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Roma podría cobrar a los turistas por visitar la Fontana di Trevi ante la masificación del turismo
Para contrarrestar los efectos del turismo masivo en los monumentos de la ciudad, un concejal romano radicó una propuesta para cobrar la entrada a la Fontana Di Trevi.
Por: Carolina Calero
Roma, una de las ciudades más antiguas y visitadas del mundo, enfrenta el impacto del turismo masivo. En 2023, la capital italiana recibió 50 millones de visitantes, y para 2024, se espera un incremento de 30 millones más. En respuesta, las autoridades locales están buscando formas de controlar la creciente afluencia de turistas.
Alessandro Onorato, concejal de Turismo de Roma, propuso implementar un cobro adicional a los visitantes que deseen acercarse a uno de los monumentos más icónicos de la ciudad: la Fontana di Trevi. Este famoso lugar, donde miles de turistas diariamente lanzan monedas para garantizar su regreso a Roma, podría cambiar su acceso.
¿Cuánto costará el ingreso al lugar si se aprueba la propuesta?
A pesar de que los romanos podrán seguir accediendo de manera gratuita, a los turistas se les cobrará 2 euros a quienes quieran bajar los escalones y acercarse a la fuente a lanzar monedas o tomarse fotos más cerca al monumento.
Según Onorato, el objetivo de esta medida es "proteger un monumento extraordinario" cuyo atractivo está en riesgo debido a la afluencia masiva de personas.
La Fontana di Trevi, construida en 1762 por Nicola Salvi sobre uno de los antiguos acueductos romanos, recibe entre 10.000 y 12.000 visitantes diarios. Para mejorar la experiencia y reducir el caos en la zona, Onorato también propuso establecer puntos de entrada y salida específicos para los turistas que visiten el lugar.
Roma no es la única
Recientemente, Venecia se convirtió en la primera ciudad del mundo en imponer una tarifa de entrada a sus visitantes, quienes deben pagar 5 euros para recorrerla durante un día. Esta iniciativa, similar a la de los parques de atracciones, ha inspirado otras medidas en Italia, como la propuesta en Roma, que busca controlar el acceso a la Fontana di Trevi mediante el cobro a los turistas.
Otras ciudades como Barcelona y Ámsterdam, que durante años han sido destinos turísticos populares, ahora enfrentan problemas como el aumento del costo de vida, el desplazamiento de residentes locales y la degradación de espacios históricos por la saturación de visitantes.