El exdirector de Hidrocarburos Camilo Rincón advierte que el Ministerio de Minas no acogió sus correcciones al balance de reservas
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
Camilo Rincón, exdirector de Hidrocarburos, dice que no sabe de dónde salió el cálculo que repitieron el presidente Gustavo Petro y la ministra Irene Vélez en Davos, Suiza, para sustentar la decisión de no firmar nuevos contratos de exploración de hidrocarburos: que tenemos reservas de gas hasta 2037 o 2042.
Camilo Rincón fue director de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía entre agosto de 2022 y el 11 de enero de este año y es el último exfuncionario del ministerio en unirse a las advertencias sobre el análisis de la información de reservas y recursos de hidrocarburos en el país, que quedó publicado en el documento 'Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para una transición energética justa.
Aunque el nombre de Rincón aparece en la página dos del balance, en la que la ministra explicó que aparecen por protocolo los nombres de todos los involucrados con la política pública del sector –hayan o no tenido que ver con la elaboración del informe–, el exfuncionario asegura que no participó en el balance, que solo se le solicitó revisar y sugerir cambios, ajustes y correcciones.
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“Previo a la publicación del informe (5 de diciembre) se me solicitó, desde mi rol y funciones, revisar y hacer comentarios del mismo, lo cual realicé e informé a mis jefes directos la ministra Irene Vélez y la viceministra de Energía Belizza Ruiz. Los comentarios que realicé junto con mi equipo de la Dirección de Hidrocarburos no fueron atendidos en su totalidad y el documento fue publicado”, advierte Rincón.
Es decir, el balance sobre recursos y reservas de hidrocarburos en el país se publicó sin que se aplicaran todos los ajustes y correcciones solicitados por el director de hidrocarburos de la entidad a cargo de la política pública del sector: el Ministerio de Minas y Energía.
Rincón también destaca que no supo más del informe y que ni siquiera le avisaron que su nombre y el de dos de los colaboradores de su dirección aparecerían en el documento como coautores. Tampoco le dijeron que en el documento aparecería la Dirección de Hidrocarburos como encargada de diseñar la metodología de proyección de producción de hidrocarburos, “lo cual no es cierto, toda vez que fue liderado por dos asesores del despacho de la ministra”.
Igual que sucedió con la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), el equipo de la dirección solo se limitó a entregar los datos que les solicitaron desde el despacho de la ministra, pero no proyectó nada ni colaboró en el informe. Los asesores del despacho de la ministra los usaron para hacer sus análisis, diseñar sus propias proyecciones y publicarlo usando a la Dirección de Hidrocarburos y a la ACP como validadores, al ponerles como colaboradores.
En ese sentido, Rincón también advierte que no sabe de dónde salió el cálculo que repitieron el presidente Petro y la ministra Vélez en Davos, Suiza, para sustentar la decisión de no firmar nuevos contratos de exploración de hidrocarburos: que tenemos reservas de gas hasta 2037 o 2042. “Deberán ser los formuladores y estructuradores del documento quienes expliquen las metodologías y datos usados para tal fin”.
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La viceministra Belizza Ruiz, cuya carta de renuncia reposa en el escritorio del presidente Gustavo Petro, también manifestó en su momento que no participó de la elaboración del documento y que no aprobó que su nombre saliera en la página de reconocimientos protocolarios que defendió la ministra Vélez el pasado miércoles en una rueda de prensa.
Pero no es el único caso. Otros funcionarios y exfuncionarios del Ministerio de Minas y Energía han revelado en los últimos días que no participaron del documento, que no saben por qué sus nombres salieron allí y que, como no sabían, no pudieron presentar su queja en el momento para que fueran retirados del documento. Tampoco saben cómo se hizo el análisis de las reservas y recursos que la ministra y el presidente suman como peras y manzanas.