasado Señal Colombia ganó tres premios India Catalina con la serie de ficción Ema Reyes, la huella de la infancia. Este año, La verdad revelada, producción que recibió el apoyo del proyecto Abre Cámara de Ministerio TIC, ganó en la categoría Mejor ficción. En la categoría Mejor producción juvenil, ganó la serie Parias, de la productora bogotana Épica Estudios, también beneficiada por Abre Cámara. Otros ganadores de estatuillas fueron Territorio mágico (Mejor ficción de larga duración), de Señal Colombia y La sinfonía de los bichos raros (Mejor miniserie de ficción), de Teleantioquia. Este proyecto ganó premio en cinco categorías más.
Un nuevo caso de ficción en la televisión pública es el de #RETO48, una apuesta de Canal Capital y su Canal Eureka (que programa contenidos para niños y jóvenes) que se vale de la ficción como una herramienta para hablar del mundo adolescente.
En #RETO48 se cuenta la historia de cinco estudiantes del Liceo San Denise (LSD) a quienes castigan y por ese motivo deciden escaparse para desafiar a las directivas del colegio. En su intento de volarse quedan atrapados en el cuarto de basuras del colegio durante el fin de semana sin que nadie sepa dónde están. Afuera todos ´piensan que ellos están realizando un desafío viral llamado #RETO48, que consiste en desaparecer durante 48 horas seguidas sin avisar a nadie. A medida que pasan las horas, Gala, Agustín, Sam, Brillo y Pablo se dan cuenta de que están sin comida, sin agua y peor aún, sin señal de celular. Lo que comenzó como un juego se vuelve una pesadilla que los enfrenta a su lado más oscuro.
La serie la creó, desarrolló y produjo la productora colombiana Echando Globos. Se estrenó en marzo de 2023 y sus protagonistas son Sharon Guzmán, Kami Zea, Alejandra Gaitán, Francisco Chona y Sebastián Sánchez.
La historia combina drama y humor negro. Sus protagonistas afrontan situaciones que los llevan a replantear la imagen perfecta que quieren mostrar a los demás en su búsqueda de aceptación. El capítulo final muestra un desenlace que podría llamarse feliz, aunque con algo de ironía en ello.
Los felicitan por algo que ellos no buscaban y que los llevó a vivir situaciones extremas que sacaron lo mejor y lo peor de ellos. “No buscaban ser héroes. Sólo querían justicia, y se la tomaron por mano propia, encontrando en ese encierro algo de la dignidad y el reconocimiento que los adultos no les han dado”, señala Carlos Millán, director de la serie.
Carlos Millán es guionista, director y productor. Durante 15 años ha trabajado como responsable de la sala de escritores en las productoras Tribu70 y Echando Globos. Con estas productoras ha creado, desarrollado y producido contenido infantil, juvenil y familiar, proyectos por los cuales han recibido diversos premios y nominaciones en varios países de América, Asia y Europa, entre ellos los Emmy International Kids, LA Indies, Reykjavik Independent Film Festival, Chicago Indie Film Awards, por sólo citar algunos.
El proceso de Reto 48 comenzó cuando el canal Eureka lanzó una convocatoria pública para crear una serie de ficción sobre los estereotipos de género. Echando Globos se presentó con RETO48. “La idea partió de la necesidad de crear una serie de televisión que pudiera atraer a los y las jóvenes. Todos somos testigos del impacto que han tenido las redes sociales en la vida de los seres humanos, en especial ellos”. Millán y su equipo vieron el impacto que provocan los retos virales en las redes sociales y le prestaron atención a uno llamado Reto 48, que consistía en desaparecer 48 horas sin avisar a nadie para obtener más seguidores y volverse populares. “Teníamos una limitante, el presupuesto. Con lo que nosotros producimos toda la serie los canales privados hacen un capítulo”. Así que pensaron en algo que se pudiera hacer en una sola locación o máximo dos. Ese fue su primer reto, y por eso surgió la idea de encerrarlos en el cuarto de basuras del colegio, donde sucede el 70 por ciento de la serie.
En la convocatoria el canal dio unas pautas basadas en una investigación que ellos llevan haciendo desde hace varios años con un grupo de adolescentes. Con base en ellas comenzaron a crear una serie de personajes que representaran parte del universo y de la diversidad de personas entre los 15 y 17 años. Ellos también indagaron con psicólogos de colegios y jóvenes de esas edades para conocer más acerca de los problemas y temas que los aquejan. “Así llegamos a estos personajes que están en búsqueda de su identidad”. Millán y su equipo también pensaron en los padres, que están presentes en el fondo de los protagonistas. “Esta serie no está pensada sólo para que la vean las y los adolescentes, sino los padres. A veces hay que dejar de pensar en grupos objetivos y entender que todos nos conectamos con una buena historia. Por eso a los adultos nos gustan las películas de Pixar y los niños se enganchan a cualquier telenovela. Esta serie apunta a que ambos grupos se pregunten cosas, y ojalá se abran conversaciones incómodas. Que los padres se pregunten cuánto conocen a sus hijos y se acerquen a ellos con otra mirada, conversen y concerten”.
Otro reto que enfrentaron fue encontrar actores jóvenes, que no es fácil. Decidieron no trabajar con menores de edad y buscaron actores que tuvieran un poco más de experiencia. Con ellos hicieron un trabajo previo de creación de personajes para que llegaran al set de grabación como un grupo y con un personaje ya interiorizado.
La serie tiene el formato de 10 capítulos de 12 minutos para que sea más fácil de ver. “Ya no hay una regla fija para la duración de los contenidos audiovisuales. Uno ve que muchas series tienen diferentes duraciones de capítulo. Esa es una regla de la vieja televisión que por suerte está muriendo. Ahora los capítulos duran lo que deben durar”.
Para Millán es muy importante que la televisión pública produzca series de ficción. “Existe un compromiso más fuerte con el público acerca de los contenidos que se les ofrece. A los canales privados sólo les interesa entretener y ganar dinero, tanto así que parece que lo que producen para plataformas son telenovelas en formato de series. Alguien tiene que remangarse para llevar contenidos más profundos y significativos, donde nos identifiquemos de verdad y no parezcamos copias de un taquillazo estadounidense”. Como deben competir con lo que ofrecen plataformas y canales privados, estos contenidos tienen que ser entretenidos y arriesgados desde la propuesta. “No competimos con dinero sino con creatividad. Creemos que los contenidos que se generen pueden tener un propósito más allá de lo comercial. Deben ser significativos para el que lo vea”, remata.
La serie completa puede verse aquí.