En 2022, el 24,8% de los estudiantes de 7º a 11º a nivel nacional indicó consumir cigarrillo electrónico o vapeador al menos una vez en su vida: LEE Javeriana.
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Uno de cada cuatro estudiantes de bachillerato ha vapeado, ¿afecta el rendimiento académico?
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Un informe del LEE Javeriana revela que el consumo de cigarrillo electrónico o vapeador se concentra en estudiantes del sector privado, con un 30 por ciento. De acuerdo con los expertos, esto tiene efectos en el rendimiento académico.
Por: Claudia M. Quintero
El uso de los cigarrillos electrónicos es cada vez más común entre los jóvenes. Un estudio del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE Javeriana) revela que en 2022, el 24,8 por ciento de los estudiantes entre grado séptimo y grado once a nivel nacional indicó haber consumido cigarrillo electrónico o vapeador al menos una vez en su vida.
Es decir, uno de cada cuatro estudiantes probó alguna vez esta sustancia que, después del alcohol, se convirtió en la segunda más vendida entre los estudiantes de secundaria.
De acuerdo con el LEE, el 41 y el 37 por ciento de estudiantes que han probado el cigarrillo tradicional y el electrónico, respectivamente, son de grado 11. Otro dato llamativo es que “en los grados séptimo, octavo y noveno la proporción de estudiantes que ha probado cigarrillo electrónico o vapeador alguna vez en su vida es mayor que la de aquellos que han probado cigarrillo tradicional (en promedio 1,6 puntos porcentuales por encima)”.
Además, las cifras muestran que el 95 por ciento y 45 por ciento de los estudiantes que afirmaron haber consumido cigarrillo tradicional en el último año ya ha consumido alguna vez alcohol y marihuana, respectivamente.
Riesgos de los cigarrillos electrónicos para los adolescentes
Estas cifras resultan preocupantes no solo para los investigadores del laboratorio de la Javeriana, sino para los médicos en general. Esto, porque de acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que es la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, el uso de los cigarrillos electrónicos no es seguro para los niños, niñas, adolescentes y adultos mayores.
“La mayoría de los cigarrillos electrónicos contiene nicotina. La nicotina es altamente adictiva y puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes, que continúa hasta los 25 años. Además de nicotina, los cigarrillos electrónicos pueden contener otras sustancias dañinas”, describe.
Además, el CDC menciona que el consumo de la nicotina en la adolescencia “puede dañar las partes del cerebro que controlan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y el control de los impulsos”.
Relación de los vapeadores con el desempeño académico
Los investigadores del LEE encontraron que, en la mayoría de ocasiones, los inconvenientes de convivencia académica y desempeño académico se suelen asociar a estudiantes que presentan algún tipo de consumo de sustancias.
Así, “más de la mitad de los estudiantes que ha probado alguna vez el tabaco o el cigarrillo electrónico manifiesta haber tenido problemas de rendimiento académico en el último año (versus el 34,6 por ciento de no consumidores de sustancias). De igual forma, más del 30 por ciento en ambos casos afirmó haber tenido problemas disciplinarios (versus el 20,2 por ciento en no consumidores)”, describe el informe del LEE.
La investigación detalla que también hay una influencia del entorno familiar en la que se crece. Por ejemplo, encontraron que “el 55, 28 y 17 por ciento de los estudiantes que consume cigarrillo tradicional o electrónico reportó que alguna de las personas con las que vive en casa consume alcohol, cigarrillo tradicional y cigarrillo electrónico, respectivamente. En el caso de los no consumidores, estas cifras son de 32, 13 y 4 por ciento”.
La prevención en el consumo
A raíz de estas cifras, los investigadores del laboratorio hacen un llamado a prevenir y tratar de desincentivar el uso de cigarrillos.
“Es crucial implementar más estrategias de prevención del consumo de sustancias psicoactivas. El tabaco no solo causa daños físicos y psicosociales, y eleva los costos de atención de la salud, sino que también genera significativos costos sociales, educativos y productivos. Las instituciones educativas deben incluir en sus políticas de salud escolar estrategias e intervenciones basadas en evidencia para prevenir y abordar el consumo de sustancias en niños y jóvenes”, como afirma Gloria Bernal, directora del LEE de la Universidad Javeriana.
Además, el CDC también le recomienda a los padres ser claros con sus hijos y explicarles los efectos que puede generar el uso de los cigarrillos electrónicos en su salud en general.