Sargento segundo Diana Chica, junto a su hijo Samuel.
Crédito: Ejército Nacional
La militar que llegó al Ejército para seguir el legado de su hermana fallecida
Antes de portar con orgullo el uniforme del Ejército Nacional, la sargento segundo Diana Marcela Chica enfrentó el adiós más inesperado de su vida. Esta es su historia.
Por: Paula Ricaurte
Antes de portar el uniforme del Ejército Nacional, la sargento segundo Diana Marcela Chica se enfrentó a una de las pérdidas más difíciles de su vida: la de su hermana Milena, quien también se desempeñaba como suboficial de la institución.
Milena murió en un trágico accidente de tránsito poco después de ser trasladada a Mocoa por órdenes de sus superiores. "La vida se nos partió en dos. Fue un golpe durísimo para mi mamá. Una madre nunca está preparada para perder a un hijo", recuerda la suboficial Chica.
Pero un día, en medio del dolor por la pérdida de su hermana, Diana encontró algo que le cambió por completo la vida: un dibujo realizado cuando su hermana era niña, en el que se lee la frase "Nana, eres mi ejemplo a seguir", acompañada de un dibujo de ambas vestidas como militares.
Reencontrarse con ese dibujo le recordó el sueño que había tenido desde niña: convertirse en militar y tener esa carrera en común con su hermana. Como si se tratase del destino, justo en esos días el Ejército abrió una convocatoria para criminalística, a la que aplicó de inmediato. Desde entonces, Diana ha servido a la institución con la dedicación.
Un reto más...
Cuando todo parecía arreglarse con su ingreso al Ejército, la vida le puso una prueba más a la suboficial Chica: cinco pérdidas gestacionales casi frustran por completo su sueño de convertirse en madre. "Fueron golpes duros. Sentía que el cuerpo ya no podía más, pero el alma se aferraba a la fe", relata con emoción.
Aunque varios médicos le dijeron que no podría ser mamá, ella insistió por medio de un tratamiento de fertilidad con el que finalmente llegó Samuel. "Él es un milagro. Tiene la misma carita de Milena, sus gestos, su bondad. Es como si ahora ella nos cuidara desde la tierra", asegura.
Hoy, la suboficial celebra la vida junto a su hijo que ya cumplió los dos años. "Nada de esto habría sido posible sin mi mamá. Ella es mi fuerza, mi guía. Gracias por levantarme cuando más lo necesité", concluye.
