Las sumas y restas de la adición presupuestal de Petro
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
La tan anunciada adición presupuestal de 2023 con la que el gobierno pretende cumplir muchas de sus promesas de gasto llevará el presupuesto general de 405,6 a 414,2 billones de pesos. Así se repartirá el dinero.
Por: Angélica M. Gómez
Desde que se presentó la reforma tributaria en agosto de 2022, el Ministerio de Hacienda prometió que en los primeros meses de este año presentaría una adición presupuestal por el total del recaudo tributario extra para que esos recursos se convirtieran en nuevo gasto público. Con el tiempo, la cifra se concretó en cerca de 20 billones de pesos que, gracias a los buenos resultados financieros del año pasado, subieron a 23,2 billones de pesos; sin embargo, adición “neta” será de 8,4 billones de pesos.
La adición sería en realidad de 25,4 billones de pesos, si se tiene en cuenta que el Sena y el ICBF obtuvieron recursos propios adicionales en 2022. Para ejecutar ese dinero, también debía ser incluido en la adición presupuestal. Esa es la primera variación: sin esos recursos propios de las entidades, la adición son los prometidos 23,2 billones de pesos.
Pero allí no para el enredo de cuentas. En la presentación de la adición presupuestal, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, explicó que si se tiene en cuenta un movimiento de bolsillos entre el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) y los dividendos de Ecopetrol, así como gastos de funcionamiento y servicio a la deuda, “la adición neta de nación es de 6,4 billones y la del Presupuesto General de la Nación es de 8,6 billones de pesos”, por lo que en el total solo se ve que el presupuesto sube de 405,6 billones a 414,2 billones de pesos.
Las sumas
Además de los recursos adicionales propios de entidades como el Sena y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el Ministerio de Hacienda tiene entre sus cuentas de la adición presupuestal un incremento de 3,2 billones de pesos en rendimientos –también conocidos como dividendos– de su portafolio, ya que el 2022 tuvo un mejor desempeño. El mayor aportante allí es el Banco de la República.
A finales de 2022, el emisor hizo un cambio contable para mejorar la forma en la que tiene en cuenta las ganancias y pérdidas de sus inversiones en títulos de deuda de la Nación y de otros países. Ese mecanismo hizo que los dividendos de 2022 sean más altos, pero hará que los de este año sean más bajos de los que habrían sido con el mecanismo viejo. Unas por otras.
La fuente más importante de recursos será la reforma tributaria, que se espera le genere a la Nación unos ingresos cercanos a los 20 billones de pesos adicionales.
De otro lado está Ecopetrol, que el año pasado tuvo resultados extraordinarios por el mayor precio del petróleo y la devaluación del peso, ya que, traducido a moneda local, el valor del crudo fue el más alto en la historia. Eso le permitirá darle al país unos dividendos superiores a lo que se esperaba inicialmente.
Las restas
Para que la cuenta neta de la adición se vea de apenas 8,6 billones de pesos, el Ministerio de Hacienda explicó que se hicieron varios movimientos contables. El primero es que, como la inflación de 2022 fue más alta de lo esperado (13,12 por ciento) y eso llevó a un incremento del salario mínimo del 16 por ciento, tuvieron que destinar 2,5 billones de pesos más para los incrementos salariales de los funcionarios públicos y asegurar las mesadas pensionales de los regímenes especiales y Colpensiones.
Además de eso, el sector educación destinará tres de sus 4,5 billones de pesos adicionales al pago de pensiones del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag).
Otros 1,5 billones de pesos se destinaron a un mayor pago del servicio a la deuda. Como se había advertido desde el año pasado, el incremento del precio del dólar frente al peso colombiano y de las tasas de interés a las que se endeuda el país hicieron que la deuda del país ahora sea más costosa. Este año, Colombia necesita más pesos para pagar la misma deuda que tenía programado pagar desde el año pasado.
El otro gran movimiento está en el FEPC. El déficit de este fondo había hecho que el gobierno necesitara cerca de 18 billones de pesos adicionales para pagar a Ecopetrol y sus refinadoras por el diferencial que existe entre los precios locales e internacionales de los combustibles líquidos (gasolina y diésel).
Como Ecopetrol tendrá dividendos extraordinarios y la ley permite que la Nación pague el FEPC con dividendos de la petrolera, en el presupuesto se restan 18,4 billones de pesos del Ministerio de Hacienda, que serán compensados en su momento por la empresa de mayoría estatal y que le liberan espacio de gasto a otros sectores.
En qué gastar
Aunque la mayoría de los recursos se irán a subsidios y programas sociales, como había prometido el gobierno, algunos billones se destinarán también a inversiones. Es el caso de los 1,3 billones de pesos adicionales para el sector transporte, que se destinarán a la navegabilidad del río Magdalena, recuperación de la red férrea nacional y construcción y reparación de vías terciarias para mejorar el transporte de insumos y producción local.
El Sena usará 406.000 millones de pesos de sus recursos propios para el fortalecimiento de sus programas de formación de tecnólogos en programación, capacitación campesina y tecnologías de la información. Es decir, capacitación de mano de obra.
Por su parte, el Dane recibirá 100.000 millones de pesos para fortalecimiento del sector y levantamiento de nuevos datos estadísticos, y el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) tendrá 394.000 millones de pesos “destinados a la actualización y gestión catastral con la implementación del Catastro Multipropósito; así como para la generación de información geográfica de los territorios y el fortalecimiento de la gestión institucional”.
Los grandes montos de recursos se verán en programas sociales. Inclusión social recibirá cinco billones de pesos para aumentar la cobertura de las transferencias monetarias condicionadas (Familias y Jóvenes en Acción) en las zonas rurales. Otros 200.000 millones de pesos serán para reparación e indemnización de víctimas del conflicto.
El Ministerio de Agricultura recibirá finalmente tres billones de pesos para la compra de tierra, en cumplimiento de la reforma rural integral, la compra de insumos y fertilizantes y su programa para incentivar que el país produzca sus propios insumos agrícolas verdes. Sin embargo, en el Ministerio de Hacienda hay un bolsillo adicional por si este sector requiere más recursos durante el año.
Salud recibirá 3,5 billones de pesos para la Adres, que tendrá que pagar de allí la disminución en 50 por ciento del SOAT para motociclistas y algunos conductores, así como el impacto de una mayor inflación en el sistema de aseguramiento en salud.
Los 1,5 billones de pesos del sector vivienda se destinarán a los pagos de los subsidios “Cambia mi casa”, vivienda rural y “Mi casa ya”. También se pagarán proyectos estratégicos de agua potable y saneamiento básico.
Tal como lo había anunciado, con su adición presupuestal, el gobierno le apuesta al gasto público y al impulso a la demanda de los hogares para empujar a una economía, que desde los últimos meses de 2022 muestra que este año el panorama es mucho menos alentador.
Así quedaría el Presupuesto General de la Nación para 2023:
