Feminicidios en Bogotá: la polémica detrás de la cabina para hombres que anunció el Distrito en el centro comercial Santafé

El feminicidio que acabó con la vida de Stefanny Barranco el pasado 29 de mayo, mientras trabajaba en el centro comercial Santafé, volvió a poner sobre la mesa la necesidad de tomar acciones sobre la catástrofe de las violencias basadas en género. 

Este 1 de agosto se conoció que la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de la Secretaría de Cultura, presentará una nueva estrategia con la que se pretende disminuir los episodios de violencia machista.

Se trata de una cabina telefónica instalada en el centro comercial Santafé para que los hombres puedan expresar sus emociones a través de una llamada. "La cabina se instalará como un acto simbólico ante el feminicidio ocurrido el 29 de mayo, un hecho en el que una mujer fue víctima de la mayor expresión de violencia machista", anotó la entidad. 

La cabina va de la mano con la estrategia de la línea telefónica 'Calma' para hombres que se implementó en 2020. 

“La Línea Calma es una propuesta para abordar, desde la raíz, las masculinidades, que son todas esas construcciones sociales y culturales sobre lo que significa ser hombre y los mandatos que socialmente esto les impone. No podríamos pensar en una sociedad que erradique la violencia contra las mujeres y la violencia intrafamiliar sin pensar primero en una transformación en la cultura, sin pensar en revisar nuestras masculinidades”, explicó en ese momento el exsecretario Nicolás Montero.

¿Estrategia para evitar feminicidios?

Tras conocerse la iniciativa en redes sociales, algunos usuarios cuestionaron la estrategia por carecer de un enfoque que individualice los casos y porque no se ataca la problemática de fondo.

 CAMBIO consultó a la Alianza Iniciativa Mujeres por la Paz, IMP, sobre la pertinencia de la medida. Una vocera de la organización aseguró que considera que es una buena medida, teniendo en cuenta que se suele atacar la problemática de violencia doméstica aislando a la mujer y no trabajando directamente en la salud mental de los victimarios, pero es insuficiente.

"Las casas de refugio para las mujeres es aislar a las mujeres, tal vez dejarlas sin trabajo, quizás encerrarlas, cuando realmente el enfermo por celos es el hombre, el hombre es el que sufre de ideas de persecución, de imaginarios. El tema es que lo que sucede radica en una enfermedad más común en los hombres, la celopatía, es por eso que ellos necesitan de estos espacios. Me parece bien que el Distrito ponga una cabina para que ellos puedan hablar de sus emociones, pero más que eso se necesita salud mental para los hombres, acciones pedagógicas", dijo la experta. 

Es una medida práctica, pero no soluciona lo estructural

Asimismo, la vocera agregó que si bien son importantes las medidas de protección para las mujeres en las situaciones de violencia y riesgo, hay que comenzar a atacar el problema de fondo. 

"Hay que tomar medidas de protección para las mujeres, hay que salvaguardar las vidas, pero aquí lo esencial son las políticas de salud mental para entender por qué las personas se están comportando de esa manera y poder atacar, en estos casos la celopatía de la forma correcta", puntualizó. 

Sobre el uso de la cabina, la experta explicó que es importante que, además, de poner un espacio, se hagan campañas de sensibilización, medidas de capacitación y otros procesos que hagan que los hombres puedan hablar de sus emociones, pues es una medida práctica, pero no soluciona lo estructural.

Asimismo, la fuente le explicó a CAMBIO que se debe tener en cuenta que el tema de salud mental no es excluyente y que debe ser atendido tanto en hombres como en mujeres. 

La presentación de la cabina estaba agendada para este 2 de agosto a las 11 de la mañana, sin embargo, parece que la mala acogida del proyecto y las críticas que levantó provocaron que el evento se reprogramara.