
El presidente Donald Trump ha utilizado los aranceles como política económica en su presidencia.
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Corte federal de Estados Unidos invalida aranceles universales de Trump
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Un tribunal de Estados Unidos declaró ilegales las tarifas arancelarias recíprocas que impuso el mandatario estadounidense el pasado 2 de abril. ¿Qué significa esta decisión?

La guerra comercial impulsada por el gobierno de Estados Unidos entró a un nuevo capítulo, pues el Tribunal de Comercio Internacional, con sede en Manhattan (Nueva York), decidió bloquear la entrada en vigor de los aranceles recíprocos que impuso el presidente Donald Trump a más de un centenar de países el pasado 2 de abril, en el denominado 'día de la liberación'.
Según dictaminó el tribunal federal, el mandatario estadounidense "se extralimitó en su autoridad al imponer impuestos generalizados a las importaciones de países que venden más a Estados Unidos de lo que compran".
Los argumentos del tribunal sostienen que las facultades del presidente no lo cobijan para introducir, bajo la figura de la emergencia económica, aranceles a diferentes economías.
El Tribunal de Comercio Internacional también aseguró que la Constitución de Estados Unidos dictamina que es el Congreso quien tiene “poderes exclusivos” para regular el comercio con otros países, y que los poderes del presidente en el marco de la emergencia no superan a los del Legislativo.

Los aranceles: el corazón de la política económica de Trump
Desde antes de su llegada a la Casa Blanca en enero, el presidente Trump venía anunciando una serie de aranceles como parte de su política económica para impulsar la economía estadounidense. Su lógica sostiene que en la medida en que los productos importados por Estados Unidos sean más costosos al pagar un impuesto, los empresarios locales fomentarán la producción nacional.
Esta fórmula proteccionista no es nueva, y también fue utilizada por Trump durante su presidencia pasada, entre 2017 y 2021, cuando el mandatario impulsó una guerra de aranceles con la otra gran economía del mundo: China.
Desde las primeras semanas de su mandato, el presidente estadounidense retomó su política arancelaria, inicialmente dirigida contra sus vecinos, Canadá y México, bajo el pretexto de frenar la migración ilegal y la proliferación del fentanilo, y también contra China.
El punto máximo de su política se materializó el pasado 2 de abril, una fecha que Trump marcó en su calendario para anunciar un agresivo paquete de aranceles o tarifas recíprocas contra economías que, según el mandatario, 'castigan' las exportaciones estadounidenses con tarifas arancelarias. A algunas naciones, como China, Vietnam y Camboya, se les aplicaron tarifas entre el 30 y el 50 por ciento.
Sin embargo, una semana después, el mandatario suspendió dichos aranceles a más de 75 países durante tres meses, y decidió enfrascarse en un tire y afloja de aranceles contra China, su adversario principal.
La escalada de aranceles llevó a que la tarifa aplicada por Estados Unidos a China fuera de 145 por ciento, mientras que la respuesta china llegó al 125 por ciento. Finalmente, el pasado 13 de mayo ambas naciones alcanzaron una tregua y relajaron sus sanciones a 30 y 10 por ciento, respectivamente, por un plazo de 90 días.
La guerra arancelaria les ha costado a los mercados millones de dólares en los últimos tres meses, con impactos directos sobre la bolsa estadounidense y varias compañías de ese país.
El fallo del Tribunal de Comercio Internacional, basado en Nueva York, responde a una demanda presentada por la organización no partidista Liberty Justice Center, en nombre de cinco pequeñas empresas importadoras que se han visto afectadas por la guerra comercial.
