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José Antonio Ocampo: “Sin compensación de ingresos no hay tributaria viable”
El exministro de Hacienda habló con CAMBIO de la necesidad de recortar el gasto, hacer acuerdos con el sector privado y de que el Gobierno no subestime los resultados de su reforma tributaria.
Por: Angélica M. Gómez

Además de las celebraciones por la fiesta patria del próximo 20 de julio y la instalación del nuevo periodo legislativo, ese día el presidente Gustavo Petro firmará la ley de reforma pensional y su ministro de Hacienda presentará ante el Congreso una nueva reforma tributaria. Ambas tienen implicaciones tanto en las finanzas de la nación como en los bolsillos de los colombianos.
Como se esperaba, una sola reforma tributaria no sería suficiente para un gobierno de cuatro años en un país donde, en promedio, se tramita una reforma tributaria cada 18 meses.
En esta oportunidad, el Gobierno quiere bajar la tarifa del impuesto sobre la renta para las empresas para estimular el crecimiento económico y el pago de impuestos. Sin embargo, José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda de Gustavo Petro, advierte que eso ya se intentó en 2022 y, evidentemente, no se logró.
“En la reforma de 2022 estuvimos discutiendo esa posibilidad. No me negué a ello, pero sí planteé lo mismo de hoy: con esta escasez de recursos tributarios para este año, no puede haber una reforma que baje el impuesto de renta a las empresas si no se compensa con eliminación de otros beneficios o con otros elementos que eleven el recaudo. El ministro de Hacienda lo ha dicho, pero todos esperamos a ver qué decisiones se toman al respecto. Pero sin compensación, la reforma tributaria no es viable”.
Otras opciones en la baraja del exministro son la eliminación de más beneficios a las personas naturales, quitar los pocos que quedaron para las empresas o, incluso, la propuesta de la reforma tributaria de 2021 que llevó a un paro nacional.
“Lo que es más complejo todavía y que como ministro de Hacienda no quise hacer, es eliminar algunos beneficios en el IVA, ese fue un tema muy controversial en 2021 y por eso en la propuesta de reforma tributaria 2022 no lo incluimos”, explica Ocampo.
Balance fiscal: haciendo equilibrio
La otra parte de la ecuación es la del gasto público. El presidente Petro planea firmar una reforma que generará más gasto en el futuro para el país e impulsar otra en el Congreso. Ninguna tiene sus gastos incluidos en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, y ambas cambiarán radicalmente el legado de la Ley 100.
En una esquina está la reforma pensional, sobre la que se han hecho numerosas advertencias, desde diferentes frentes, pues en el futuro significará más deuda pública cuando Colombia ya sea un país con más viejos jubilados que jóvenes trabajadores.
Ocampo, que participó del diseño de la reforma, asegura que “la reforma pensional tiene muchas virtudes en el diseño del sistema, corrige problemas importantes que se han hecho evidentes desde la aplicación de la Ley 100”, como el esfuerzo por aumentar la cobertura para quienes no logran una pensión con todas las de la ley.
Sin embargo, agrega, “todos esos cálculos de la deuda pensional suponen que no hay un cambio en las edades de jubilación, pero algo que es absolutamente evidente es que hay que aumentar las edades de jubilación. De hecho, yo lo propuse en el proyecto original y no fue aceptado por el presidente Petro ni por la ministra del Trabajo”.
Y es que según los cálculos del think tank Fedesarrollo, sin cambios, el nuevo sistema pensional haría que la deuda futura pasara del 86 por ciento del producto interno bruto (PIB) al 106 por ciento del PIB, un incremento de 30,2 puntos porcentuales.
“Pero hay un mecanismo en la ley que obliga a estimar los parámetros del sistema por lo menos cada cuatro años, es decir, que más temprano que tarde hay que ajustar las edades de jubilación y de pronto la cotización y el número de semanas de cotización para tener una pensión. Colombia es demasiado generosa en esas reglas y a pesar de eso tenemos una gran cantidad de población que no se jubila, por lo tanto, habrá que hacer un mecanismo que incentive la formalidad en materia pensional”, sentencia el exministro.
En la otra esquina está la reforma a la salud, que tras hundirse en el Congreso obligó al Gobierno a replantear su propuesta. Este proyecto, según el ministro Guillermo Jaramillo, se presentaría en la nueva legislatura y acogería acuerdos y propuestas de las EPS.
“En la salud sí hay unos gastos adicionales de corto plazo, así que la pregunta sería cómo manejarlos si de todas maneras han venido aumentando durante las últimas décadas como porcentaje del PIB. Lo que es esencial, aparte del financiamiento, es que el régimen que se monte sea apropiado. Sería bueno que se mantuviera el régimen que estaba funcionando con una aprobación amplia de la población, el de las EPS”, explica Ocampo y envía una crítica al Gobierno, que en la práctica está “nacionalizando las EPS”.
“Algunos ministros de la primera fase del Gobierno dijimos una y otra vez que había que evitar una crisis de la salud y desafortunadamente eso es lo que han terminado generando”, concluyó.
