Tres discos que nadie más le va a recomendar
30 Abril 2023

Tres discos que nadie más le va a recomendar

Bill Evans.

No es un secreto que la industria del disco goza de relativa buena salud a pesar de los precios escandalosos de los vinilos en todo el mundo. Compañías discográficas como Universal Music, BMG, Rhino, Concorde, Verve, Fantasy, Resonance, entre otras, han recuperado tesoros del rock y el jazz que permanecían ocultos y que se han reeditado en diversos formatos. ¡Benditas reediciones!

Por:

Por Jacobo Celnik
Bill Evans: Inner Spirit. The 1979 Concert at the Teatro General San Martín (1979/2022)
La historia de este concierto de Bill Evans en Buenos Aires es digna de una película de detectives. En 2018, el escritor y editor argentino Roque di Pietro (autor de dos libros excepcionales sobre Charly García) supo de la existencia de unas grabaciones que reposaban en el archivo del ingeniero y productor Carlos Melero, el gran artífice de que los conciertos de Count Basie, Chick Corea, Gary Burton, Weather Report, Stan Getz y Bill Evans en la capital argentina sonaran como si fueran presentaciones en el Carnegie Hall. Di Pietro se puso en contacto con Zev Feldman de Resonance Records, quien no dudó en reeditar dignamente este concierto de 1979 y otra presentación de 1973 en el Teatro Gran Rex (Morning glory) junto a Eddie Gómez y Marty Morell.
Inner spirit es una joya en todo el sentido de la palabra por los personajes involucrados y el momento en el que sucedió (plena dictadura militar en Argentina). Es un disco que representa una de las primeras grabaciones en el formato de trío de la última gran banda que tuvo Bill Evans, con el bajista Marc Johnson y el baterista Joe LaBarbera, ambos veteranos del conjunto de Woody Herman. Su trabajo con Evans es el reflejo de una serie de notables e intensas grabaciones en directo registradas unos meses antes de la muerte del maestro del piano, quien murió en septiembre de 1980.
Sobre la importancia de esta grabación, Zev Feldman dijo: “Los músicos respondieron con una interpretación extasiada y comprometida, típica de su breve tiempo juntos. Evans tocó piezas tan recientes en su repertorio como 'Letter to Evan' y 'Theme from M*A*S*H'. El punto álgido del concierto llegó con 'Nardis de Miles Davis, la gran obra maestra de los últimos conciertos del pianista, que en Buenos Aires se alargó hasta los 17 minutos, con una introducción solista de casi ocho minutos y solos inspirados de todos los miembros del grupo”.
El extenso cuadernillo que acompaña esta edición doble en CD tiene información muy valiosa sobre las grabaciones, fotos, análisis de las obras, memorias de los músicos presentes, recuerdos de Carlos Melero sobre la experiencia de trabajar junto a uno de los músicos más grandes de la historia de la música e información adicional del argentino Claudio Parisi, toda una autoridad en temas relacionados con el jazz y autor del libro La historia grandes del jazz internacional en Argentina (1956-1979).

Evans
 

Paice, Ashton & Lord: Malice in Wonderland (1977/2022)
Tras la disolución de Deep Purple en 1976, el teclista Jon Lord y el baterista Ian Paice decidieron seguir adelante con la música, de la misma forma que lo hicieron sus coequiperos de banda con otros proyectos como Ritchie Blackmore y Roger Glover con Rainbow y David Coverdale en Whitesnake. Junto con el cantante Tony Ashton, un viejo conocido del teclista de Deep Purple de la escena underground británica, el guitarrista Bernie Mardsen, años más tarde pieza clave de Whitesnake, y el bajista de sesión Paul Martínez, quien había trabajado con Cat Stevens y Al Stewart, los ex Deep Purple se embarcaron en un proyecto ambicioso, un álbum cargado de buen hard rock, blues rock, funk rock y rock sinfónico con momentos brillantes en los temas Ghost story y Remember the good times. Por momentos parece un hijo no reconocido del álbum Stormbringer de Deep Purple por ciertas similitudes en la fórmula y arreglos de algunas canciones como Arabella. El paso que dieron Paice y Lord fue sólido y arriesgado en su apuesta, especialmente por el tipo de música que estaban haciendo en aquellos años y el alcance que tuvo en el tiempo. Son de esos trabajos que se pueden catalogar como amor a primera escucha y joya en todo el sentido de la palabra. Aunque se lanzó con los sellos Polydor en Inglaterra y Warner en Estados Unidos, con el paso del tiempo fue descatalogado. Pero a mediados de 2022 fue recuperado en una edición de lujo del sello independiente Repertoir, con bonus tracks, temas en vivo y un completo cuadernillo con toda la información relacionada con este proyecto.

Malice
David Coverdale & Jimmy Page: Coverdale • Page (1993/2023)
A mediados de 1990. tras la extenuante gira del álbum Slip of the tongue, David Coverdale decidió dejar en stand by a Whitesnake para dedicarse a su familia. Entre tanto, Jimmy Page, frustrado por no concretar una reunión de Led Zeppelin en 1989, decidió dedicarle toda su energía a la promoción de la caja Remasters que se lanzó a inicios de 1990 para celebrar los veinte años del disco debut de Zeppelin. Un ejecutivo de la disquera Geffen vio en el receso creativo de ambas leyendas una oportunidad para un proyecto colaborativo. Coverdale y Page, que hasta ese momento no tenían relación alguna, acordaron a inicios de 1992 sacar adelante una idea que en el papel prometía mucho. El álbum, que es una mezcla apabullante de hard rock y blues rock, se lanzó en marzo de 1993, en pleno auge del grunge, y con motivo de sus 30 años se reeditará en edición de lujo con material adicional de las sesiones de grabación y cortes en vivo.
El álbum en su momento tuvo buena recepción en medios y tras una breve gira en Japón en el verano de ese año, el proyecto llegó a su fin. Mucho se especuló sobre algunas diferencias creativas entre Page y Coverdale que determinaron la no continuidad del proyecto. Sin embargo, lo que selló el destino del grupo fue la reunión de Page con Plant para el álbum No quarter: Jimmy Page and Robert Plant unledded (1994). Es un disco que tiene un aura muy especial porque se conecta el legado de ambas leyendas, gracias a piezas inconclusas de Led Zeppelin (riffs desechados de las sesiones de In through the out door se recuperaron para este álbum) y Deep Purple, de los días de Burn que tomaron forma en este proyecto. Tel vez el punto más alto del álbum es Take me for a little while, aunque Absolution blues es una obra maestra que fusiona la mente de Led Zeppelin con el alma de Deep Purple.

Coverdale