Así será el funeral del papa Francisco: los cambios que él mismo ordenó

Anticipándose a su propia muerte y a la de otros jerarcas de la Iglesia católica, el papa Francisco ordenó el año pasado una serie de cambios en el rito fúnebre papal, porque, a su consideración, era una ceremonia "muy recargada".

Francisco, de 88 años, reveló en el libro El Sucesor, escrito por el periodista español Javier Martínez Brocal y publicado en 2024, que dichos cambios se hacían para simplificar el ritual del funeral de los papas tras considerar que este estaba cargado de “elementos excesivos”

En el libro, asegura que el funeral de Benedicto XVI fue el último que se llevó a cabo con el tradicional protocolo fúnebre de la Iglesia católica y que, en su caso, todas las decisiones las tomó su secretario histórico, el alemán George Gänswein. 

“Será con dignidad, como cualquier cristiano, pero no sobre almohadones. En mi opinión, el ritual actual estaba demasiado recargado. Eso de hacer dos velatorios me parecía excesivo. Que se haga uno solo y con el papa ya en el ataúd, como en todas las familias. Cambié varias cosas”, afirmó el papa.

¿Qué cambios implementó Francisco?

Los cambios realizados por el papa Francisco frente al rito del funeral de los papas quedaron constatados en la nueva edición del ‘Ordo Exsequiarum Romani Pontificis’, la cual se hizo pública en noviembre del año pasado tras aprobarse su deseo de simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado.

En el libro, además, se subraya la necesidad de que las exequias del romano pontífice sean las de “un pastor y discípulo de Cristo y no las de un poderoso hombre de este mundo”.

El sumo pontífice decidió implementar una serie de modificaciones en la figura de las “tres estaciones”, es decir, los pasos tras la muerte de un pontífice.

En la primera, se determinó que la constatación de la muerte tendrá que darse en la capilla privada y no en la habitación. Así mismo, se eliminó el traslado del féretro a la Capilla del Palacio Apostólico para, en lugar, ser trasladado directamente a la Basílica Vaticana.

En cuanto a la segunda estación, se ordenó la eliminación del requisito de que el papa sea puesto en un catafalco elevado en la Basílica de San Pedro para la vista pública. En cambio, estará a la vista en un ataúd simple. 

Por último, en la tercera estación, que incluye el traslado del féretro al sepulcro y al entierro, se eliminó el requisito de los tradicionales tres féretros de ciprés, plomo y roble para el ataúd a cambio de un único féretro de madera con zinc en su interior.

Además, siguiendo el modelo de los funerales de obispos durante ceremonias religiosas, el papa Francisco ordenó que se utilizaran títulos más sencillos como “papa” u “obispo de Roma” para no elevar demasiado su figura.