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"Espero que las víctimas seamos el centro": Yolanda Perea, la lideresa que logró que se abriera el caso de violencia sexual en la JEP
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Yolanda Perea, una de las defensoras de derechos humanos que impulsó la apertura del Caso 11 sobre violencia sexual en la JEP, celebró la decisión y ahora espera justicia por su caso y por el de miles de víctimas más.
Por: Pía Wohlgemuth N.
Yolanda Perea es lideresa social, defensora de los derechos humanos y activista por los derechos de las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual en Colombia.
Su caso sucedió en 1997, cuando tenía apenas 11 años. Tuvo un aborto forzado y sus victimarios asesinaron a su mamá. Motivada no solo por su historia, sino también por la de miles y miles de personas que sufrieron la violencia sexual y de género durante el conflicto, impuso, junto a la Procuraduría, una tutela para que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) abriera un caso enfocado en ese tipo de crímenes. Luego de una espera que sintió muy larga, la JEP anunció el muy esperado Caso 11, enfocado en violencia de género en el desarrollo del conflicto armado en el país.
CAMBIO: ¿Cómo recibe la noticia de la apertura del macrocaso 11 en la JEP, por violencia basada en género, violencia sexual, violencia reproductiva, y otros crímenes cometidos por prejuicios basados en la orientación sexual, la expresión o identidad de género diversa en el conflicto armado colombiano?
Yolanda Perea: Me parece maravilloso, incluso después de haber interpuesto un derecho de petición y una tutela, esto es satisfactorio y esperamos que todos los casos frente a este tema puntual, que hemos denunciado y sufrido en carne propia, tengan una respuesta contundente.
CAMBIO: ¿Qué viene ahora para usted y para las organizaciones? La JEP ha pedido más información y contribuciones de la sociedad civil para este caso.
Y.P.: Ya muchas organizaciones, desde la Mesa de Víctimas y otros espacios, entregamos más de 30 casos de violencia sexual. Ahora se viene esperar pronta respuesta frente a estos delitos y lo que se busca es que no haya más impunidad, como en la justicia ordinaria, que es del 98 por ciento.
CAMBIO: ¿Qué perspectiva tiene para su caso?
Y.P.: Necesitamos justicia, quitarnos esta culpa que la misma sociedad nos ha impuesto en el momento de ser víctimas de violencia sexual. Lo primero que dicen es por qué salió, por qué se vistió así. No, nunca, nunca debió pasar. Espero que las víctimas seamos el centro, para trabajar de la mano y lograr una recuperación emocional integral. Cuando te hablo de justicia, también me refiero a garantías de no repetición, porque en los territorios muchas siguen siendo afectadas.
CAMBIO: ¿Cómo se siente con respecto a la JEP?
Y.P.: Antes de que se abriera el caso, tenía la plena confianza, por eso veníamos trabajando, denunciando casos de violencia sexual ante la JEP, con miras a buscar esa verdad y es justicia restaurativa que nos permita continuar con nuestras vidas. Ahora que se abre este caso, creo que no nos equivocamos.
CAMBIO: ¿Por qué cree que hubo demora para que se abriera este macrocaso?
Y.P.: No entendemos por qué hubo demora. Como víctimas, fuimos muy ágiles y prestos a hacer un ejercicio concienzudo desde la realidad de nuestras vidas, para recoger el material y entregarlo. Ya la información está ahí y no entendemos la demora, pero celebramos que se haya tomado la decisión de abrir este Caso 11. Seguiremos, con mucho más empuje, trabajando.
CAMBIO: Aparte de su tutela, ¿a qué le atribuye este éxito para las víctimas de tener un macrocaso enfocado en la violencia sexual que vivieron?
Y.P.: Esta ha sido una lucha colectiva de muchas organizaciones, movimientos, alianzas, con Jineth Bedoya, con la red de víctimas, la campaña nacional Arrópame con tu esperanza, las Comadres y más. Esto no soy yo, somos nosotras, a raíz de nuestras voces, de nuestras luchas. El Acuerdo de Paz, que siempre lo he dicho, me parece imperfecto, aunque prefiero eso a una guerra permanente, nos permite hoy poder hablar de esa mirada y esa posibilidad de tener justicia.