
La Agencia Nacional de Discapacidad anunció que modificará la resolución y el anexo, sin cambiar sus criterios de evaluación.
Crédito: Reuters.
Polémica resolución del gobierno de Javier Milei denominó a discapacitados como 'idiotas' e 'imbéciles': la agencia encargada salió a disculparse
La Agencia Nacional de Discapacidad de Argentina emitió una resolución para la evaluación de pensiones no contributivas por invalidez, pero generó polémica al calificar a personas con discapacidad como "idiotas", "débiles mentales" e "imbéciles".
Por: Gabriela Casanova

La Agencia Nacional de Discapacidad de Argentina, adscrita al Ministerio de Salud del gobierno, emitió una resolución, publicada en el Boletín Oficial de la Nación, en la que establece los criterios de evaluación médica para la asignación de pensiones no contributivas por invalidez. Pese a que la resolución fue publicada el mes pasado, este jueves se ganó la atención de medios de comunicación, organizaciones y asociaciones civiles, pues en uno de sus anexos califica a personas con discapacidad intelectual como "idiotas", "débiles mentales" e "imbéciles".
"Estas expresiones, además de ser inaceptables desde una perspectiva ética y de derechos humanos, refuerzan prejuicios y concepciones arcaicas que vulneran la dignidad de las personas con discapacidad intelectual. Se trata de expresiones introducidas en 1912 y que fueron reemplazadas hace más de 70 años", dijeron en un comunicado la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra) y la Red Argentina Trisomía 21.
Un grupo de diputados de ese país también solicitaron derogar esta resolución. Así lo informó la diputada por la provincia de Buenos Aires, Marcela Passo: "Lamentablemente estas menciones son prácticas comunes en este gobierno cruel e insensible, que no deben pasar inadvertidas y deben repudiarse por el conjunto de la sociedad argentina, que ha evolucionado en normas referidas a la inclusión y a la no discriminación", escribió en su cuenta de X.
Tras varios reclamos por parte de organizaciones sociales y de agrupaciones de pacientes con discapacidades, la Agencia Nacional de Discapacidad de Argentina decidió resolver este asunto.

La terminología ofensiva que utiliza la controvertida resolución
El documento menciona las condiciones que pueden representar una discapacidad, entre ellas el retardo metal, que lo define como "un déficit en el crecimiento mental y un trastorno cuantitativo caracterizado por escasez del desarrollo intelectual, afectivo y cognitivo-práxico. Pero con el crecimiento y las exigencias sociales, las personas que lo padecen deben suplir sus carencias con elementos sustitutivos, a veces de la personalidad, y se tornan trastornos también cualitativos".
Todo está bien hasta ese punto. Sin embargo, al momento de clasificar los tipos de retardo mental, mencionan los siguientes términos y conceptos según el Cociente Intelectual de la persona:
- Con puntaje de 0: "Idiota: no atravesó la etapa glósica, no lee ni escribe, no conoce el dinero, no controla esfínteres, no atiende sus necesidades básicas, no puede subsistir solo".
- Con puntaje de 30-50: "Imbécil: no lee ni escribe, atiende sus necesidades elementales, puede realizar tareas rudimentarias".
- Con puntaje de 50-60: "Débil mental profundo: solo firma, tiene vocabulario simple, no maneja el dinero, puede realizar tareas rudimentarias".
- Con puntaje de 60-70: "Débil mental moderado: lee, escribe, realiza operaciones simples, conoce el dinero, puede realizar trabajos de escasa exigencia intelectual".
- Con puntaje de 70-90: "Débil mental leve: cursó primaria y a veces secundaria, puede realizar tareas de mayor envergadura. Fronterizos los que tienen CI cercano al normal".
"No tuvo ninguna intención discriminatoria": Agencia Nacional de Discapacidad
Tras el revuelo que dicha resolución causó en redes sociales este jueves, la Agencia Nacional de Discapacidad anunció que modificará la resolución y el anexo, sin cambiar el baremo ni sus criterios de evaluación.
"Dicha normativa incluyó un anexo con términos que, históricamente, se han utilizado en la medicina psiquiátrica para describir grados profundos de déficit intelectual, pero que, en la actualidad, han sido discontinuados", explicó la agencia.
Así mismo, la entidad aclaró que la publicación de los polémicos términos no tuvo "ninguna intención discriminatoria, sino que se trató de un error derivado del uso de conceptos pertenecientes a una terminología obsoleta".
Con ello se espera que se garantice que la terminología "esté alineada con las referencias internacionales, como la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)".
