Colombia se desaceleró más de lo esperado al final de 2022. ¿Qué pasó?
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
El crecimiento económico del año pasado estuvo por debajo de lo proyectado. Aunque era previsible que el último tramo fuera lento, la disminución fue más alta de lo calculado.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en 2022 la economía colombiana creció 7,5 por ciento, por debajo de las expectativas de los analistas e incluso inferior al 7,7 por ciento que esperaba el Ministerio de Hacienda.
Aunque la economía tuvo un alto desempeño durante los tres primeros trimestres, en el último tramo creció apenas 2,9 por ciento, menos de la mitad del registro del tercer trimestre: 7,8 por ciento.
Durante todo el año, el gran protagonista del crecimiento fue el consumo de los hogares, a tal punto al punto que, según el Dane, cerró 2022 con un 9,5 por ciento. Sin embargo, en el último trimestre fue de 4,3 por ciento.
Para profundizar: La economía colombiana creció 7,5 por ciento en 2022
Al desagregar en dónde quedó repartido ese consumo, Piedad Urdinola, directora del Dane, explicó que a lo largo del año se vio un impulso especial en las actividades artísticas y de entretenimiento, los eventos masivos, los juegos de azar y las apuestas en línea. No obstante, en los últimos meses del año, en especial en diciembre, los servicios de comercio y reparación, transporte y almacenamiento, alojamiento y servicios de comida retrocedieron 0,1 por ciento.
Al parecer, el endurecimiento de las tasas de interés y la alta inflación llevaron a muchos colombianos a comer más en casa.
Los efectos de que endeudarse sea tan costoso
“La política monetaria –esperamos– empezará a reducir la inflación pronto, pero lo que sí estamos viendo es que las altas tasas de interés generan un freno importantísimo en la economía. Cuando endeudarse es tan costoso, la mayoría de proyectos empresariales dejan de ser viables. Eso afecta el crecimiento, la inversión y el empleo, por esa razón es importante no dejar toda la labor a la política monetaria, sino también apoyar desde la política fiscal y las acciones gubernamentales que son prácticamente dos: reducir el gasto y la deuda y no agregarle más incertidumbre a la tasa de cambio”, le dijo a Cambio el economista Martín Jaramillo.
La información de la economía colombiana muestra que bajar la inflación implicará un esfuerzo importante de desaceleración del PIB, pero también que los pronósticos de quienes todavía esperan crecimientos como el 1,8 por ciento del Ministerio de Hacienda para este año son bastante optimistas.
Mauricio Hernández, economista sénior de BBVA Research para Colombia, agrega que, además del menor consumo privado, “las exportaciones de bienes se redujeron en el último trimestre, reflejando la desaceleración de la economía global; y se presentó una inusual acumulación de inventarios al cierre del año, lo cual se relaciona como ciclos de moderación económica. Como resultado, los sectores más relacionados con la producción y comercialización de bienes (agropecuario, minería, industria, comercio) y la construcción tuvieron marcadas desaceleraciones al cierre del año”.
Para 2023, el BBVA Research espera que el PIB del país crezca apenas 0,7 por ciento. En enero, según la encuesta de opinión financiera de Fedesarrollo, los expertos esperaban que el PIB nacional aumentara 1,5 por ciento en promedio este año, pero teniendo en cuenta un crecimiento de 8 por ciento en 2022. Con un resultado menor, ahora les tocará reajustar los cálculos.
